Un menor asesinado entre las cruentas represiones por las manifestaciones en Irán

La séptima semana de protestas en Irán deja un trágico balance, 277 muertos y al menos 14.000 detenidos, según Naciones Unidas.

Víctimas de la cruel represión organizada por los cuerpos de seguridad del régimen de los Ayatolás como las imágenes llegadas donde se ve a un adolescente que yace en plena calle tras haber recibido un disparo en la cabeza.

Desde la muerte de Masha Amini bajo custodia policial por no llevar bien puesto el velo, 45 menores han sido asesinados.

El G7 condena el "brutal y desproporcionado uso de la fuerza" contra los manifestantes

El G7 ha condenado este viernes el "brutal y desproporcionado uso de la fuerza" por parte de las fuerzas de seguridad de Irán contra las manifestaciones que se suceden desde septiembre.

El grupo ha mostrado su apoyo a "la aspiración fundamental del pueblo iraní a un futuro en el que la seguridad y los Derechos Humanos universales sean respetados y protegidos" y ha reclamado a las autoridades que "honren sus obligaciones internacionales bajo el Derecho Internacional, incluido el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos".

"Abogamos por el derecho de todos los iraníes al acceso a la información y lamentamos la erosión del espacio civil, el periodismo independiente y los ataques contra los defensores de los Derechos Humanos por parte del Gobierno de Irán, incluido el cierre de Internet y redes sociales", ha dicho el G7, que ha pedido además a Teherán que "trate a las mujeres como iguales" y respete sus derechos.

Asimismo, ha solicitado a las autoridades la liberación de los "presos injustamente detenidos", entre ellos niños, periodistas y activistas, así como "la rendición de cuentas de los responsables de abusos y violaciones de los Derechos Humanos". "Seguiremos usando todas las medidas diplomáticas disponibles para que las autoridades iraníes rindan cuentas", ha recalcado.

Presiones para que accedan al país representantes de Derechos Humanos de Naciones Unidas

En esta línea, el G7 ha reclamado a Irán que permita el acceso al país de representantes de Derechos Humanos de Naciones Unidas y ha criticado "la práctica de detención injusta de ciudadanos extranjeros o con doble nacionalidad" con el objetivo de "obtener beneficios políticos".

El bloque --integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido con representación de la Unión Europea -- ha condenado además las "continuadas actividades desestabilizadoras de Irán en Oriente Próximo", incluidas aquellas con "misiles balísticos y crucero, así como drones". Entre estas acciones, ha incluido "la transferencia de estas armas avanzadas a actores estatales y no estatales", ha apuntado.

"Esta proliferación es desestabilizadora para la región y aumenta unas tensiones ya altas. Pedimos a Irán que ponga fin a su apoyo a actores violentos estatales y no estatales y a grupos aliados, así como que cumpla totalmente todas las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU, incluida la 2231", ha reseñado, en referencia a la que respaldó el acuerdo nuclear de 2015.