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La policía británica ha detenido a cuatro hombres por su posible vinculación con la explosión de un taxi frente al Hospital de Mujeres de Liverpool. El conductor sobrevivió y se ha convertido en un héroe tras darse cuenta de que el pasajero llevaba una bomba casera y encerrarlo en el interior del vehículo, donde se hizo explotar muriendo en el acto.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha evitado valorar los hechos dado que hay "una investigación en curso", pero ha subrayado la "valentía" del taxista. La alcaldesa de Liverpool, Joanne Anderson, ha asegurado que David Perry se comportó de manera "heroica". En concreto, ha aplaudido que fuese capaz de salir del taxi y de "cerrar las puertas", lo que evitó "un desastre absolutamente horrible"
La Policía antiterrorista ha sido encargada de dirigir la investigación, con el respaldo de las fuerzas locales de Merseyside”, según anunciaron las autoridades en un comunicado. El fallecido en la explosión aún no ha sido identificado. El conductor herido se encuentra en estado estable en el hospital, aunque su vida no corre peligro.
La versión del taxista: Su pasajero explotó por error cuando iba a cometer un atentado
El taxista, David Perry salvado de milagro, ha contado al tabloide británico, que el pasajero le llamó la atención porque llevaba algo brillante en su ropa y se le veía mal. Perry ha contado que el hombre había pedido ir al homenaje de Conmemoración de la ciudad en la Catedral Anglicana de Liverpool a unos pocos kilómetros de distancia, donde se habían reunido 1.200 militares, veteranos y familias de los caídos.
Su versión -de la que los medios británicos no hablan- es que el hombre podría ser un posible terrorista que pretendía hacerse explotar en medio del homenaje a las víctimas británicas en las guerras de Irak y Afganistán.
Pocas horas después de la explosión, la policía detuvo, bajo los poderes especiales de la Ley Antiterrorista, a tres hombres de 29, 26 y 21 años. Horas después arrestó a un cuarto joven de 20 años en Kensington. Patrullas policiales y agentes acordonaban y cerraban el paso de la calle Boaler, en el barrio de Kensington de Liverpool, así como en la calle Sutcliffe.
La unidad antiterrorista de la Policía asumió desde un primer momento las pesquisas, pero no ha sido hasta este lunes cuando uno de sus responsables, Russ Jackson, ha reconocido que la principal hipótesis es que se trate de un incidente terrorista.