Los nombres de los cardenales españoles ganan fuerza en las quinielas del cónclave para elegir nuevo papa

Fuera del cónclave para elegir al nuevo papa, nadie realmente sabe lo que puede pasar, pero en las apuestas, tras las primeras votaciones, parece que suben los cardenales españoles, como informa en el vídeo Marcos Vaz.

Tres de ellos ejercen sus cargos en nuestro país: Carlos Osoro, arzobispo emérito de Madrid; José Cobo, arzobispo de Madrid, y Juan José Omella, arzobispo de Barcelona. En la lista de papables están también Cristóbal López Romero, que ejerce en Rabat, pero nació en Vélez Rubio, en Almería; François-Xavier Bustillo, obispo de Ajaccio, que tiene su sede en Córcega, pero es hispano francés; y Ángel Fernández Artime, que tiene su cargo en el Vaticano, pero es de Luanco, Asturias.

Desde la localidad asturiana, como sucede en los otros casos, están muy pendientes de lo que pueda pasar con su vecino, muy querido en la región, así como en la iglesia de Santa María, donde desde muy pequeño echó raíces.

Pese a no entrar en las quinielas, Artime sería uno de los principales candidatos a ese papado en el caso de que se demorase el cónclave.

Sus vecinos, expectantes de cómo se desenvuelve el proceso para elegir al pontífice que será el sucesor del papa Francisco, cuentan que tiene mucho arraigo con la zona, dado que sus padres regentaban una pescadería muy cerca del mar donde su progenitor, pescador, llevaba el género.

Las quinielas para el nuevo papa, con nombres de cardenales españoles

Ahora, tras dos fumatas negras después de las tres primeras votaciones, en las quinielas resuena su nombre: “Creo que no soy la persona. Yo les pediría que miraran en otra dirección”, decía él antes del cónclave.

Por su parte, quienes le conocen en Luanco inciden en sus virtudes: “Es una persona cercana, ayuda a todo el mundo. Desde pequeño”, insisten.

Siempre presente, en la pescadería familiar tienen una foto de su cardenal: “El es feliz en su pueblo. Es raro de que pase 15 días sin que venga”, cuentan.

“Ojalá saliera papa, pero entonces no puede venir tanto a Luanco”, afirman.

No obstante, si seguimos por el norte, los vecinos cántabros tienen otra apuesta: Luis Antonio Tagle. El filipino guarda una estrecha relación con España y, consciente de su apellido, en 2017 decidió descubrir sus orígenes: “Mi padre se llama Manuel Tagle”, contaba.

También Cristóbal López es otro de los papables, feliz en su diócesis de Rabat: “Disponibilidad toda, pero deseo ninguno”, afirmaba antes del cónclave.

No obstante, en el pueblo almeriense donde creció, en Vélez Rubio, las expectativas son altas: “Sería increíble”, dicen los vecinos.

Él dice que hay que estar loco para aceptar el cargo, pero si la Iglesia quiere mantener abiertas las puertas que abrió Bergoglio todos ellos son buenos candidatos.

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