Alta tensión en las calles de Francia contra la reforma de las pensiones de Macron

  • A los chalecos amarillos se unen estudiantes, sanitarios, policías, camioneros y cientos de trabajadores de todos los sectores

  • Cerrada la Torre Eiffel, los principales aeropuertos y algunas estaciones de trenes

Macron vuelve a provocar las revueltas, las protestas y los enfrentamientos en las calles de Francia. Vivo aún el recuerdo de las protestas de los chalecos amarillos provocados por el intento de aumento de precio de los carburantes, que obligaron a Macron a ceder, la reforma de las pensiones promete ser aún más duro. La huelga general que ha paralizado el país hoy lo demuestra.

Prometió a su llegada al poder hacer reformas estructurales en una sociedad en la que los sindicatos son aún muy poderosos y en la que los ciudadanos salen a la calle en cuanto perciben que sus derechos adquiridos corren riesgos. Cierto que eso ha deteriorado, según muchos analistas, la capacidad de competitividad francesa, pero el alma social es así. A Macron le va a costar cambiar eso y pagará con su popularidad o su puesto las reformas. Veremos si es lo que desea.

La Plaza de la República en París se ha convertido en un auténtico campo de batalla por las protestas en contra de la reforma de las pensiones. Los agentes de policía han intentado amedrentar a los manifestantes con gas lacrimógeno y sprays de pimienta.

Incidentes y enfrentamientos en las calles

A los chalecos amarillos se han unido esta vez estudiantes, sanitarios, policías, camioneros y agentes de la Policía. Miles de personas en una treintena de ciudades, entre ellas la capital París, donde se han registrado por la tarde enfrentamientos entre manifestantes radicales y fuerzas de seguridad. La Policía ha lanzado gases lacrimógenos para contener a un grupo de personas que había perpetrado actos violentos en las inmediaciones de la plaza de la República. También se han registrado incidentes en Nantes, donde los manifestantes han lanzado objetos contra los agentes.

La Policía ha estimado a media jornada que más de 180.000 personas se habían sumado a alguna de las movilizaciones convocadas a nivel nacional, si bien la cifra era previa a la gran concentración convocada para la tarde en París. Las autoridades, además, han cifrado en 65 la cifra provisional de detenidos en todo el país, según la emisora Europe 1.

El metro de París apenas ha operado bajo mínimos, al igual que el servicio ferroviario, en el que solo ha circulado uno de cada diez trenes de larga distancia. La empresa estatal SNCF prevé que el tráfico de trenes se vea también afectado el viernes, con cancelaciones a un nivel similar a las de este jueves.

Por su parte, la autoridad de aviación civil ha confirmado en su cuenta de Twitter la anulación del 20 por ciento de los vuelos en los principales aeropuertos de la región metropolitana de París y en varios aeródromos regionales.

El paro también se ha notado en el sistema educativo, ya que casi la mitad de los profesores han secundado el llamamiento sindical, según datos del Ministerio de Educación. La Torre Eiffel, uno de los monumentos más visitados de toda Francia, ha cerrado sus puertas, al igual que el Museo de Orsay de París.

La movilización social deriva de la reforma de las pensiones planteada por Macron, que aspira a unificar los más de 40 esquemas contemplados actualmente por un único marco que, según el presidente, favorecería la igualdad entre los trabajadores.

Entre las preocupaciones expresadas por los sindicatos figura que el cálculo de las pensiones se haga en virtud de los ingresos obtenidos toda la vida laboral y la suspensión de planes de prejubilación para funcionarios como trabajadores del transporte público y personal médico, si bien el Gobierno todavía no ha terminado de concretar su proyecto. . Los trabajadores ferroviarios los marineros o los bailarines de la Ópera de París, por ejemplo, tienen un plan de pensiones que les permite jubilarse hasta una década antes que un trabajador promedio.