Rafael Mariano Grossi: “Es muy importante que el caso de Irán no se transforme en un fracaso en materia de no proliferación”

  • Entrevista a Rafael Mariano Grossi, director general de la Organización Internacional de la Energía Atómica

Politólogo y diplomático argentino, Rafael Mariano Grossi lleva unos pocos meses al frente de la Organización Internacional de la Energía Atómica. Sobre la mesa tiene principalmente un dossier, el de Irán. El pacto nuclear firmado entre Teherán y Estados Unidos con mediación de la diplomacia de la Unión Europea y participación como garantes de Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China, quedó contra las cuerdas cuando el ex presidente estadounidense Donald Trump decidió sacar a su país. Los demás signatarios siguieron formalmente dentro, pero a las nuevas sanciones estadounidenses siguieron los incumplimientos iraníes. Grossi consiguió en febrero que los iraníes sigan aceptando inspecciones, pero más limitadas. Los siguientes pasos, empujados en parte por el ‘canciller’ europeo Josep Borrell, podrían ver a Irán y Estados Unidos dando pasos coordinados para volver al acuerdo. Desde Viena, Grossi atendió a ‘NIUS’ por videoconferencia.

Pregunta: La diplomacia estadounidense y la iraní parecen aceptar que alto representante europeo Josep Borrell haga de mediador para volver de forma coordinada al acuerdo nuclear. ¿En qué situación están las negociaciones?

Respuesta: Tenemos diferentes actores que juegan diferentes papeles. Borrell tiene un papel como coordinador de las partes que suscribieron el acuerdo nuclear. Nosotros, el OIEA, es el garante del acuerdo. Controlamos que el acuerdo se esté cumpliendo en Irán. O no, como es ahora. Las negociaciones entre Estados Unidos e Irán ni siquiera han comenzado, no ha sido posible sentar a todos los miembros del acuerdo alrededor de una mesa.

P: ¿El nivel actual de enriquecimiento del uranio iraní es preocupante?

R: Lo que hay que tener en cuenta es a qué se comprometió Irán y cuál es la realidad. Uno puede enriquecer uranio. Muchos países lo hacen, pero todo depende de en qué marcó jurídico y político sucede. En el caso de Irán hay una larga y controvertida historia a través de la cual, en distintos momentos, se comprobó por ejemplo que Irán no estaba informando sobre actividades o instalaciones. Eso llegó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El acuerdo nuclear fue un borrón y cuenta nueva. En ese marco se acordó que Irán se limitara. Irán reconocía que las otras partes tenían una preocupación. Irán se comprometió a enriquecer cierta cantidad de uranio hasta cierto nivel de enriquecimiento. Pero cuando Estados Unidos se retira del acuerdo en 2018, Irán observa el acuerdo hasta que dice basta. Cuando dice basta fueron gradualmente incumpliendo, pero avisando al OIEA y que el OIEA siguiera inspeccionando. Irán va enriqueciendo más y a mayor grado. Y empieza a trabajar en áreas como la del uranio metálico, que es políticamente muy sensible por los fines a los que se le puede dar.

P: Avisando a la OIEA de esas violaciones.

R: Así es. Yo me encuentro en la paradójica situación donde verifico incumplimientos. Pero esto es lo que las partes toleran. Intentan negociar pero era muy difícil con la antigua Administración estadounidense. Ahora Estados Unidos dice que quiere volver el acuerdo y lo que nos tiene ocupados es el cómo, porque no es fácil. Estamos tratando de mantener el navío a flote porque además de todas las violaciones el Parlamento iraní aprobó una ley en diciembre según la cual Irán aumentará aún más sus capacidades nucleares y nos cierra más la puerta a los inspectores. No completamente pero bastante.

P: ¿Cree que con el nivel de inspecciones actual es suficiente para controlar las actividades iraníes?

R: No hubiese sido suficiente. Si Irán hacía lo que anunció y la OIEA no hubiera hecho nada no hubiese sido suficiente. Por eso yo fui a Teherán, me senté con ellos y les pedí que nos pusiéramos de acuerdo porque con ese nivel de restricciones yo no podía garantizar lo que sucedía en Irán. Entonces encontramos un acuerdo para que la OIEA pudiera seguir realizando ciertas actividades. Es un acuerdo que no nos da el mismo acceso que teníamos antes pero sí la capacidad de seguir verificando ciertas actividades.

P: La OIEA va a negociar con Irán en abril para discutir de dónde vienen los restos de uranio descubiertos en lugares donde en principio no hay presencia de actividades nucleares. ¿Cree que Irán tiene instalaciones secretas?

