Infidelidad

"Si tengo pareja y ligo por internet no son cuernos": lo que dice la ciencia sobre este tipo de 'infidelidad'

¿Podemos hablar de infidelidad en estos casos?
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Las dinámicas relacionales --así como los principios-- en la pareja han cambiado de forma sustancial en los últimos años. Más allá de movimientos políticos y sociales, la tecnología también ha sido uno de los actores más importantes desde principios de siglo. Pero, con internet de por medio, ¿qué se considera como infidelidad? ¿Aunque no se pase al terreno físico, ligar por internet teniendo pareja es poner los cuernos? La ciencia ha demostrado los efectos de estos nuevos métodos de infidelidad, y en este sentido, la psicóloga Anna Sibel da a conocer todos los entresijos.

La infidelidad de antes, versus ahora

Uno de los primeros elementos de los cuales parte la experta es el propio concepto de lo que se entiende como infidelidad --y cómo este ha ido cambiando--. "Tradicionalmente era mantener relaciones sexuales con alguien que no fuera de la pareja estable".

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Sin embargo, más allá de las dinámicas relacionales, Sibel explica que "actualmente la ciencia establece tres tipos: sexual, emocional y virtual". ¿En qué consiste cada una de ellas?

La infidelidad a través del móvil y sus efectos

Si se centra el asunto en el terreno de internet, "la infidelidad virtual incluye desde el intercambio de mensajes íntimos hasta videollamadas eróticas, pasando por el famoso 'sexting' y esas conversaciones que, aunque sólo sean a través de mensajes, generan una conexión emocional o sexual real", inicia Sibel.

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Ahora bien, aunque no se lleve esto al terreno físico, ¿cuáles son los efectos que esto produce, tanto a la otra parte de la pareja como en la relación en sí? Aquí la psicóloga ilustra que "los romances virtuales pueden llegar a generar el mismo tipo de pensamientos y emociones que se generan en cualquier relación que se establece, porque en las relaciones virtuales también se incluye el secretismo y la fantasía".

Sin embargo, el puzzle completo de los efectos se complementa con lo siguiente: "La infidelidad virtual genera el mismo impacto emocional que la física. Activa los mismos mecanismos de dolor y traición en el cerebro y puede ser igualmente devastadora para una relación".

El nuevo paradigma 'gris'

¿Dónde está exactamente el límite? Del mismo modo que la tecnología ha cambiado la definición del concepto, también ha dibujado nuevos escenarios que antes no existían. "Seamos honestos. ¿Es el primer 'like' que enviamos? ¿Es el primer comentario? A pesar de que el panorama parezca difuso, hay una regla clara: si interactuamos con alguien a través de internet --sea como sea-- y no se puede compartir esta interacción con la pareja, esto ya se convierte en una traición", enfatiza.

También los cambios de actitud y de hábitos con la tecnología son indicadores de que "algo está pasando". "Cambiar contraseñas sin previo aviso, ocultar interacciones en redes sociales o ponernos a la defensiva cuando nos preguntan con quién hablamos son síntomas de que hay elementos que pueden inducir pensar que hay una infidelidad virtual en la relación, en alguna de las dos partes", concluye.