La lengua de Celia Villalobos le ha jugado malas pasadas, siempre. Su incontinencia verbal,adobada con un extrema sinceridad y un estilo directo la han colocado más veces de las que hubiese querido en el ojo del huracán político. Su último episodio aún resuena en los oídos de muchos pensionistas cuando aseguró en un plató de televisión que "hay ya un número importante de pensionistas que está más tiempo en pasivo, es decir, cobrando la pensión, que en activo, trabajando".
La mañagueña remató su desafortunado comentario asegurando que "tenemos la obligación de decirles a los que hoy tienen 45 años: cuidado, preocupaos del ahorro". Por si era poco el agravio cerró su discurso afirmando que "gracias a Dios, y eso es una gran noticia, nos morimos cada vez más viejos y cada vez mejor".
Pero si hay una imagen de la exalcaldesa malagueña y diputada del PP ha sido su monumental bronca al chófer que le daba servicio en el Congreso de los Diputados en 2007. El famoso grito indignada en el patio de la cámara baja llamando a Manolo mostró su lado más complicado: "¡Vamos!" "Vamos, Manolo" "¡Venga, coño!" "¡Al final el mío va a ser el último!, algo que completó con una frase que sentó mal hasta en su partido: "No son más tontos porque no se entrenan", afirmó mientras se subía al vehículo que conducía el ya famoso Manolo.
No sería algo tan incómodo eso de disfrutar del coche oficial y de chófer cuando años más tarde tras la irrupción de los nuevos partidos políticos, la Mesa del Congreso de la que formaba parte como vicepresidenta primera de la cámara, los miembros de Podemos y de Ciudadanos renunciaron al uso del coche oficial, algo que ella defendió asegurando que era "un instrumento más de trabajo".
Villalobos también se descubrió como una experta en Internet. Dos episodios en el Congreso de los Diputados la mostraron manejándose con habilidad con su tablet oficial. La primera de ella fue su 'pillada' mientras jugaba al popular juego 'Candy Crush Saga' mientras presidía el debate sobre el Estado de la Nación en la cámara baja en el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy tenía la palabra.
Las imágenes fueron captadas en febrero de 2015 por periodistas de La Marea que ubicados en la zona alta pudieron grabarla mientras pasaba pantallas de caramelos una detrás de otra. La polémica llegó hasta la dirección de su partido que intentó minimizar aquella metedura de pata. Por su parte, la vicepresidenta primera del Congreso aseguró que se limitaba a leer la prensa por Internet.
Tres años más tarde, en 2018, una cámara de televisión volvió a jugarle otra mala pasada. En esta ocasión, la exministra de Sanidad ocupaba el pasado mes de septiembre su escaño en el Congreso mientras el presidente Pedro Sánchez se sometía a la habitual sesión de control al Ejecutivo. Durante el debate, Villalobos curioseó con su tablet en una conocidad web de venta de ropa 'online'.
Las reacciones tampoco se hicieron esperar en esta ocasión y la oposición criticó con dureza su reincidencia: "Celia Villalobos lo ha vuelto a hacer. De pasar los Plenos jugando al Candy Crush a pasarlos comprando ropa online. Igual se aburre porque lleva demasiado tiempo en el Congreso. Concretamente, desde 1989".
Como no hay dos sin tres, a Villalobos se la volvió a sorprender viendo en su tablet escenas de la película infantil, 'Frozen'. Según la malagueña, lo que estaba haciendo era intentar cerrar el dispositivo y que "no había forma humana de cerrar" esa aplicación relacionada con la película que le encanta a su nieta. Fueron "15 segundos" en una sesión parlamentaria de 11 horas que a ella le tocó presidir durante ocho y media. "Fueron 15 segundos y me han destrozado", lamentó.
Villalobos también ha presumido siempre de su estilo directo y franco aunque este le haya jugado en algunas ocasiones auténticos quebraderos de cabeza. Recién llegados a la política nacional, los diputados de Podemos rompieron algunas de las normas de indumentaria que parecían imperar entre las bancadas del Congreso de los Diputados. Uno de los representantes más avezados de esta nueva estética fue el diputado de Podemos por Tenerife, .
Sus características trenzas al estilo rasta sorprendieron a muchos por la novedad. Una de las más críticas con aquello resultó ser Celia Villalobos que volvió a usar un plató de televisión para referirse a esta nueva realidad. Según la diputada malagueña, "a mí que un diputado de Podemos, o que fuera de PP o de donde fuera, lleve rastas, pues yo tengo sobrinos y familiares y chavales que llevan rastas, a mí con que las lleven limpias, para que no me peguen un piojo, me parece perfecto".
En plena crisis europea sanitaria y alimenticia de las 'vacas locas' la entonces ministra de Sanidad logró suscitar la crítica unánime de todo el sector cárnico español. En aquel momento, una frase de Villalobos provocó una auténtica alarma social al recomendar no usar productos que no estaban prohibidos por las autoridades sanitarias europeas.
Villalobos frivolizó en antena con los alimentos al afirmar que, 'le digo al ama de casa que no eche huesos de vaca cuando haga una comida, aunque ya no se venden, sino de cerdo'.
Lo que no explicó la exministra es que los huesos de vaca no habían sido prohibidos por el Gobierno, pudiéndose adquirir en aquel momento sin problema.