La Ertzaintza afronta la campaña navideña de tráfico sin test de alcoholemia: caducados, averiados o pendientes de revisión

Agente de la Ertzaintza realizando un control de tráfico en Euskadi.
Agente de la Ertzaintza realizando un control de tráfico en Euskadi.. Europa Press
  • La mayoría de los etilómetros con los que cuenta la Ertzaintza se encuentran caducados, averiados o pendientes de revisión por "falta de previsión y de presupuesto"

  • Entre el 15 de diciembre y el 5 de enero, la Policía Municipal de Bilbao realizará tres controles diarios para prevenir accidentes relacionados con el consumo de alcohol

Compartir

VizcayaLa campaña de Navidad, uno de los periodos con mayor número de desplazamientos y controles preventivos en carretera, llega este año marcada por una grave carencia material en la Unidad de Tráfico de la Ertzaintza. Según denuncian fuentes internas del propio cuerpo policial, la mayoría de los etilómetros con los que cuentan los agentes se encuentran caducados, averiados o pendientes de revisión, lo que limita de forma notable la capacidad para realizar controles de alcoholemia en Euskadi. Estas deficiencias, atribuidas por las fuentes consultadas a la falta de previsión y de presupuesto, coinciden con una época especialmente sensible en materia de seguridad vial.

La Ertzaintza dispone de dos tipos de dispositivos para la detección de alcohol. Por un lado, los aparatos orientativos o de muestreo, que permiten detectar de forma rápida la presencia de alcohol. Por otro, los evidenciales, certificados y obligatorios para confirmar el resultado y actuar legalmente contra el conductor cuando se superan los límites establecidos: 0,25 miligramos por litro para sanción administrativa y 0,60 miligramos para delito penal.

PUEDE INTERESARTE

En la actualidad, en el territorio de Vizcaya, los cerca de veinte etilómetros orientativos están pendientes de pasar la revisión anual obligatoria. En cuanto a los dispositivos evidenciales, que van instalados en furgonetas policiales, de los cinco disponibles, únicamente uno se encuentra operativo. El resto está fuera de servicio por averías o a la espera de ser revisado.

Esta situación obliga a los agentes a improvisar y a depender de otras patrullas para poder realizar controles completos. En la práctica, esto puede suponer desplazamientos de decenas de kilómetros, por lo que el tiempo de espera puede ser considerable.

PUEDE INTERESARTE

Retrasos que afectan a las pruebas

Desde dentro del cuerpo policial se advierte de que estos retrasos no son un asunto menor. La tasa de alcohol varía con el paso del tiempo, lo que puede alterar el resultado final de la prueba. Esto puede beneficiar al conductor si el nivel desciende o perjudicarle si la concentración sigue aumentando.

Los agentes denuncian que la falta de dispositivos adecuados dificulta el trabajo diario de una unidad que realiza controles mañana, tarde y noche, especialmente durante campañas intensivas como la de Navidad. Además, algunos etilómetros permanecen almacenados en dependencias administrativas a la espera de presupuesto para su reparación, mientras siguen sin estar disponibles para el servicio operativo.

Ante la escasez, la Ertzaintza ha tenido que recurrir incluso al préstamo de aparatos de otras comisarías de Seguridad Ciudadana, donde el uso de etilómetros es menos frecuente. En la sección de investigación de atestados, de los cinco dispositivos disponibles, uno también está inutilizado.

Tecnología pendiente de llegar

No es la primera vez que los agentes alertan de estas carencias. En 2020, las unidades territoriales de Tráfico propusieron la adquisición de etilómetros portátiles de última generación, con batería propia y mayor versatilidad, que permiten realizar pruebas en hospitales, ambulancias o en cualquier punto sin necesidad de conexión eléctrica. Los informes técnicos fueron favorables, pero los nuevos dispositivos aún no se han incorporado al servicio.

Una situación similar se da con las agendas electrónicas PDA, que permitirían modernizar la tramitación de denuncias. A día de hoy, muchos agentes continúan utilizando papel y bolígrafo, mientras otros cuerpos policiales ya trabajan con sistemas digitales avanzados que permiten imprimir la denuncia en el acto.

Bilbao refuerza los controles navideños

Este contexto contrasta con las campañas municipales de prevención que ya están en marcha. La Policía Municipal de Bilbao inició el pasado 15 de diciembre una campaña especial de vigilancia que se prolongará hasta el 5 de enero. Durante este periodo, los agentes realizarán tres controles diarios -mañana, tarde y noche- para prevenir accidentes relacionados con el consumo de alcohol, drogas y el exceso de velocidad.

El Ayuntamiento de Bilbao ha señalado que la vigilancia se intensificará en las vías más transitadas, en zonas de ocio nocturno y en carreteras principales. Además de las pruebas de alcoholemia y drogas, se controlará la velocidad mediante radares móviles, todo ello dentro del Plan Estratégico de Seguridad Vial de Euskadi.

Los datos oficiales de 2024

Las cifras del año pasado reflejan la magnitud del problema. En 2024, la Policía Municipal de Bilbao realizó 157 controles preventivos de alcohol y drogas, concentrados en fines de semana, Aste Nagusia y Navidad. En total se practicaron 1.993 pruebas, de las cuales 1.778 fueron de alcohol y 215 de drogas.

El resultado fue de 45 positivos en alcohol -34 administrativos y 11 penales- y 14 positivos en drogas, todos ellos administrativos. Además, la Inspección de Investigación de Accidentes remitió a los juzgados 518 atestados, de los que 325 correspondieron a presuntos delitos contra la seguridad vial sin accidente y 193 a delitos con accidente y/o lesiones por imprudencia.

Durante ese año fueron investigadas 376 personas por conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas o superar la tasa penal, 102 por delitos relacionados con el permiso de conducir, 17 por conducción temeraria y 49 por lesiones por imprudencia. Asimismo, 103 conductores fueron arrestados o imputados tras verse implicados en accidentes y dar positivo en alcohol o drogas.