Curioso

Un dron, un Rolex o un datáfono: las pertenencias más curiosas que se almacenan en la oficina de objetos perdidos de Santiago

En la oficina de objetos perdidos de Santiago se acumulan objetos curiosos, como un dron que nadie ha reclamado
Antonio Malvido enseña el dron, custodiado en la oficina de objetos perdidos de Santiago. ATLAS GALICIA
  • Solo en 2025, han registrado la entrada de más de 1.000 objetos entre los que abundan teléfonos móviles, llaves y gafas

  • El Ayuntamiento custodia los objetos perdidos durante dos años

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Santiago de CompostelaPor el Camino que acaba en Santiago se pierden cada año objetos de todo tipo. La capital gallega acoge cada día en sus empedradas plazas y calles a miles de personas. Turistas y peregrinos, se mezclan con los vecinos, y en medio del disfrute, a veces pierden algunas cosas. Y todos esos objetos que alguien abandonó en un banco, perdió en la calle o dejó olvidados en algún rincón acaban en la Oficina de objetos perdidos, dependiente de la Policía Local compostelana.

Solo este año han registrado más de 1.100 objetos de todo tipo, porque todo lo que llega aquí, pasa por un registro para dejar constancia de dónde y cuándo se encontró. De todo ello, se encarga Antonio Malvido, agente de la Policía Local, responsable de la oficina. Antonio confiesa que “ha visto de todo” pero cuenta que lo más habitual son las gafas que llenan varias cajas del almacén, los teléfonos móviles, o las llaves que se acumulan mes a mes en diferentes compartimentos.

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 Un dron o una guitarra eléctrica entre los objetos más curiosos

Pero este almacén guarda también curiosidades perdidas y que no han sido reclamadas. Antonio Malvido, muestra algunas de ellas, como un dron, una guitarra eléctrica con su funda, una espada, y hasta un datáfono, de los que se utilizan en las tiendas para el pago con tarjeta. 

Un datáfono custodiado por la oficina de objetos perdidos de Santiago
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Entre las decenas de mochilas de peregrinos despistados que se acumulan en las estanterías también hay dos enormes cajas de cartón llenas de teléfonos móviles, “y estos son solo de este año” cuenta Antonio que explica que en el caso de los teléfonos móviles, es más fácil saber si quien viene a recuperarlo es su propietario real “porque ponen el pin o la huella”.

En otros casos, toca tirar del sutil interrogatorio sobre las características del objeto, detalles o fotos si las tienen y también, confiesa Antonio, que tienen sus trucos: “algunas preguntas” específicas para saber si están ante el verdadero dueño. Con el dinero, por ejemplo, es mucho más complicado demostrar esa propiedad, relata.

Oficina de objetos perdidos de Santiago de Compostela

Lo más valioso: un reloj de lujo que nadie ha reclamado

Muchos auriculares desparejados, gafas, relojes y hasta cámara de fotos o raquetas de tenis esperan a sus dueños en este almacén. Los enseres de más valor se guardan en una caja fuerte, donde Antonio cuenta que se resguarda el objeto más valioso de los que tienen custodiados en el almacén: un reloj marca Rolex, que prefiere no enseñar por seguridad y que podría estar valorado en más de 20.000 euros. Lo curioso es que a pesar de su valor, nadie en estos meses lo ha reclamado todavía.

La ley obliga a almacenar todos estos objetos perdidos durante dos años, y en caso de que no se reclamen, algunos objetos quedan en manos del ayuntamiento y otros salen a subasta, en busca de una nueva vida. 

Quien encuentra un objeto, podría quedarse con él si no aparece su dueño

Otro detalle que muchos ciudadanos no conocen es que según el Código Civil, quien encuentra un objeto perdido, puede ejercer el derecho a quedarse con él, en caso de que no aparezca su dueño. El Código Civil, en su artículo 615, establece que transcurridos dos años desde la segunda publicación del hallazgo del bien sin haberse presentado el propietario, dicha persona “se adjudicará la cosa encontrada”. Esta opción suele cumplirse en el caso de las joyas o el dinero en efectivo, pero en la mayoría de los casos, las personas renuncian a este derecho.