Carbis Bay: el rincón idílico del Reino Unido donde se reúnen los líderes del G7

  • Cornualles es en la actualidad el destino turístico favorito del país

  • Es pionero en proyectos sostenibles y se ha marcado el objetivo de conseguir cero emisiones netas de carbono en 2030

¿Por qué ha escogido el Gobierno británico Carbis Bay y St Ives para albergar la primera cumbre presencial de líderes del G7 desde que empezó la pandemia? Eso es lo que se preguntan los residentes de estos idílicos y tranquilos pueblos de Cornualles que en el pasado y también en la actualidad han sido elegidos por artistas y escritores que buscaban inspiración, como Virginia Woolf o Daphne du Maurier. Su belleza es una de las respuestas, pero no la única.

El Primer Ministro, Boris Johnson, puede presumir ante Joe Biden, Angela Merkel o Emmanuel Macron del lugar donde solía pasar algunos de sus veranos cuando era un niño. Y hablarles de sus imponentes acantilados, sus impresionantes playas, sus pueblos de pescadores, su tradición celta, su lengua y su rica historia, incluidas las leyendas del Rey Arturo.

Alojamiento de cine

Los líderes mundiales y sus delegaciones se alojan en el castillo de Tregenna, en una colina con imponentes vistas al mar, entre Carbis Bay y su vecina St Ives. Por este establecimiento, que se construyó en el siglo XVIII, han pasado desde el fallecido marido de Isabel II, el duque de Edimburgo, a David Attenborough, Judy Dench, Maggie Smith, Peter O’Toole o David Bowie.

Según el hotel, el Embajador de Adolf Hitler, Herr Von Ribbentrop, fue cliente en 1932 y más tarde dijo que "bajo ningún concepto se debía bombardear St Ives porque él deseaba vivir en ese castillo cuando ganasen la Segunda Guerra Mundial".

La cumbre se celebra en el hotel 'Carbis Bay', frente a la playa del mismo nombre. Construido en 1894, presume de su conexión con Virginia Woolf. La escritora pasó en él tres semanas en 1914. Su novela 'To The Lighthouse' (Al faro) se inspiró en el faro Godrevy, que se aprecia desde este establecimiento.

St Ives: destino favorito

Con las restricciones impuestas por el Gobierno para visitar destinos preferidos de los británicos, como España o Francia, Cornualles, el condado del Reino Unido con mayor kilómetros de costa, se ha convertido en el lugar escogido y soñado por muchos de ellos.

Y la localidad más demandada es St. Ives, donde han recalado y se han quedado a vivir muchos pintores y escultores, como Barbara Hepworth, cuyo museo, junto con Tate St Ives, es una de las atracciones más visitadas de Cornualles. "Muchos artistas han venido aquí por la luz. Es realmente especial. No hay muchos puertos iluminados por el sol de esta manera", explica a NIUS Mark Camp, autor de varios libros y guía turístico en esta zona del país durante más de veinte años.

Compromiso con el medio ambiente

Otra de las razones por las que el Ejecutivo de Boris Johnson, que ostenta este año la presidencia del G7, ha elegido Cornualles para acoger la cumbre es por el gran número de iniciativas que se llevan a cabo en este condado para luchar contra el cambio climático. Ese es precisamente otro de los grandes temas de esta reunión de líderes mundiales, que sirve de aperitivo para la próxima Cumbre del Clima de la ONU (COP26), que se celebra en noviembre en Glasgow (Escocia).

Cornualles se ha marcado el objetivo de conseguir cero emisiones netas de carbono en 2030, veinte años antes que el resto del país. Además, se considera un lugar pionero en tecnología ecológica y llama la atención por proyectos que aprovechan las singularidades de su entorno, como la piscina al aire libre cuya agua se calienta gracias a las rocas que hay bajo tierra.

De Biarritz a St Ives

Esta no es la primera vez que los líderes mundiales se reúnen junto a la playa. De hecho, la pasada cumbre del G7 se celebró en Biarritz en 2019. Sin embargo, a diferencia de esa ciudad francesa, Carbis Bay y St Ives no son destinos turísticos tan conocidos fuera del Reino Unido. Gracias a esta cita el Gobierno británico quiere que sean conocidos en todo el mundo.

Sin embargo, Mark Camp reconoce que hay un miedo entre los residentes a que los visitantes lleguen en masa y destruyan este ecosistema que tanto intentan preservar. "Queremos que vengan turistas y disfruten de Cornualles, pero que lo respeten. Es una tierra maravillosa que queremos proteger", concluye.