La tragedia del Titán, el polémico submarino que implosionó cuando exploraba los restos del Titanic: los puntos clave del desastre

La tragedia del Titán, el polémico submarino que implosionó cuando exploraba los restos del Titanic: los puntos clave del desastre
Dos años de la tragedia del Titán, el sumergible que implosionó el 18 de junio de 2023 cuando se acercaba a los restos del Titanic. Europa Press
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El 18 de junio de 2023, un sumergible de la empresa Oceangate desapareció en las aguas canadienses de Terranova cuando trataba de acercarse a los restos del Titanic. En el submarino, llamado Titán, viajaba una tripulación de cinco personas y todas ellas murieron después de que el aparato sufiera una implosión.

Uno de los fallecidos era Stockton Rush, el cofundador y director ejecutivo de Oceangate. El ingeniero aeroespacial realizó varias expediciones a los restos del Titanic, ganó notoriedad en el sector y cosechó un gran éxito durante años. Sin embargo, pocos sabían que el empresario había desafiado a organismos de certificación de calidad y seguridad, hasta que llegó el terrible suceso en 2023. Algunos expertos afirman que su ambición personal habría influido en decisiones técnicas arriesgadas.

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Las familias de las víctimas acusaron a Rush de negligencia y subrayaron que lo ocurrido podría haberse evitado. Ahora, con motivo del segundo aniversario de la tragedia, recopilamos los puntos clave del caso, el cual trata Netflix en el documental 'Titán: La tragedia de OceanGate', que se estrena en España este miércoles 11 de junio.

¿Quién era Stockton Rush? ¿Cuándo se fundó Oceangate?

Stockton Rush fue un empresario nacido en San Francisco que se licenció en Ingeniería Aeroespacial por la Universidad de Princeton en 1984. Tras su formación, en 2009, fundó la empresa OceanGate junto con Guillermo Söhnlein, quien dejó la empresa en 2013. Rush era un hombre con un carácter fuerte y con grandes ambiciones. Al hablar de Titán, señalaba que era un sumergible con un diseño "innovador", pero evitaba pronunciarse sobre cómo había evitado someterse a los controles de los organismos oficiales.

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En 2021, después de varios intentos en falso, comenzó a llevar a turistas que pagaban por visitar el naufragio del Titanic a bordo del Titan. Algunos trabajadores le avisaron del funcionamiento de la embarcación, como Tony Nissen, exdirector de ingeniería, pero fue despedido, según 'The New York Times'. Esta fuente recoge que algunos turistas eran conscientes de los riesgos, como Renata Rojas, una buceadora que viajó en el Titán en 2022 para ver el Titanic, pero otros no contemplaban ese peligro.

Las operaciones del sumergible se mantuvieron durante un tiempo, pero terminaron fallando: "Stockton Rush buscaba alimentar su ego y su fama", destacaron personas que trabajaron con la compañía. El ingeniero presumía de que el Titán se manejaba con un mando de videoconsola y llegó a decir "nadie morirá bajo mi supervisión". Su deseo era llevar la exploración oceánica a la industria del turismo de lujo, pero su método acabó en tragedia.

Stockton Rush, en el Titán

¿Qué ocurrió con el submarino Titán el 18 de junio de 2023?

El submarino Titán, que partió del puerto de St. John's, fue visto siendo remolcado por la nave nodriza MV Polar Prince hacia el mar hasta el lugar del naufragio del Titanic. Sobre las 08:00 horas (hora local), inició su descenso, a unos 740,8 kilómetros de la costa de Terranova. Pasadas las 09:45, se perdió el contacto con el sumergible, y sobre las 10:47 horas se produjo la implosión, que fue detectada por sensores acústicos, pero no se informó públicamente hasta días después.

Se esperaba que el aparato saliera a la superficie sobre las 15:00 horas, pero no lo hizo y se activaron los protocolos de emergencia. Oceangate dio por desaparecido el submarino y comenzó una búsqueda internacional. Los guardacostas de Estados Unidos y Canadá se organizaron en una operación que duró cuatro días. El 22 de junio de 2023, un vehículo submarino operado por control remoto descubrió restos del Titán en el fondo del océano, a 3.800 metros de profundidad y a 500 metros de los restos del Titanic.

A diferencia de los típicos sumergibles de acero o titanio, Titán, de fabricación estadounidense, se distinguía por su casco de fibra de carbono, que pretendía hacerlo más ligero y rentable. Stockton Rush diseñó el sumergible con decisiones de ingeniería muy cuestionables y realizó numerosas expediciones, pero aquel día el material no aguantó la enorme presión que se registra cerca de los restos del Titanic (equivalente a unas 4.000 toneladas por metro cuadrado). El aparato sufrió una implosión catastrófica, un colapso repentino y violento hacia el interior del submarino, causado por una diferencia extrema de presión entre su interior y el entorno exterior. Los cinco tripulantes murieron en el acto.

El submarino Titán

¿Quiénes fueron las víctimas de la tragedia?

Las cinco víctimas de la tragedia del Titán fueron Stockton Rush, CEO de OceanGate y piloto del sumergible, y otras cuatro personas que pagaron 250.000 dólares por participar en la expedición.

Esos tripulantes fueron Hamish Harding, un empresario y aventurero británico; Paul-Henri Nargeolet, un renombrado explorador francés experto en el Titanic; Shahzada Dawood, un magnate paquistaní, y su hijo adolescente Suleman Dawood.

Hamish Harding ya había participado en vuelos espaciales y otras operacones de riesgo, mientras que Paul-Henri Nargeolet, apodado el Señor Titanic, era uno de los mayores expertos en el naufragio. Shahzada Dawood estaba muy emocionado por ir a ver el Titanic, pero su hijo Suleman Dawood, a quien su madre cedió el puesto, manifestó muchas dudas y confesó a familiares estar "aterrado".

Las víctimas de la tragedia del Titán

¿Qué ocurrió con la empresa Oceangate?

El informe final sobre la tragedia identificó fallos estructurales en el casco del Titán como la causa principal de la implosión, atribuidos a un diseño defectuoso y a la falta de pruebas independientes. OceanGate suspendió todas sus operaciones comerciales y de exploración después de la tragedia.

Gordon Gardiner, un ejecutivo con experiencia en tecnología y gestión de crisis, fue nombrado CEO de OceanGate tras la muerte de Stockton Rush. Gardiner asumió el cargo con el objetivo de guiar a la compañía durante el proceso de cierre y garantizar la cooperación con las autoridades investigadoras.

La compañía, que existe legalmente y no se ha declarado en bancarrota, dejó de ofrecer expediciones y retiró todos sus materiales promocionales. Según informó 'The Independent', la compañía confirmó que su cierre es permanente, marcando el fin de su controvertido modelo de turismo extremo en aguas profundas. Hasta la fecha, no se ha producido ninguna indemnización oficial a las familias de las víctimas.