La 'Faucimanía' ha llegado al mercado americano: el experto en salud está hasta en los donuts

  • El doctor Fauci ya está en todas partes: tazas, camisetas, pasteles, velas, calcetines…

  • Sus últimas declaraciones: "A menos que tengamos el virus bajo control, la recuperación económica real no va a suceder"

El doctor Fauci no es un hombre que físicamente llame la atención, es menudo, más bien delgado y de baja estatura.

Se conserva bien físicamente pero su pelo canoso, las arrugas de su rostro, y sus pequeños ojos celestes que asoman detrás de unas finas gafas plateadas, delatan su avanzada de edad.

El doctor Fauci es el caballero que aparece cada día junto al corpulento presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las ruedas de prensa diarias que el mandatario ofrece desde la Casa Blanca para rendir cuentas acerca de la gestión del coronavirus.

Es el que más sabe de enfermedades infecciosas en el país, y líder del grupo de trabajo para la lucha contra la pandemia del coronavirus del Gobierno, con un curriculum vitae intachable que avala su destacada posición y exposición ante los medios de comunicación.

Por algo será que ocupa el puesto de director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos (NIAID por sus siglas en inglés) desde 1984.

El hombre que apacigua las aguas turbulentas en tiempos de coronavirus

Sin embargo, el doctor Fauci no tiene afán de protagonismo, a pesar de estar en primera línea de combate.

El septuagenario epidemiólogo se muestra tranquilo, sereno, y para una gran mayoría de los estadounidenses se ha convertido en un bálsamo relajante que apacigua las aguas más turbulentas en tiempos de coronavirus.

Es un hombre de ciencia, sincero y honesto, que no le sigue la corriente al presidente de los Estados Unidos cuando, en directo y ante millones de personas, se ha atrevido a corregir al Trump más arrogante. Eso sí, no necesita alzar la voz. Con su verdad, la verdad científica que le proporcionan el conocimiento y los años de experiencia, es suficiente para mostrar la cara más convincente al menos, en lo que a coronavirus se refiere.

Por todo ello, y mucho más, a medida que el Covid-19 se ha extendido en los últimos meses por los 50 estados del país, la popularidad y notoriedad del Dr. Fauci han crecido poderosamente. Y si hay algo en lo que los americanos son especialistas y expertos es en crear héroes.

Su imagen está en todas partes. Llegó la 'Faucimanía'

El Dr. Fauci ya está en la cima de esa heroicidad sin protagonizar ninguna película en la gran pantalla, aunque la realidad de brote de la pandemia supere a la ficción.

Tal y como sucedió con la octogenaria y notoria jueza del Supremo Ruth Bader Ginsburg, quien luchó incansable contra la discriminación de género y los derechos de las minorías, a través de su pensamiento más progresista de la sociedad despertó la admiración de mujeres jóvenes que la convirtieron en un icono pop.

Algo así le está pasado al doctor Fauci. Al igual que Ginsburg, su imagen está ya en todas partes: camisetas, sudaderas, tazas de café, calcetines, sábanas, velas, galletas, golosinas… Es lo que ya se conoce popularmente como la Faucimanía.

La cuenta de Twitter del Club de Fans del epidemiólogo se puede leer en un tuit fijo: “Si no estás enamorado de este hombre, ¿te importa la salud pública?".

La cara más dulce del doctor Fauci

Uno de los impulsores que ha diseñado y materializado toda una gama de productos merchandising, ya al alcance de los seguidores más fieles del Dr. Fauci, es el empresario Nick Semeraro, propietario de una la empresa familiar llamada Donuts Delite, ubicada en Rochester, Nueva York.

Los admiradores de Fauci pueden adquirir, a través de la página web de la compañía y en el restaurante que regentan los Semeraro, unas particulares rosquillas que muestran la imagen del Dr. Fauci en papel comestible, cubriendo el agujero central del pastel.

Es la manera de rendir un dulce homenaje a un hombre que lucha cada día por poner freno a la crisis del coronavirus:

"Nunca conocí a un tipo tan admirado por tanta gente. Jamás he escuchado un comentario negativo sobre él", ha manifestado públicamente Semeraro.

