EEUU alerta de disparos en el aeropuerto de Kabul mientras se llevan a cabo las evacuaciones

  • La Embajada de EEUU advierte que la situación de seguridad ha cambiado

  • EEUU pide a sus ciudadanos que se mantengan en un lugar seguro

  • Washington, desconcertada ante "la falta de resistencia" del régimen

La Embajada de Estados Unidos en Kabul ha informado de que la situación de seguridad en la capital de Afganistán ha cambiado "rápidamente", después de que supuestamente se hayan registrado disparos en el aeropuerto. "Hay informaciones de que se ha producido un tiroteo en el aeropuerto; por lo que estamos pidiendo a los ciudadanos estadounidenses que se mantengan en un lugar seguro", señala la Embajada de Estados Unidos en un breve aviso.

Este nuevo contratiempo se produce a medida que avanzan las tareas de evacuación de cientos de personas procedentes de las delegaciones diplomáticas presentes en Kabul, que en las últimas horas ya ha sido tomada por los talibán.

Los talibán están a punto de recuperar el poder en Afganistán tras 20 años de conflicto, después de una ofensiva fulgurante que les ha llevado a reconquistar la práctica totalidad de las capitales de provincia solo diez días después del comienzo de la retirada definitiva de las fuerzas internacionales, hasta culminar con el comienzo de las negociaciones para una rendición pacífica de Kabul y el abandono del país del presidente, Ashraf Ghani.

EEUU ya admite que el terrorismo se puede acelerar en Afganistán

El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, ha admitido este domingo que los grupos terroristas podrían reorganizarse en Afganistán antes de lo que se había previsto, asumiendo que la fulgurante conquista talibán beneficiará a grupos como Al Qaeda.

Así lo ha reconocido en una conversación con senadores en las que ha dado ya por obsoleto el plazo de dos años que venía estimando las Fuerzas Armadas para un potencial resurgir terrorista, según fuentes consultadas por el portal de noticias Axios. Milley se ofreció a dar más detalles al respecto en una reunión secreta.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que esta semana dijo no "arrepentirse" de completar el repliegue de tropas, ha hablado este domingo por videoconferencia con su equipo de seguridad nacional para conocer de primera mano la evolución de la situación en Kabul, según fuentes de la Casa Blanca.

También han examinado el progreso de las evacuaciones, para las que Biden ha autorizado el despliegue de unos 5.000 efectivos. Entre quienes han asistido al encuentro con Biden figura el secretario de Defensa, Lloyd Austin, que no oculta que "la falta de resistencia con la que se han encontrado los talibán por parte de las fuerzas afganas ha sido extremadamente desconcertante" para Washington, según la cadena CNN.

"Tenían todo a su favor, tenían 20 años de entrenamiento por parte de la coalición, una Fuera Aérea, buenos equipos y armas", ha dicho el jefe del Pentágono, que también ha reconocido que "el liderazgo no se puede comprar". "Eso es lo que hemos echado de menos en esta situación", ha lamentado.

Blinken sobre la evacuación de EEUU de Afganistán: "Esto no es Saigón"

Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha señalado este domingo que Washington mantendrá presencia diplomática en Kabul hasta que los talibán se hagan con el control de la capital y ha recalcado que el estado actual de la retirada estadounidense no es como la caótica salida de Vietnam en 1975.

Blinken ha enfatizado que la evacuación es ahora la "misión número uno" de la Casa Blanca y que la situación que se vive en este momento entre la delegación estadounidense no es como aquella caótica situación vivida en la Embajada de Hanói, la capital de Vietnam, en 1975. "Esto no es Saigón", ha aseverado.

Blinken ha seguido explicando que ambas situaciones no son comparables, pues en el caso de Afganistán, Estados Unidos sí ha logrado los objetivos que se marcó cuando invadió el país hace veinte años, acabar con la amenaza que suponía el líder de Al Qaeda, Usama bin Laden y reducir el área de influencia de la organización terrorista.