Desalojan al okupa que vivía en la casa en la que Rosario Porto y Alfonso Basterra mataron a su hija Asunta
El hombre que ocupaba ilegalmente la vivienda desde hace más de un año ya había sido desalojado anteriormente, pero había regresado a la propiedad
¿Quién es quién en el caso Asunta? De los padres a los abogados, los testigos, el fiscal y el juez
La Guardia Civil y la Policía Local de Teo han desalojado nuevamente al okupa que llevaba más de un año residiendo en el chalé de Montouto donde, el 21 de septiembre de 2013, Rosario Porto y Alfonso Basterra asesinaron a su hija Asunta.
Tal y como ha informado 'La Voz de Galicia' este miércoles, el inmueble, situado en la parroquia de Cacheiras, ha sido desde entonces un lugar afectado por el deterioro y las polémicas.
De acuerdo al citado medio, el operativo fue ordenado por un juzgado de Santiago y ha contado también con la participación del Servizo Municipal de Emerxencias, cuyos efectivos se han hecho cargo de los perros que vivían en la finca.
El hombre que ocupaba ilegalmente la vivienda ya había sido desalojado anteriormente, pero había regresado a la propiedad, obligando a la dueña a reiniciar las acciones judiciales. Desde la publicación se subraya que el chalé arrastra años de abandono, diferentes ocupaciones ilegales e incluso un incendio que empeoró sus condiciones.
La propietaria del inmueble tiene la intención de instalar un sistema de alarma que impida nuevos accesos no autorizados. La presencia reiterada de okupas, señala el diario gallego, ha sido un obstáculo más para lograr vender la vivienda, pero el mayor impedimento sigue siendo su carga histórica: el lugar del asesinato de Asunta, crimen que conmocionó a España.
Los vecinos también habrían denunciado la afluencia de visitantes que acuden al chalé para hacerse fotos o vídeos que luego publican en redes sociales, un comportamiento que ha generado malestar entre el vecindario.
El asesinato
El asesinato de Asunta Basterra Porto, de 12 años, sacudió España en septiembre de 2013. La niña apareció muerta en una pista forestal de Teo tras haber sido asfixiada, y la investigación puso rápidamente el foco en sus padres adoptivos: Rosario Porto y Alfonso Basterra.
Los agentes descubrieron que Asunta había ingerido dosis de lorazepcam semanas previas a su muerte, lo que apuntaba a una preparación sostenida del crimen. Cámaras y testimonios situaron a Porto conduciendo con la menor horas antes del hallazgo del cuerpo, y diversos indicios señalaron que ambos progenitores participaron en un plan premeditado.
En 2014, tras protagonizar uno de los juicios más seguidos en el país, el jurado declaró a ambos culpables de asesinato. Se consideró probado que actuaron "de común acuerdo y siguiendo un plan preconcebido".
Rosario Porto fue condenada a 18 años de prisión. Alfonso Basterra recibió la misma pena. Años después, en 2020, Porto se quitó la vida en prisión.
Desde entonces, el chalé de Montouto se ha convertido en uno de los lugares clave del suceso. Tras la muerte de Porto, la vivienda quedó en manos de su heredera, la amiga de Ourense a la que entregó casi todos sus bienes en su testamento, pero el abandono, el vandalismo, las ocupaciones y su pasado han hecho imposible su venta.