"En mi opinión, es una voz tranquila y fría en el caos", explicó refiriéndose a la actitud del Dr. Fauci y haciendo alusión a las conferencias de prensa que da junto al presidente Trump, porque “el Dr. Fauci hace un recuento de los hechos científicos y no convierte las sesiones informativas en un mitin político como suele hacer Trump”, señala Semeraro.

La demanda ha sido tal, dice el empresario, que “hemos tenido que abrir una línea adicional de teléfono para atender al público. Nos llegan pedidos de todo el país”.

La reputación del Dr. Fauci es tan respetada que en algunas camisetas con su imagen serigrafiada se puede leer, a modo de lema “In Fauci We Trust” (Confiamos en Fauci”).

Sus insistentes recomendaciones sobre las medidas de prevención que la población debe tomar para evitar los contagios del Covid-19 han prosperado en frases pintadas en las tazas de café donde se puede leer “Mantén la calma y lávate las manos”.

Otro artículo que está causando furor entre los usuarios son las velas, dirigidas a aquellos que consideren que el distinguido médico es la mejor luz de guía para afrontar la pandemia. “Encienda la vela en su honor o déjela apagada como decoración en las estanterías de su casa”, recomienda Jermaine Cooper, propietaria de la empresa Custom Face Design (“Diseño de cara personalizado”). Ella considera al Dr. Fauci “una señal de esperanza y un asesor de confianza”.

Los calcetines también han tenido mucho éxito. Cuando salieron al mercado, asegura Cooper, “se vendieron 100 pares en tan sólo dos días”.

Otros artículos tops: un videojuego llamado “La venganza de Fauci”, con efectos de rayos láser que salen de sus ojos”, o el “Ponche Fauci”, un cocktail hecho a base de vodka, limonada, flor de saúco y zumo de pomelo, servido en una bolsa con pajita.

La empresa de venta de productos por internet, Etsy, ofrece más de 3.000 artículos dedicados a la eminencia en medicina.

Popularidad al alza aún cuando contradice al presidente

Fauci se ha ganado el respeto de demócratas y republicanos, aunque sus asiduas rectificaciones al presidente han hecho que también se gane algunos enemigos entre los más conservadores. Ha sido blanco de insultos en las redes sociales al punto de que el gobierno se vio obligado a aumentar su seguridad y protección como medida de prevención.

En cualquier caso, aunque no llueva a gusto de todos, no hay duda de que Fauci se encuentra en un momento de popularidad al alza, algo que corroboran las encuestas y sus incondicionales seguidores.

Entre las razones que le dan ese rango, destaca su diplomacia y franqueza visibles a los ojos de todos, ya que en numerosas ocasiones y de manera pública, se ha mostrado contrario a las opiniones y discursos de Donald Trump.

La última discrepancia con el presidente Trump

La última opinión vertida por el experto en enfermedades infecciosas y contraria a las ideas del presidente tiene que ver con la reapertura del país. Fauci siempre se ha mostrado cauto y prudente al respecto, advirtiendo al presidente Trump del peligro que esto supondría, ante la posibilidad de que el brote pueda tener un repunte.

Un planteamiento radicalmente contrario al del mandatario republicano que, desde que comenzó la crisis por el Covid-19, se ha mostrado visiblemente impaciente y ansioso por reabrir la economía del país. Algo que, por otro lado, está vinculado estrechamente a su campaña de reelección de cara a las presidenciales de noviembre.

La reapertura del país precipitada puede ser contraproducente

A pesar de que Trump perdió el pulso con los gobernadores, que querían reabrir sus territorios cuando cada uno considerara conveniente, en algunos estados, en un ambiente de gran crispación, han surgido diversas concentraciones de protesta contra las órdenes de confinamiento.

La reacción del presidente fue de apoyo total a los manifestantes, llegando a decir que algunos gobernadores "han ido demasiado lejos" al imponer restricciones.

No obstante, a pesar de las presiones, Fauci lo tiene claro. En sus últimas declaraciones el lunes por la tarde dijo: “A menos que tengamos el virus bajo control, la recuperación económica real no va a suceder", asegurando que “si uno se precipita y se encuentra en una situación en la que tiene un gran pico con más casos de coronavirus, va a ser contraproducente”.

Fauci sabe que al presidente no está de acuerdo con su manera de verlo, pero asume el riesgo y se mantiene firme a sus convicciones.

