La angula del Miño supera el mayor precio jamás registrado y alcanza los 721 €/kg

El precio de la angula del Miño alcanza los 721 €/kg, récord absoluto, con 200 kg capturados desde la veda
Mientras en Euskadi se suspende la pesca por el delicado estado de la especie, el Miño emerge como refugio de la tradición y el sabor
La campaña deja 140.000 € de ingresos para la cofradía de A Guarda, con vigilancia intensiva de la Comandancia Naval
La angula del río Miño vuelve a ser considerada “oro negro”. En la campaña vigente, su precio alcanzó los 721 euros por kilo, el más alto jamás registrado para esta joya gastronómica de las aguas gallegas. Las 46 embarcaciones que faenan en el cauce han logrado capturar un total de 200 kilogramos desde el levantamiento de la veda, lo que supone una renta notable para quienes se dedican tradicionalmente a su pesca.
Capturas, valor económico y control
Según ha explicado el comandante naval del Miño, Víctor García Pozuelo, se han realizado unas 250 fiscalizaciones desde el inicio de la campaña, que incluyen control del pesaje, registro diario de pesca y supervisión del cumplimiento de normativas. Del total de 200 kg capturados, la venta en la lonja de la cofradía de A Guarda ya ha generado más de 140.000 euros de ingresos. El precio medio se ha situado en 657 €/kg, y el precio mínimo ofertado ha sido de 527 €/kg.
La flota que trabaja la angula en el Miño, 47 trabajadores en 46 embarcaciones, respeta las técnicas tradicionales, incluyendo la pesca nocturna conforme a los ciclos lunares. Estas condiciones, unidas a la escasez del recurso en otras zonas de España, explican en parte el elevado valor del producto.
Un precio récord respaldado por la demanda
El precio de 721 €/kg supera con claridad el tope anterior. En la campaña 2024, ya se había registrado una cifra notable de 626 €/kg al inicio. No obstante, el alto valor no viene acompañado de abundancia. La reducción de capturas de angula a nivel peninsular, especialmente en la cornisa cantábrica, es un hecho. Recientemente, el Gobierno Vasco decidió suspender la pesca de angula en 2025-2026 en Euskadi ante la evidencia de que la población se encuentra “fuera de los límites biológicos seguros”.
Este contraste sitúa al Miño como uno de los pocos refugios actuales de una tradición ancestral de pesca de angula, lo que explica su “valor gourmet” y la remuneración que obtienen sus pescadores. Al mismo tiempo, subraya la responsabilidad de una pesca controlada, con vigilancia estricta, para garantizar la sostenibilidad de la especie.
Riesgo ecológico y futuro incierto
La gestión de la angula no depende sólo del esfuerzo pesquero. Los descensos históricos de población apuntan también a problemas estructurales: la sobrepesca, la contaminación, la alteración de los cauces y la dificultad de remontada de la anguila adulta, que no siempre consigue reproducirse.
En este contexto, las campañas recientes, incluso en ríos como el Miño, deben verse con cautela. El valor alto impulsa la pesca, pero es necesario asegurar que no comprometa el equilibrio ecológico. Expertos advierten que la conservación pasa por respetar cuotas, preservar hábitats y garantizar que la captura no impida la renovación natural de la población.
Un éxito para Galicia
Para Galicia, este éxito de campaña representa un aliciente económico real para familias y comunidades que llevan generaciones dedicadas a la pesca artesanal, una reafirmación del carácter exclusivo y gourmet de la angula del Miño, que vuelve a situarse en las cartas de restaurantes selectos y en las mesas de quienes buscan un producto de alta gama, y la necesidad urgente de políticas de conservación y seguimiento científico en toda la cuenca atlántica para evitar que este símbolo gastronómico termine por desaparecer. No se trata sólo de una pesca rentable, sino de preservar una tradición, un ecosistema y una identidad ligada a un río que ha sido durante siglos fuente de vida y cultura.
