Raysean White, el hombre que grabó los disparos que asestaron los agentes de policía contra Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin, asegura que está traumatizado y que no puede dormir. Según comenta a CNN, solo se había cruzado con Blake un par de veces desde que se mudó al vecindario. Nunca habían hablado, pero siempre veía a los hijos de la víctima jugar juntos fuera de su casa.
White volvió a ver a Blake y sus hijos el domingo. Sin embargo, se percató de cómo la policía se acercaba al vehículo y grabó los disparos, que se produjeron mientras los tres niños estaban en el interior del coche. Blake se encuentra en condición estable en la unidad de cuidados intensivos, UCI, según el abogado Ben Crump, quien representa a la familia.
"Es perturbador mirar por la ventana donde vivo y ver a este hombre recibir siete disparos de la policía. Es muy perturbador para mí, pero estoy seguro de que los hijos de Jacob están mucho más traumatizados que nadie con esta situación", comentó White este lunes.
"Realmente espero que todos vean lo que está sucediendo constantemente en todo el mundo y en este país. Espero que realmente obtengan justicia para este hombre", añadió el hombre, que espera que el agente que realizó los disparos confiese haber usado fuerza excesiva o se disculpe por el tiroteo. Los oficiales de Kenosha recibieron la llamada de un incidente doméstico alrededor de las 17 horas del domingo, según fuentes oficiales.
El tiroteo se desarrolló en una calle residencial, repleta de edificios de apartamentos. La policía de Kenosha ha pedido a la División de Investigación Criminal de Wisconsin, que forma parte del Departamento de Justicia del estado, que se haga cargo de la investigación del tiroteo.
El video, visto por más de 10 millones de usuarios solo desde la cuenta de Twitter de Crump, ha provocado indignación en los vecinos de Kenosha, una ciudad de 100 000 habitantes ubicada en la costa del lago Michigan, entre Chicago y Milwaukee. El tiroteo de Blake se produce en medio de multitudinarias manifestaciones en todo Estados Unidos, que piden justicia en la lista, cada vez mayor, de personas negras asesinadas por la policía, incluidos los casos de George Floyd y Breonna Taylor.