El misterioso enmascarado que, con capa y escudo, patrulla por las noches en Bilbao: "Algunos ertzainas me piden hacerse fotos conmigo"

Bilbao“No soy policía ni soldado, solo un ciudadano de Bilbao que ha decidido no mirar hacia otro lado”, así se autodefine el misterioso patrullero nocturno ‘The Basque Guardian’ que, cada noche, vigila las calles de la capital vizcaína mientras la mayoría de sus vecinos duermen. “No puedo quedarme de brazos cruzados cuando veo injusticias”, puntualiza.

A pesar de luchar contra el crimen como justiciero y de su ‘look’ de superhéroe de cómic, lo cierto, es que rehúye de quienes le llaman ‘héroe’, “yo solo soy alguien que decidió hacer algo diferente para inspirar, para actuar”, pero “héroes son los bomberos, sanitarios o voluntarios que salvan vidas todos los días sin capa”.

Nadie le ha visto el rostro ni conoce su identidad porque guarda con celo su anonimato: “La máscara ayuda a centrar la atención en lo que hago, no en quién soy”, así al igual que bajo el traje del superhéroe por antonomasia ‘Superman’ se escondía el apocado Clark Kent, cualquiera podría estar bajo el traje, “que no disfraz”, de este guardián vasco, al que algunos agentes de la Ertzaintza le han pedido hasta fotos.

De capa, una ikurriña

No es para menos, su aspecto impacta. El traje “lo he hecho con mis propias manos” y, por supuesto, cuenta con una capa ‘made in’ Euskadi: “Quería que representar a bilbaínos y vascos, en general, por eso elegí llevar la ikurriña como capa, para mí es un símbolo de identidad y orgullo”.

Pertrechado con chaleco antibalas y protección antipinchazos en todo el cuerpo, utiliza protecciones de moto, casco y un escudo antidisturbios, “porque no soy un superhéroe ni voy en busca de conflicto”: Así, admite que valora bien los riesgos antes de actuar e “intento ser lo más precavido posible”, aunque eso no ha evitado que en ocasiones haya vivido situaciones de peligro, “por la noche hay situaciones que pueden escalar rápido”.

En algunas ocasiones, la sola presencia del misterioso enmascarado ha bastado para disuadir a los delincuentes, en otras “he preferido simplemente observar y avisar a las autoridades”. Recientemente, sorprendió a un ladrón en un restaurante del Mercado de La Ribera: “Le advertí que saliera, que no hiciera nada de lo que pudiera arrepentirse. Me obedeció, escapó por una ventana y corrí tras él, pero lo perdí, avisé a las autoridades”, relata en una de sus últimas publicaciones en Instagram.

“Mi intención nunca ha sido reemplazar a nadie ni interferir. Creo que si mis acciones contribuyen a mejorar la seguridad o prevenir un problema, pueden ser vistas como una ayuda, aunque entiendo que no todos lo interpreten así”, confiesa. Aun así, califica de “buena”, “cercana” y “educada” su relación con la Policía Vasca: “En una ocasión, una furgoneta se detuvo frente a mí y, para mi sorpresa, los agentes me regalaron un parche de su brigada, fue un gesto muy amable que agradezco mucho”.

A pesar de que ser un patrullero nocturno, 'The Basque Guardian' ha participado en una carrera solidaria contra el cáncer y hasta en la búsqueda de un gatito extraviado. “Sí, porque ser Basque Guardian va de estar presente donde se necesita: en eventos solidarios, en búsquedas, repartiendo comida a personas sin hogar y prestando apoyo a quienes más lo necesitan”. A veces, un pequeño gesto puede significar mucho para alguien que lo está pasando mal y ‘The Basque Guardian’ ha llegado para quedarse y estar al lado de su gente. Los bilbaínos pueden dormir un poco más tranquilos.