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Silvia Rodríguez Ardao (Santiago de Compostela, 2005) supo de su brillante nota en la ABAU cuando se encontraba, junto a sus amigos, dentro de un autobús. “Me enteré cuando iba hacia el festival 'O Son do Camiño'”, cuenta. Con esta noticia, la fiesta ya fue completa.
“Me esperaba una buena nota, pero no ser la más alta”, confiesa esta estudiante de 17 años del IES Rosalía de Castro de Santiago. Porque Silvia es la alumna gallega que ha logrado la mejor calificación en las pruebas de acceso a la universidad de este año: un 13,92 sobre 14. Ha empatado, eso sí, con otro alumno de Ferrol. Iván Lafuente Dapena, del IES Saturnino Montojo, también ha obtenido esa misma nota.
“Cuando salí de Química y de Matemáticas ya sabía que iba a tener un 10, porque los ejercicios están bien o están mal. Pero temía la corrección de Historia o de Lengua Castellana, al ser más subjetiva”, explica Silvia.
Finalmente, en estas dos asignaturas, y en Lingua Galega, también sacó la nota máxima. Rozó la perfección en Historia, Inglés y Física.
Silvia e Iván lograron obtener un 9,92 sobre 10 en la calificación que computa el expediente de Bachillerato y la nota obtenida en la fase general de selectividad (la que incluye las materias generales). Contando las ponderaciones de las específicas, consiguieron un 13,92 sobre 14.
Silvia asegura que afrontó los exámenes con tranquilidad, confiada, porque sabía que llevaba las materias muy bien preparadas. Había hincado mucho los codos durante todo el curso.
“En el examen de Historia, que fue el primero, estaba un poco nerviosa, pero luego ya me relajé bastante. Creo que tuve suerte y estuve inspirada”, afirma.
La clave de su éxito académico, dice, está en la organización. “Me gusta repartir bien el tiempo para estudiar y, a la vez, hacer otras cosas que me gustan, como tocar el piano”, explica.
Porque Silvia, además de estudiar y quedar con su grupo de amigos, también ha tenido tiempo para ir al conservatorio. Lo hace desde que tenía 7 años. Pero esta no es su única afición. También le encanta la lectura. “Este año no he tenido mucho tiempo, pero me gusta mucho leer novelas y ensayos”, asegura. Hacer deporte también es vital para ella. “Jugué durante años a baloncesto y también hice atletismo. Es algo que me hace sentir bien”, asegura.
Silvia nunca tuvo una vocación clara, aunque siempre se inclinó más por las ciencias. “Me he pasado dos años buscando información porque no tenía claro qué iba a hacer”, afirma.
Disfrutaba yendo a clase. Todas las materias le gustaban. “Si me preguntas por una, no sabría con cuál quedarme. Me gustan las Matemáticas y la Química, pero también le he cogido mucho cariño a las lenguas”, dice.
Hace unos meses encontró una carrera que integra las materias que más le apasionan: Física, Matemáticas, Química y Biología. “Quiero estudiar Ingeniería Biomédica en la Universidad Carlos III de Madrid”, explica.
El reto era grande. Necesitaba una nota muy alta. “La nota de corte el año pasado fue de 13,2”, afirma. Ahora sabe que no tendrá problema para acceder a ella.