Alemania todavía trata de asimilar las terribles consecuencias del temporal de intensísimas lluviasconsecuenciastemporalintensísimaslluvias que han dejado más de 180 muertos. Las trágicas inundaciones han arrasado con todo a su paso, dejando imágenes que la propia Canciller, Angela Merkel, ha calificado de “fantasmagóricas”.
La mandataria alemana visitó este fin de semana las zonas más afectadas, situadas mayoritariamente en el oeste del país, y confesó sentirse sin palabras ante la devastación causada por las lluvias.
"El lenguaje alemán apenas tiene palabras para describir la devastación provocada aquí", dijo, antes de lamentar que, dados los terribles daños sufridos, la reconstrucción de las áreas afectadas llevará su tiempo.
“Estamos con vosotros, tanto el estado como el Gobierno”, dijo Merkel en una rueda de prensa acompañada por la ministra principal del estado de Renania-Palatinado, Malu Dreyer.
Con ella, precisamente, recorrió previamente la zona del desastre, dejando un gesto que ha trascendido ya las fronteras de Alemania y que ha sido alabado y aplaudido. Se produjo mientras ambas caminaban, cuando Merkel, de la Unión Demócrata Cristiana, decidió coger la mano de Meyer, del Partido Socialdemócrata de Alemania, algo que no pasó desapercibido para los usuarios en las redes sociales.
Desde la Red, han sido muchas las interpretaciones que se le ha dado, siendo varias de ellas complementarias: por un lado, muchos han visto en ello un gesto de unidad frente a la tragedia y el drama que ha sacudido al país; por otro, hay quien ha apuntado a la solidaridad y al respeto entre ambas pese a las diferentes opiniones políticas; pero por encima de todo, son otros tantos los que han explicado que Malu Dreyer sufre esclerosis múltiples desde hace ya muchos años y la canciller, conocedora de ello y de que, de hecho, la presidenta de Renania-Palatinado precisa ayuda para caminar, utilizando un transporte especial para largas distancias, le tendió su mano para realizar el camino juntas, acompañadas además por otro hombre que la sostenía el otro brazo.
Aplaudida por su gesto de humanidad, han sido muchos los que han subrayado que esta actitud debería ser natural y ni siquiera noticiable, lamentando, no obstante, que a pesar de ello a menudo lo que reine entre los políticos de formaciones diferentes sea siempre la rivalidad y la confrontación.