Política

De los "toquecitos" a las "sonrisas forzadas": una asesora experta analiza el saludo entre Pedro Sánchez y Donald Trump

El saludo entre Pedro Sánchez y Donald Trump
El saludo entre Pedro Sánchez y Donald Trump. telecinco.es
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y su homólogo estadounidense, Donald Trump, se encontraron el pasado lunes en la cumbre que se celebró en Egipto para constatar el acuerdo de paz entre Gaza e Israel, que fue firmado por el grupo terrorista Hamás el 10 de octubre. A pesar de que la cumbre tuvo lugar muy lejos de los Estados Unidos, Trump, como impulsor principal de este histórico documento, hizo las veces de anfitrión, recibiendo y saludando, uno a uno, a los líderes internacionales invitados a la ceremonia.

Entre ellos, estaba Pedro Sánchez, siendo ésta la primera vez que él y el presidente americano se veían cara a cara después de que Trump propusiera expulsar a España de la OTAN "por no invertir lo suficiente en defensa". Lejos de protagonizar un tenso momento a la hora de estrechar sus manos, ambos se mostraron sonrientes y cercanos, al menos, en apariencia. Patrycia Centeno, asesora experta en estrategia estético política, ha analizado el lenguaje no verbal de los dos mandatarios en este largo saludo que ha sorprendido al mundo entero.

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"Trump le da un tirón para llevarle a su terreno"

A través de los "microgestos" de su lenguaje corporal, ha constatado que, aunque los líderes estuvieran sonriendo, sí que existía la fricción entre ellos: "Aparentemente, Trump sonríe. Pero fijémonos en cómo levanta y arruga la nariz y sube la comisura del labio (=asco) en la sonrisa forzada (aprieta labios=reprime). Trump alarga medio brazo (no todo=reticencia). Ofrece mano en lateral, a diferencia de lo que suele hacer que es ofrecer palma hacia arriba. Es decir, pese a lo que pueda parecer, lo trata como un igual. Hay que entender que a Trump le agrada que lo desafíen", ha comentado la experta en su cuenta oficial de X, la antigua Twitter.

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Centeno se ha fijado también en el notable "tirón" que el presidente de EEUU le dio a Sánchez mientras les hacían la foto oficial y le ha dado una connotación precisa e intencionada: "En Trump, enseguida aparecen los dientes en su sonrisa diplomática (desafío) y Sánchez también sonríe. Pero aparece la mueca de disgusto (arruga nariz) en el lado izquierdo. Por otro lado, el tirón de Trump es habitual en su saludo. Es llevar al adversario o interlocutor a su terreno. Lo hace con todos, pero hay que valorar la intensidad del tirón. Aquí, en comparación con los demás, ha sido media-alta", determina.

Por último, esta especialista en comunicación no verbal, también ha hablado de los "toquecitos" que los presidentes intercambiaron: el anfitrión le dio dos palmadas a Sánchez en las manos y éste respondió con un toque en el codo: "Dos toques sobre la mano significan "aquí mando yo", a lo que Sánchez contraataca con un golpe en el brazo (yo también mando)", concluye Patrycia.

Al final de la cumbre, Trump aludió a las discrepancias con España en relación al gasto en defensa durante su discurso de clausura. ¿"Estáis ya trabajando en el tema del PIB? Nos acercaremos", dijo durante el repaso por los países y líderes que acudieron a la ciudad egipcia de Sharm el Sheij para presenciar la simbólica firma del acuerdo de paz para la Franja de Gaza. El mandatario añadió a continuación que España estaba haciendo "un trabajo fantástico", por lo que parece que ambos países, con saludo incluido, han acercado sus posturas.