R: Ese es otro capítulo. Irán es un todo complejo. Eso tiene que ver con ciertos aspectos y ciertos hallazgos que hizo la OIEA en los últimos meses de partículas de uranio procesadas donde no debería haberlas habido, en lugares que Irán no había declarado como de actividad nuclear. Esto encendió muchas alarmas. Este proceso estaba estancado y lo que acordamos con Irán es que ahora empecemos un análisis. Ellos nos dieron explicaciones pero nuestros análisis nos dan para concluir que esas explicaciones no son técnicamente creíbles.

P: Irán siempre ha dicho que no tiene intención de desarrollar armamento nuclear. ¿Tiene usted razones para pensar lo contrario?

Lo que la OIEA hace es observar la realidad en el terreno. Afirmaciones políticas hay muchas y muchas más con los años. Es un tema en el que he trabajado muchos años. Le puedo decir que con los años se ha dicho mucho. Lo que la OIEA debe hacer es verificar. Irán sigue manteniendo que ellos no tienen ninguna intención de fabricar armas nucleares. Pero en estas materias lo que hacemos es verificar. Las palabras no bastan. Creemos en todo el mundo pero verificamos.

P: Si las cosas van mal e Irán se acerca a las armas nucleares, ¿qué consecuencias podría tener en la región? ¿Teme una era de proliferación?

R: Creo que es muy importante que el caso de Irán no se transforme en un fracaso en materia de no proliferación. Si este ocurriese esos escenarios no podrían excluirse. Sé que habría reacciones. Tenemos que evitarlas, no sólo por las reacciones, sino porque tenemos que evitar que un país importante como Irán se acerque al armamento nuclear. No porque sea Irán en particular, sería igual con cualquier país. La posesión del arma nuclear genera inmediatamente la aspiración de otros de tenerlas porque se consideran directamente amenazados. La preocupación es grande.

P: La Administración estadounidense da la impresión de querer volver al acuerdo pero siempre y cuando Irán dé marcha atrás y cumpla. Irán quiere que el movimiento sea simultáneo. ¿Cree que Irán ahora mismo quiere volver?

Lo que ellos me dicen es que en la medida en que comiencen a ver que Estados Unidos da los pasos para regresar ellos no tienen ningún inconveniente en volver a cumplir el acuerdo. No tienen problemas ni con el concepto del acuerdo ni con las restricciones que el acuerdo les impone. Este acuerdo tiene un quid pro quo. La fórmula es restricción, autor restricción, verificado por el OIEA, contra la eliminación de las sanciones económicas, relaciones comerciales internacionales, inversiones, etc. Esa es la esencia del acuerdo.

P: ¿Cómo cree usted que se podría volver al acuerdo?

R: A mí no me compete qué acuerdo es. Si es el mismo o no o si se le incluyen otras cosas. Lo que sí me compete es que la tarea que se me dé sea una tarea que yo pueda cumplir porque en las presentes circunstancias no lo puedo hacer. Lo que logré asegurar es una medida transitoria para evitar una situación de total apagón. Lo que les he dicho a los colegas iraníes y también a los firmantes del acuerdo es que las inspecciones del OIEA no pueden ser nunca más una ficha de negociación. Porque entonces alguien en algún momento las va a usar. Si queremos ir a un acuerdo estable, sólido y consistente, que arreglen lo que quieran en lo político, pero que no hagan de mis inspecciones ni un incentivo ni un castigo ni un opcional.

P: El Gobierno británico anunció que aumentará de 180 a 260 sus ojivas nucleares. Es un movimiento inédito desde el fin de la Guerra Fría. ¿Qué le parece? ¿No va en contra de los esfuerzos de desarme nuclear?

Es un tema que excede nuestra misión porque somos una agencia de no proliferación y el Reino Unido es un Estado poseedor de armas nucleares reconocido por el Tratado de No Proliferación (TNP) de 1970 que establece que había cinco países, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que podían seguir teniendo esas armas. Pero no para siempre. Ese mismo acuerdo tiene un artículo que dice que debe avanzarse hacia el desarme.

P: ¿Entonces aumentar el número de armas va contra el acuerdo?

Zapatero a tus zapatos, pero el TNP debe ser respetado. No voy a calificar el bien fundado de la decisión de un país poseedor de armas nucleares de tener más. Como ciudadano del mundo y como alguien que ha dedicado su vida al desarme y la no proliferación no es algo bueno. El Reino Unido tendrá que explicar, en el marco del TNP, cómo convive la lógica del esfuerzo hacia el desarme con un mayor número de ojivas nucleares. El TNP es la piedra angular del orden nuclear mundial.