Los rumores de despido

Y eso que no hace tantos días se llegó a especular con la posibilidad de su despido, cuando el Dr. Fauci, al ser preguntado por los periodistas, reconoció que si el Gobierno hubiera tomado medidas antes, "se podrían haber salvado más vidas".

Poco después el presidente republicano retuitó un mensaje con el hashtag #FireFauci (“Despedir a Fauci”).

Fue una falsa alarma, porque más tarde, declaró que tenía plena confianza en su asesor experto en salud y dijo de él que era “un tipo fantástico”.

También la Casa Blanca descartó las especulaciones sobre si Trump estaba considerando despedir a Fauci de su puesto como director del grupo de trabajo para la lucha contra el coronavirus del Gobierno.

Cuando a Trump le preguntaron si estaba `sincronizado´ con Fauci, este respondió: "Siempre lo hemos estado. Desde el principio".

“Deep State Department”, la teoría conspiratoria

Muchos recordarán también el video que se hizo viral en las redes sociales donde se ve reacción de Fauci cuando el presidente, en una rueda de prensa, lanzó su teoría conspiratoriaDeep State Department” sobre un presunto sabotaje contra su presidencia.

Al doctor se le escapó una sonrisa una mientras Trump se dirige a los periodistas presentes en la Casa Blanca. Fauci bajó la cabeza y se cubrió el rostro la mano, en un intento de no ser descubierto, pero las cámaras lo captaron con claridad.

Cuando el Dr. Fauci fue preguntado al respecto, lo justificó diciendo que “tenía un rasguño en la garganta y que tenía una pastilla en la boca se había quedado atorada”.

Otros encontronazos con el mandatario

Unas semanas antes, a mediados del mes marzo, el Dr. Fauci dijo en una audiencia ante el Congreso que Estados Unidos no estaba en condiciones de llevar a cabo las pruebas de coronavirus que se necesitan hacer.

El sistema realmente no está preparado para que lo que necesitamos en este momento”, dijo Fauci. “Eso es un fracaso. Admitámoslo”.

En su defensa, Trump responsabilizó al gobierno de Obama alegando la herencia que recibió cuando el republicano llego al gobierno.

Fauci y Trump también han estado en desacuerdo en otros temas, como el tiempo que podría conllevar el desarrollo de una vacuna y la efectividad de un medicamento contra la malaria, que Trump promueve, pero según Fauci “carece de resultados con base científica”.

Las diferencias entre presidente y su asesor son evidentes, pero se rigen por guías diferentes, y es que Fauci no tiene agenda política y se enfoca exclusivamente en el aspecto de la salud pública.

Una trayectoria intachable reconocida por seis presidentes estadounidenses

Anthony Fauci nació hace 79 años en Brooklyn (Nueva York) en el seno de una familia italoamericana. Asistió a la escuela de medicina en el Cornell University Medical College, donde se graduó el primero de su clase como Doctor en Medicina en 1966, para luego completar una un periodo de prácticas y residencia en el New York Hospital-Cornell Medical Center.

A lo largo de su brillante carrera ha trabajado bajo el mandato seis presidentes desde el gobierno de Ronald Reagan y nunca se ha identificado políticamente. Cabe destacar que el presidente republicano, George W. Bush, en 2008, lo honró con la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto galardón civil del país..

Se convirtió en jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en 1984, cuando el país atravesaba una profunda de la crisis provocada por el VIH. En alguna ocasión, Fauci ha recordado la enorme frustración al cuidar a los pacientes moribundos en el hospital de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) sin nada que ofrecer.

Pero el miedo y la confusión que provocan los brotes de contagio no son nuevos para Fauci, quien, durante más de 30 años ha manejado las terribles crisis provocadas por el VIH, el SARS, el MERS, el Ébola e incluso la dura experiencia que acusó el país en 2001 con el bioterrorismo con los ataques de ántrax.

El Dr. Fuici es un hombre de ciencia quien, con la humildad que le caracteriza, en más de una ocasión ha dicho: "Serví a seis presidentes y nunca he hecho nada más que contar la evidencia científica exacta y hacer recomendaciones de política basadas en la ciencia y la evidencia”.

Por todas estas razones, y algunas otras más, no sólo se ha ganado el reconocimiento y el respeto de los principales expertos del mundo en enfermedades infecciosas, sino que está en el camino de convertirse en un icono en la historia de los Estados Unidos.