Europa se asoma al abismo de la deuda pública: Francia anuncia nuevos recortes de gasto
Europa trata de salir del espiral de deuda con recortes sociales, pero sin tocar el incremento de gasto en Defensa
El Gobierno francés anuncia un ajuste presupuestario de 43.800 millones: recortará pensiones, gasto social y funcionarios
El anuncio de recortes sociales en Francia pone en guardia una Europa demasiado endeudada. La deuda pública francesa es muy elevada pero comparable a la que tienen también otros países europeos que además tienen ahora mismo el compromiso de incrementar el gasto militar. París enfrenta un gran desafío social que puede hacer peligrar incluso la continuidad del primer ministro galo. Informa Carlos Herrán.
Nada más conocerse el anuncia de los recortes, la oposición tanto de izquierdas como de ultraderecha ha amenazado con mociones de censura a la vuelta de vacaciones. A las posibles protestas se han sumado también los sindicatos con el aviso de movilizaciones en la calle.
Supresión de dos días festivos
Pero hoy en Francia la medida más comentada es, sin duda, es la supresión de dos días festivos para el calendario del año que viene. El primer ministro François Bayrou se lo dijo muy claro ayer a los franceses: hay que trabajar más.
El gobierno incide en la receta de mayor productividad y recortes sociales a pie de calle, aloi que no ha gustado a todos los ciudadanos, a pesar de que hay una parte de la sociedad gala que reconoce el problema de la deuda pública y entiende la necesidad de ajustes severos.
En solo dos días Francia ha pasado de los fuegos artificiales al ya manido espectáculo de la motosierra a modo del argentino Javier Milei, Bayrou a presentaba su programa la 'Hora de la Verdad' centrado en una deuda que aumenta 5.000 euros cada segundo que pasa. Algo que ha calificado como la última estación antes del precipicio.
Por el momento, las medidas aún tienen que pasar por la Asamblea, donde encontrará la oposición de la izquierda y la ultraderecha. Quizá también le cueste una moción de censura.
En el Reino Unido, Keir Starmer, tuvo que enfrentase a una revuelta en su grupo parlamentario en la votación de los anunciados recortes sociales. Fue en ese momento cuando la ministra de Economía terminó llorando.
En Alemania, miles de personas se echaron a la calle contra los recortes. Protestas que se repitieron en Bélgica y Finlandia. En este último país, icono mundial del estado de bienestar, no han dudado en desmontarlo para adaptar su economía a los tiempos de guerra.
Y es que, los líderes europeos andan haciendo equilibrios. Tienen que elegir entre un roto en el presupuesto o un roto político.
