Tony Garnett, que dejó su mujer por una ucraniana, acoge en casa a otra joven refugiada y a su novio

Tony Garnett es un hombre de 29 años que hasta hace unos meses llevaba una vida de lo más normal junto a su entonces mujer, Lorna, de 28 años, y sus dos hijas, de tres y seis años. A su hogar, en Bradford (Inglaterra), llegó el pasado 4 de mayo Sofiía Karkadym, una joven ucraniana de 22 años que huía de la guerra. La chispa del amor saltó entre Tony y Sofiía y el británico puso fin en diez días a un matrimonio que había durado ocho años.

Ahora, Tony y Sofiía, quienes están prometidos, han decidido acoger bajo su techo a Sofiía Rastorhuieva, de 19 años, y a su novio, Illia Tronevych, de 18. Una pareja de jóvenes que también han puesto tierra de por medio con su país natal tras los ataques rusos.

"Sé que la gente me ve como un tipo descarado que salta de cama en cama porque dejé a mi pareja y a mis dos hijas. Nada mas lejos de la verdad. Lamentamos el dolor que hemos causado, pero descubrí una conexión con Sofiía como nunca antes", dijo Garnett al Daily Mail, insistiendo en que su matrimonio estaba roto antes de que decidiese ponerle punto final. Mientras tanto, ella dice que la nueva situación le permite "no sentirse tan sola y extraña".

Lorna explicó al diario The Sun que, con el paso de los días, a altas horas de la noche, cuando ella y sus hijas estaban durmiendo, ellos dos aprovechaban el tiempo viendo televisión para acercarse más: "Puso su mirada en Tony desde el principio". Y eso es verdad, porque Karkadym reconoce que "tan pronto como lo vi, me gustó".

La exmujer de Tony empezó a fijarse cómo la joven ucraniana se arreglaba únicamente para estar presentable cuando el padre de familia se encontraba en la casa. "Bajaba las escaleras con los labios rojos, el pelo arreglado y con un top escotado", detalla.

Ahora, los jóvenes novios que residen con ellos agradecen que Tony y Sofiía hayan decidido ayudarles puesto que, donde estaban refugiados antes, dormían en un pequeño sofá y no hacían nada más que lavar y limpiar. Es decir, se habían convertido en una especie de esclavos. Illia Tronevych ha elogiado el comportamiento de sus compañeros.

Odio viral en redes sociales

La historia se viralizó en Internet y Sofiía comenzó a recibir varios ataques e insultos por parte de los internautas. Ella aseguró que "habían destruido su relación (Tony y Lorna) mucho antes de que yo llegara al Reino Unido".

Además, se ha pronunciado por medio de sus perfiles sobre el odio que le demuestran cada día, explicando que "me acusan de disuadir a familias del Reino Unido de acoger a ucranianos. Dicen que, gracias a mí, nadie aceptará más gente de mi país".

Sofiía también ha aprovechado el espacio que tiene en sus redes para agradecer a las personas que le han mostrado su apoyo, resaltando que su historia consiste en algo sincero y no en un "acto de maldad".

Serio problema de visión

La refugiada ucraniana sufrió una infección ocular en Berlín, en la capital de Alemania, de camino hacia el Reino Unido, tras huir de los ataques rusos. Un grave problema de salud que dificulta sus quehaceres cotidianos.

Tony ha explicado que a su pareja se le ha deteriorado bastante la visión, hasta el punto de encontrarse en estos momentos prácticamente ciega. "Necesitará seis meses para recuperarse después de la cirugía que se le va a practicar en Inglaterra", ha manifestado.

Debida a esta situación, Tony ha dejado su empleo como vigilante de seguridad para cuidar de Sofiía en todo momento. "Es lo correcto, es lo que debo hacer", ha sentenciado Garnett a través de redes sociales.