La semana de Sanremo: Chiara Ferragni, el presidente Mattarella y la carta de Zelenski

  • El festival de la canción italiana llega a su edición número 73 y sigue uniendo generaciones

  • La presencia del presidente de la República por primera vez en la historia ha marcado el pistoletazo de salida

  • La influencer más famosa del mundo ha aprovechado su momento para reivindicar la lucha de las mujeres

El festival de Sanremo vive de nuevo y este año llega a su edición número 73 con un hecho único. Entre las filas del famoso Teatro Ariston, que acoge desde hace décadas el evento social y cultural más seguido en el país, se encontraba en la noche inaugural el presidente de la República Sergio Mattarella por primera vez en la historia. En su homenaje el cantante Gianni Morandi entonó el himno de Italia y el premiado director de cine Roberto Benigni le dedicó un homenaje a la Constitución del país transalpino, que cumple 75 años. Un gesto que define lo que Sanremo ha sido y es: una mezcla de generaciones, estilos y un termómetro de la Italia de hoy. El festival que, como definió el propio director artístico y presentador, Amadeus, en rueda de prensa, es también un lugar de expresión y diversidad. Este año vio por primera vez en su palco una canción que hablaba de forma explícita del desamor de dos mujeres, de la candidata Ariete, una jovencísima cantante o la vuelta de Paola y Chiara, las Sonia y Selena italianas.

La estrella, anunciada ya hace semanas, es Chiara Ferragni, la influencer más famosa del mundo. La italiana acompañó al presentador en esta primera noche inaugural y lo hará de nuevo en la final de este sábado. Su presencia atrae la mirada de fans y no solo y, como ella misma ha explicado, preparaba su aparición televisiva, la primera fuera de su zona de confort, las redes sociales, desde hace meses. Quería aprovechar su lugar, con millones de espectadores como los que cada año siguen Sanremo, para lanzar un mensaje. En su primera aparición, pocos minutos después del inicio de la ceremonia, lucía un chal blanco con el mensaje bordado “pensati libera” (piénsate libre) dedicado a todas las mujeres. Inspirado, como ha escrito en sus redes sociales, en una obra del colectivo artístico conceptual Claire Fontaine.

Más tarde, Ferragni, con un cambio de vestuario, vistiendo un traje que imitaba su torso desnudo, dedicó un discurso a la niña que fue lanzando un mensaje para vencer los propios miedos. La influencer, con un facturado de 19 millones al año, quiso llamar la atención de todas las mujeres que escuchaban ese momento de oro de la gala. “Te sentirás culpable por tener otros sueños además de la familia porque nuestra sociedad nos ha enseñado que cuando te conviertes en madre, eres solo una madre. Te harán sentir culpable si te mantienes alejado de tus hijos. ¿Y cuando se reserva el mismo trato para los hombres? Casi nunca“, recitaba Ferragni. Hablaba sin duda también a los que durante la mañana del martes decidieron preguntarle en la rueda de prensa previa al Festival sobre qué hacían sus hijos solos durante estos días y si echaría de menos a su marido, el rapero Fedez. 

Ferragni quiso donar la gran cantidad que se le paga a las presentadoras que, como ella este año, conducen cada edición de Sanremo a una asociación que ayuda a mujeres víctimas de violencia de género. Se intuía, así, que este sería uno de los temas de la noche pero, además, no dejó pasar la ocasión para reivindicar una parte de su historia. “Las mujeres nos hacemos pequeñas frente a los hombres inseguros, lo dice alguien que aceptó que un hombre difundiera la narrativa que él me había inventado”, dijo Ferragni refiriéndose a su ex pareja, Riccardo Pozzoli, que intentó robarle el mérito de su éxito.

La polémica de Zelenski

Aunque la mayor polémica, de carácter político e internacional, ha sido la de la presencia de Zelenski. El pasado enero el presidente ucraniano, en una entrevista desde Kiev al presentador Bruno Vespa, expresó el interés de hablar a los italianos en esta edición del festival. El debate desde entonces fue incendiario en la opinión pública italiana, muy dividida sobre el conflicto -más del 50% cree que no se deberían enviar armas a Ucrania-, y se ponía en duda que el Festival fuese un escenario adecuado para un mensaje político de este tipo. El presidente ucraniano habría enviado un vídeo mensaje, similar a los que ya se han visto en otros eventos o escenarios internacionales como el Parlamento europeo. Tras las críticas incesantes se decidió que el propio presentador, Amadeus, leerá este sábado una carta enviada por Zelenski, en la final. “Estamos cada día en contacto con el embajador Melnyk (ucraniano en Roma) y hemos acordado ayer la intervención del presidente ucraniano, no será un vídeo, sino un texto”, explicó el encargado de Entretenimiento de la RAI.

Entre el martes y el miércoles se han exhibido ya todos los artistas. 28 cantantes de todas las edades y casi todos los estilos. Destacan Marco Mengoni, que ya ganó el festival en 2013, la artista Elodie y el dueto milanés Coma Cose, que habla en su canción de su propia crisis de pareja. También los famosos Colapesce y di Martino que ya conquistaron Sanremo en otra edición con 'Musica leggerissima' -canción luego versionada por Ana Mena-. Pero, más allá de la música, dos primeras noches han dejado ya algunos momentos pasarán a la historia. El ganador de la pasada edición, que fue también participante junto a Mahmood en el festival de Eurovisión, Blanco, que presentaba su nuevo tema, destrozó todo el escenario que le habían preparado. El joven con una rabia incontenible por un problema de sonido decidió dejar de cantar y empezar a romper todos los arreglos florales generando una escena casi irreal durante tres minutos. Además, el marido de Chiara Ferragni, el rapero Fedez, actuó con un freestyle criticando, entre otros, a varios ministros de Hermanos de Italia.