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Una experta en protocolo explica cómo vestirnos para ir a trabajar: "Hay un detalle que siempre pasamos por alto"

¿Cómo debemos vestir para ir a la oficina?
María José Gómez y Verdú es experta en protocolo. UNSPLASH / EDITORIAL MAGAZZINI SALANI
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El regreso de las vacaciones al trabajo no es fácil, más si tienes una situación complicada o estresante en tu puesto de trabajo. La mayoría de los trabajadores tienen que volver a la oficina, y muchos no conocen que, al igual que en otros entornos como un evento, bodas, cumpleaños o comidas familiares, aquí también existen unas normas de protocolo.

Para conocerlas, hemos consultado a una experta en la materia para conocer algunas de esas normas no escritas para volver al trabajo con otra energía y actitud. Ella es María José Gómez y Verdú, experta en protocolo y etiqueta y autora del libro 'Protocopo Pop. Manual definitivo del saber estar' (editorial Magazzini Salani, 2025). Según explica, “el protocolo es básicamente la guía de instrucciones para la vida social, como un director de orquesta que guía a los músicos a la hora de interpretar una partitura, pero, en lugar de sonar una melodía, estamos tratando de no quedar mal en una cena importante, en una reunión de trabajo o en una celebración ante decenas de invitados".

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Dicho de otra forma: "el protocolo son las reglas que nos ayudan a no convertir una situación formal en un desastre social digno de un meme”. ¿Cuáles son esas reglas en la oficina y cómo podemos ponerlas en marcha? La experta responde.

Pregunta: El mundo laboral es un universo del que nadie conoce muy bien las normas. ¿Qué protocolo es básico y qué crees que no se cumple?

Respuesta: El protocolo básico en el mundo laboral gira en torno al respeto, la discreción y la cortesía. Aunque parecen valores universales, muchas veces no se practican con constancia. Un protocolo esencial que se pasa por alto con frecuencia es la puntualidad: no solo llegar a tiempo, sino también respetar los tiempos de los demás, como no alargar reuniones innecesariamente o interrumpir sin previo aviso. Además, se subestima el valor del saludo y la presentación formal, que son la puerta de entrada a cualquier interacción profesional.

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P: ¿Qué tipo de conversaciones hay que evitar en la oficina y en el entorno laboral?

R: El protocolo indica que se debe evitar cualquier conversación que pueda generar tensión, división o incomodidad. Esto incluye temas como política, religión, finanzas personales o críticas hacia otros compañeros. También conviene evitar los rumores o chismes, pues erosionan la confianza y la armonía del entorno. En resumen, toda conversación que no contribuya a un ambiente profesional, positivo o productivo, mejor dejarla fuera del ámbito laboral.

P: ¿Cómo deberíamos comportarnos en una reunión? ¿Qué límites no deberíamos cruzar?

R: El comportamiento en una reunión debe regirse por tres pilares: preparación, atención y respeto. Se debe llegar con antelación, revisar la agenda previamente y mantener la participación dentro del tema. No interrumpir, no monopolizar la palabra ni desacreditar a otros son límites claros que nunca se deben cruzar. El protocolo también sugiere cuidar el lenguaje corporal, evitar distracciones con dispositivos electrónicos y, sobre todo, saber cuándo hablar… y cuándo escuchar.

Los colores neutros como azul marino, gris, beige y blanco suelen transmitir profesionalidad, mientras que los más estridentes pueden reservarse para entornos creativos

telecinco.es

P: Sobre vestimenta en la oficina: ¿existe protocolo? ¿Hay colores más adecuados? ¿Y zapatos?

R: Sí, existe un protocolo, aunque este varía según el sector y el tipo de empresa. Sin embargo, hay principios comunes: la pulcritud, la sobriedad y la adecuación. Los colores neutros como azul marino, gris, beige y blanco suelen transmitir profesionalidad, mientras que los más estridentes pueden reservarse para entornos creativos. En cuanto a los zapatos, deben estar siempre limpios, en buen estado y acordes al nivel de formalidad del vestuario general. El calzado dice mucho sobre el cuidado personal, aunque pase desapercibido a simple vista y a veces lo pasamos por alto..

P: Mesa de trabajo: ¿qué dice el protocolo sobre este espacio?

R: La mesa de trabajo es un reflejo del orden mental y profesional de quien la ocupa. El protocolo recomienda mantenerla organizada, limpia y funcional, sin elementos personales excesivos ni decoraciones que distraigan o incomoden a otros. También es clave respetar los límites del espacio propio y ajeno, evitando invadir áreas compartidas sin consentimiento. Una mesa bien gestionada proyecta eficiencia, discreción y respeto por el entorno común.

P: ¿Cómo hay que comportarse con los jefes? ¿Qué dice el protocolo en este sentido?

R: El protocolo establece que la relación con los jefes debe ser profesional, clara y respetuosa. No se trata de adoptar una actitud servil, sino de reconocer su rol jerárquico con cortesía y colaboración. Es importante comunicar de forma precisa, no abusar de la confianza, respetar su tiempo y saber cuándo una conversación debe ser formal. La lealtad no se demuestra con adulación, sino con competencia, discreción y ética.

P: Comer o beber en la oficina: ¿por dónde empezar?

R: El protocolo recomienda hacerlo con discreción y respetando el entorno. Si se permite comer en el puesto de trabajo, deben evitarse alimentos con olores fuertes o que generen residuos incómodos. Además, se debe tener presente la limpieza del espacio común después de comer. En caso de usar zonas comunes como cocinas o comedores, el protocolo implica no monopolizarlas, mantenerlas limpias y seguir los turnos de uso con educación.

P: El café, ese momento tan importante en el trabajo. ¿Nos podrías dar algunos consejos?

R: El café en el trabajo cumple una función social muy valiosa, pero no deja de estar regido por ciertas normas. El protocolo recomienda no abusar de estos momentos: deben ser breves, discretos y no interferir con la productividad. Es un espacio ideal para fortalecer vínculos, pero sin caer en la queja constante ni en temas delicados. Si preparas café, ofrece; si usas una taza común, lávala. En estos pequeños gestos se mide la cortesía profesional.