Multa de 2.160 euros a unos padres de Gondomar, Pontevedra, por sacar a su hijo del colegio y educarlo en casa
Piden 3.600 euros de multa a unos padres de Gondomar por sacar del colegio a su hijo y darle clases en casa de matemáticas, lengua y mindfulness
La jueza entiende que se "autoproclamaron sus profesores" e "incumplieron su deber"
Gondomar, PontevedraLa magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo ha condenado con una multa de 2.160 euros a unos padres de Gondomar que sacaron a su hijo de nuevo años del colegio para educarlo en casa por un delito de abandono de familia . La juez entiende que “incumplieron consciente y deliberadamente los deberes que como titulares de la patria potestad sobre su hijo les correspondían".
Antes de la escolarización en el domicilio, los padres habían cambiado de colegio en hasta cuatro ocasiones al menor en seis años alegando que el sistema educativo no les gusta porque le causa traumas al niño. Además rechazan el acceso a internet que tienen los estudiantes en los centros educativos. Impartían en su domicilio clases durante tres horas al día de matemáticas y lengua, además de mindfulness.
Durante el juicio, el director del centro donde había estado matriculado el crío, testificó que bajo su criterio, el menor tenía algunos problemas para socializar. Los progenitores explicaron que para la socialización de su hijo lo llevaban a jugar al fútbol y a hacer excursiones.
Entre 2.000 y 4.000 españoles escolarizan a sus hijos en casa
La sentencia admite la posibilidad de educar al hijo en casa, pero cuando hay la posibilidad de escoger entre diversas alternativas pedagógicas. La magistrada añade que es una “negligencia en la educación e incumplimiento en los deberes asistenciales básicos. La educación proporcionada directa y casi exclusivamente por los propios progenitores, básicamente en atención a sus personales criterios e ideas propias, sin método educativo alternativo al oficial mínimamente solvente y sin alguna objetividad valorativa, supone una desescolarización irresponsable.”
Se les ha impuesto una multa de 1.080 euros a cada uno de los padres, un total de 2.160 euros. En la vista del caso, el fiscal pidió 3.600 euros de cuantía a abonar por un incumplimiento del “deber asistencial”. La jueza concluye que la forma de actuar “es equiparable a una despreocupación por la escolarización”.