Los bomberos, el otro ‘ejército’ al límite en la guerra de Ucrania: “Quiero que la guerra acabe, que haya paz”

En la guerra de Ucrania, que este 24 de febrero de 2025 cumple tres años, hay otro ejército que no lucha directamente contra el invasor, pero que es imprescindible para la supervivencia y para el rescate. Su batalla, desde hace tres años, es con el fuego que desatan los ataques rusos. Los bomberos son los primeros en llegar al infierno que desatan las bombas y también los primeros testigos de los desastres de la guerra.

En la ciudad de Járkov, a tan solo 40 kilómetros de la frontera con Rusia, llevan años luchando contra las llamas que abrasan a la población. Psicológicamente, están heridos y agotados.

“Mentalmente es muy difícil trabajar. Cada vez que recibimos un aviso sabemos que en cada casa hay gente. Como en un domicilio en que había toda una familia: el padre, la madre y tres niños pequeños”, expresa un bombero ucraniano, explicando que “no tuvieron oportunidad de sobrevivir porque una bola de fuego engulló la casa, la calle y el patio. No había por dónde huir y se quemaron vivos”.

Los bomberos de Ucrania, al límite, esperan el fin de la guerra

A menudo, durante estos tres años de guerra, los propios rescatadores han tenido que ser rescatados, como un bombero que a las afueras de Járkov permaneció inmóvil frente a los restos de su casa y junto al cadáver de su mujer.

También otro que acababa de conocer que su padre, igualmente bombero, acababa de morir en un segundo ataque ruso mientras combatían el fuego.

Con un escenario por delante lleno de incógnitas e incertidumbre tres años después del estallido de la guerra y la invasión rusa, hoy bomberos como Turgut Abasov y su brigada se muestran esperanzados de que pronto pueda terminar la guerra.

“Llevamos tres años viviendo estas situaciones. Cuando empiezas a pensar en ello, parece que la guerra nunca terminará. Realmente quiero que la guerra acabe, que haya paz, calma y tranquilidad", señala Abasov.

No obstante, la desconfianza hacia la vecina Rusia después de esta invasión siempre permanecerá: "Hay esperanza, siempre hay esperanza. ¿Pero estaremos tranquilos si termina la guerra o incluso si se congela? No. No vamos a estar tranquilos porque los rusos están muy cerca y ya no hay confianza en ellos”, subraya.

Mientras tanto, la guerra continúa. En los últimos días, la región de Járkov ha sido atacada por más de un centenar de drones y misiles rusos, manteniendo la ciudad como la más bombardeada desde el comienzo de la guerra.

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