El coche sin conductor se enfrenta a las carreteras rurales de Guipúzcoa: de curvas pronunciadas a rebaños de ovejas en la calzada
La idea es probarlo en los entornos rurales cuyas carreteras "nada tienen que ver con una autopista"
Tras el tramo entre Abaltzisketa y Amezketa, comenzará a probarse entre Zerain y Segura
Más adelante los vecinos podrán subirse, pero por ahora es "un laboratorio móvil"
San SebastiánEn las estribaciones de la Sierra de Aralar y bajo las faldas del monte Txindoki, encontramos Abaltzisketa, un pequeño pueblo guipuzcoano de poco más de 300 habitantes. A solo tres kilómetros de allí, en la misma comarca de Tolosaldea, viven casi un millar de personas en Amezketa. Los vecinos de uno y otro municipio llevan meses viendo cómo un vehículo sin conductor une sus pueblos.
Nadie se ha montado en él, porque “no está diseñado para ofrecer servicios finales de transporte público”, al menos de momento, porque más adelante los vecinos también podrán “subirse” para experimentar de primera mano cómo funciona, y quién sabe, si en unos años estarán viajando de una localidad a otra a bordo de un autobús autónomo.
A día de hoy, LandaGo es, en realidad, “un laboratorio móvil” para que "las personas que viven en el medio rural dispongan de las mismas opciones que las que habitan en las zonas urbanas en cuanto a movilidad". Este proyecto pionero de la Diputación de Gipuzkoa, en colaboración con el centro tecnológico Vicomtech, BCCAM y Eurogap, pretende transformar las alternativas de transporte de los municipios pequeños y en entornos “que nada tienen que ver con una autopista o una ciudad”.
Aquí las carreteras son estrechas, hay abruptos cambios de nivel, pendientes elevadas, curvas pronunciadas y surgen imprevistos como un rebaño de ovejas cruzando la carretera. “Queremos enfrentar al vehículo autónomo a desafíos únicos” para conocer así sus potencialidades y sus limitaciones.
Sin riesgos
Todo, sin poner en riesgo a nadie, de ahí que aunque el coche sea autónomo, de momento, cuenta con un conductor de respaldo, “para supervisar el funcionamiento del vehículo”.
El vehículo está equipado con cámaras para capturar información visual detallada de la carretera y su entorno; radares y LiDAR para generar mapas tridimensionales del entorno y calcular distancias con precisión; un sistema GNSS de posicionamiento preciso, clave para la conducción autónoma en entornos complejos; cartografía 3D, que proporciona un conocimiento detallado del terreno; conectividad 5G, que habilita la comunicación en tiempo real con sistemas remotos; y un ordenador de a bordo para desplegar y ejecutar algoritmos avanzados que procesan la información recogida por los sensores.
En solo unas semanas, el vehículo autónomo cambiará de recorrido y comenzará a probarse entre Zerain y Segura. La idea es que, a partir de mediados de 2026, sea posible realizar las primeras pruebas de implantación y operación con un vehículo eléctrico autónomo entre los tramos de Abaltzisketa y Amezketa, y Zerain y Segura. De manera posterior se continuará trabajando en la ampliación de este proyecto y la colaboración con empresas para que en 2030 se pueda disponer de un modelo de movilidad rural autónomo y sostenible en Gipuzkoa.
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