¿Qué pasa si se alarga el cónclave? Las consecuencias que esto tiene en los cardenales
Los 133 cardenales electores, durante el cónclave papal en la Capilla Sixtina, no pueden tener conexión alguna con el exterior
No hay acceso a wifi ni a los medios de comunicación y las escuchas ilegales se castigan con la excomunión automática
Los otros pontífices con los que está enterrado el papa Francisco en la Basílica Santa María la Mayor
El nuevo jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano será escogido en el cónclave de cardenales, encerrados desde este miércoles en la Capilla Sixtina para evitar cualquier presión externa. El primero de este estilo tuvo lugar en 1241, con la elección de Celestino IV. Ahora, tras la primera fumata negra, muchos se hacen la misma pregunta: ¿cuánto durará? ¿qué sucede si se alarga más tiempo de lo habitual?
Hoy en día no existe una duración máxima establecida sobre cuánto puede durar un cónclave papal. Sin embargo, lo más habitual desde el siglo XX es que no se prolongue más de dos o tres jornadas.
La agenda de los 133 purpurados es puramente monástica: misas, oraciones y sesiones de votación, que pueden repetirse hasta cuatro veces al día, dos por la mañana y dos por la tarde. Para ser elegido, el candidato debe obtener una mayoría de dos tercios, es decir, el apoyo de al menos 89 cardenales.
Si pasados tres días de votación no sale nadie elegido, el proceso se suspende durante una jornada para hacer oración y para que el cardenal presbítero más antiguo pronuncie un discurso, según indica el medio Religión Digital.
Después se realizan hasta un máximo de siete votaciones. Si tampoco se logra ningún resultado, la votación se suspende de nuevo y pronuncia un discurso el cardenal obispo más antiguo. Tras ello, se realizan hasta siete votaciones más. Si sigue sin salir nadie, habrá una jornada de oración, reflexión y diálogo.
En caso de que el cónclave se prolongue durante más de 30 escrutinios en un periodo de 10 días, el papa podrá ser elegido por mayoría simple. Esta regla fue modificada por Benedicto XVI, quien introdujo la posibilidad de un 'ballottaggio' (balotaje) entre los dos candidatos más votados si el proceso de votación llega a la 34ª votación.
Durante el cónclave, los cardenales no pueden discutir entre sí sobre sus preferencias ni hacer campaña por un candidato, ya que esto también está prohibido bajo pena de excomunión. Además, cada cardenal se pronuncia de forma secreta y no puede votar por sí mismo, aunque en ocasiones a lo largo de la historia ha ocurrido.
Los cardenales electores no pueden relacionarse con nadie externo al cónclave de ningún modo (ni a través del teléfono, correo, Internet o redes sociales). Del mismo modo, están prohibidos expresamente los periódicos, la radio y la televisión.
De hecho, se desconecta el wifi de toda la Ciudad del Vaticano y en la Capilla Sixtina se instalan inhibidores de frecuencia. Las escuchas ilegales son un delito que se castiga con la excomunión automática.
Casi tres años de cónclave
El cónclave papal más largo en la historia de la Iglesia católica fue el que aconteció entre el 29 de noviembre de 1268 y el 1 de septiembre de 1271, tras el fallecimiento de Clemente IV. Esos 34 meses de vacío de poder se debieron sobre todo a la lucha política interna entre los cardenales.
La designación del italiano Teobaldo Visconti como Gregorio X fue el primer ejemplo de una elección papal por compromiso. La elección se produjo más de un año después de que los magistrados de la ciudad de Viterbo, donde se celebraba, aislaran a los cardenales, no suministrándoles ningún alimento excepto pan y agua.
En un intento de que la situación se repitiera, Gregorio X introdujo normas estrictas en 1274. Los cardenales debían ser recluidos en una estancia cerrada y no podrían dispone de habitaciones individuales. A ningún purpurado se le permitía, salvo en el caso de estar enfermo, ser atendido por más de dos sirvientes y recibían la comida a través de una ventana.
Adriano V abolió dichas regulaciones pero Celestino V las restableció. En 1562, Pío IV emitiría una bula papal que introdujo cambios referentes al lugar del cónclave y otros procedimientos. Las normas para la elección del sumo pontífice se han desarrollado a lo largo de casi dos milenios.
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