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La Antártida es el único continente de la Tierra que permanece libre de coronavirus. La pandemia ha llegado a los rincones más inhóspitos del planeta, pero este continente del hemisferio sur se mantiene, por el momento, sin casos de SARS-CoV-2.
Pero mantener el virus a raya tiene un precio alto: todos los proyectos de investigación del continente se han detenido. Ahora, 40 expertos zarparán en el Barco de Investigación Real James Clark Ross hacia el Atlántico Sur para tratar de salvar estas investigaciones y aun así no introducir el virus en el continente.
El equipo, formado por técnicos, buzos, guías de campo y otros expertos cualificados, recopilarán datos y tratarán de mantener y recolectar muestras biológicas durante los próximos meses, preparando el reinicio de todas las investigaciones para el próximo año, como recoge The Guardian.
Mantener el continente libre del virus ha requerido los esfuerzos de todos los expertos. El equipo técnico que ha viajado hasta allí ha pasado antes una cuarentena estricta y se han asegurado de que no viaja nadie que tenga el virus. Un esfuerzo que ha merecido la pena para tener un pequeño rincón del planeta libre de la covid.
El Gobierno ha logrado mantener su actividad de investigación y seguimiento de poblaciones comerciales de especies marinas en la Antártida después de participar en la reunión anual de la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida (CCRVMA).
En esta nueva cita anual, celebrada del 27 al 30 de octubre, ha participado una delegación española formada por expertos de la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. También contó con la participación de representantes del Instituto Español de Oceanografía, del Ministerio para la Transición Ecológica y del Ministerio de Asuntos Exteriores.
En esta reunión, celebrada por videconferencia, se aprobaron asuntos como el referente a la actividad pesquera que diversos miembros de la Comisión llevan a cabo.
Esta actividad se realiza bajo los auspicios y el asesoramiento del comité científico de la citada Comisión. Todos los barcos participantes deben de llevar al menos dos observadores científicos a bordo, uno de ellos internacional.
Las medidas de conservación acordadas permitirán continuar la pesca científica española, que proporciona los datos necesarios para el seguimiento de las poblaciones de peces en la Antártida por parte del Instituto Español de Oceanografía.
La CCRVMA fue fundada en 1982 por una convención internacional con el objetivo de conservar la fauna y flora marina de la Antárida, y como reacción al interés creciente en la explotación comercial del kril antártico y a la historia de una explotación excesiva de varios otros recursos vivos marinos del Océano Austral.