Barron Trump, de niño a hombre: de querer tocar la batería a montar un negocio inmobiliario a los 18 años con compañeros de clase
Barron Trump jugó un importante papel durante la campaña electoral para llevar el mensaje de su padre a los jóvenes
El hijo menor del presidente estadounidense medita relanzar su empresa inmobiliaria, creada con dos compañeros
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En la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, celebrada el pasado 20 de enero, una de las imágenes que sin duda más llamó la atención, además del sombrero de Melania, fue la del cambio físico de su hijo menor, Barron, según informa Laura Echevarría.
El joven ha dejado atrás la imagen infantil de hace cuatro años y, con sólo 18, ya sabe lo que es crear una empresa. Como no podía ser de otra forma, sigue los pasos de su padre y tiene su mirada puesta en el sector inmobiliario, en el que tantos éxitos ha tenido su progenitor.
El orgullo del mandatario por su benjamín es evidente. Prueba de ello es cómo le miraba sonriente y satisfecho cuando Barron, aclamado, saludaba puño en alto y bromeaba con los aplausos. Trump le daba las gracias porque "conocía el voto de los jóvenes".
Barron, clave para la victoria de Trump
El hecho es que Barron, generación Z, desempeñó un papel fundamental de asesor oficioso durante la campaña electoral al apostar por los 'podcast' como camino directo para trasladar el mensaje del líder republicano, a la postre vencedor de los comicios, a los más jóvenes.
Con cierta incomodidad, y debido también a sus dos metros de altura, fue imposible pasar desapercibido en el Capitolio. En esa primera fila de los privilegiados, Barron no compartió el entusiasmo de Elon Musk por plantar bandera en Marte.
Sin embargo, el menor de la familia se codeó con toda la élite presente en la jura, almorzando con el magnate Jeff Bezos, propietario de Amazon, y tomando nota, quien sabe, si parar sus proyectos propios.
Barron, junto a dos compañeros de clase, constituyó una empresa inmobiliaria que fue disuelta con el triunfo del neoyorquino. Un negocio que ahora, como buen sucesor de su padre, estudia relanzar.
Atrás queda aquel niño que, en brazos de su complaciente madre, Melania, quería tocar la batería. Barron Trump emprende un nuevo estatus, además de convertirse en testigo único de la convivencia familiar.
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