Nueva York: las protestas de cientos de judíos ortodoxos contra las medidas del Covid-19 acaban en violencia

  • Un periodista y un hombre jasídico fueron agredidos por la comunidad judío ortodoxa

  • Multas de hasta 15.000 dólares por incumplimiento de las restricciones de la pandemia

  • La Diócesis de Brooklyn y organizaciones judías ortodoxas han presentado demandas contra la ciudad de Nueva York

La tensión en las calles de Nueva York se ha palpado en los últimos días cuando cientos de judíos ortodoxos han salido a protestar por las nuevas medidas de restricción tomadas por el gobernador del estado, Andrew Cuomo, ante el aumento de casos de Covid-19.

Cuando Nueva York parecía estar en su mejor momento de recuperación de la pandemia, e incluso cuando el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, dio luz verde para que todos los colegios abrieran sus puertas de nuevo (cerrados desde marzo), algunos barrios de los distritos de Brooklyn y Queen, donde se concentra la mayor comunidad judío ortodoxa de Nueva York, se convirtieron en “zonas rojas” o “puntos calientes” por los nuevos brotes de coronavirus registrados.

Fue entonces cuando Cuomo decidió cerrar, en 9 barrios de estos dos distritos, los centros escolares y los negocios no esenciales, además de limitar las reuniones a un máximo de 10 personas, o al 25% de la capacidad en los lugares de culto, para evitar el contagio entre la población.

"No vamos a ser privados del derecho que tenemos en Estados Unidos, como todos los demás en Estados Unidos, de observar nuestra religión", dijo el concejal Kalman Yeger entre la multitud que protestaba por las nuevas medidas, muchos de ellos sin mascarilla. “No me importa quién crea en el gobierno que puede detenernos. Están equivocados”

A las palabras de Yeger, se unió el activista comunitario, Heshy Tischler, quien ha denunciado durante los últimos días el reciente aumento de casos de coronavirus como un engaño. Además de insultar a la mujer de De Blasio con comentarios despectivos, megáfono en mano y frente a un oficial de policía, gritó dirigiéndose a los manifestantes: “¡Ustedes son mis soldados! ¡Estamos en guerra!" dijo. "¡Vamos a mostrarles que nuestras escuelas están abiertas y vamos a respetar a nuestros oficiales de policía!".

Ataviados con su tradicional vestimenta: chaqueta y pantalón negro, y sombrero y kipá del mismo color, y sus distinguidos tirabuzones, la comunidad judío ortodoxa de Nueva York protestó a lo largo de Avenida Kingston. Se encontraba especialmente alterada porque las restricciones se establecieron pocos días antes de la celebración de la festividad judía del Sukkot, (también conocida como Fiesta de la Cosecha), de una semana de duración, y que culmina el último día con la celebración del Hoshana Rabbah, una jornada marcada por un servicio especial en la sinagoga, en el que los adoradores realizan siete circuitos con su lulav y etrog, mientras la congregación recita los cánticos religiosos Hoshanot.

Las protestas de la comunidad judío ortodoxa comenzaron pacíficamente en el barrio de Borough Park (Brooklyn) el martes, horas después del anuncio de las nuevas medidas vigentes durante los siguientes 14 días. Los videos publicados en Twitter mostraban a grupos de hombres bailando mientras varias personas en la multitud ondeaban banderas de la campaña electoral del presidente Donald Trump.

Sin embargo, algunos judíos ortodoxos concentrados provocaron un incendio de basura en medio de la calle. Ante la presencia de las autoridades policiales, se escuchó a la multitud gritar “¡vete!”, “iros a casa!”.

La noche del miércoles se tornó mucho más conflictiva cuando un numeroso grupo de manifestantes rodeó a un reportero, Jacob Kornbluh, y luego agredieron a un hombre jasídico que, según los atacantes, consideraron que era desleal a la comunidad. Ambos incidentes fueron también capturados por las cámaras algunos testigos y compartidos igualmente en las redes sociales.

"¡Soplón!", se puede escuchar a un hombre gritando en un video, mientras la multitud golpea al hombre jasídico. Berish Getz, que fue identificado por un familiar que quiso mantenerse en el anonimato por miedo a su seguridad, tuvo que ser trasladado a un hospital de Brooklyn en graves condiciones.

El periodista Kornbluh, escribió en Twitter poco después de escapar de la angustiosa escena: “Me asaltaron brutalmente, me golpearon en la cabeza y me pateó una multitud enojada de cientos de miembros de la comunidad de la protesta de Boro Park, mientras me gritaban "nazi" y "Hitler", después de que Heshy Tischler me reconoció y ordenó a la multitud que me persiguiera por la calle”.

En otros dos mensajes, Kornbluh agradeció a los "policías heroicos" que lo salvaran de la violenta situación, y confirmó que iba a presentar una denuncia penal contra Tischler "por incitación y agresión física", así como "contra cualquier individuo que me haya golpeado".

El funcionario del gobierno, Jerry Nadler describió el relato como una "noticia aterradora": "Si bien esto puede ser una pequeña minoría dentro de una pequeña comunidad, es repugnante y los responsables deben rendir cuentas por tal violencia”.

La comunidad judía ortodoxa de Brooklyn es la más grande del mundo

Cerca del 20% de los judíos de los Estados Unidos vive en Nueva York, y conforman aproximadamente el 15% de los habitantes de la ciudad. Así, la “pequeña” comunidad judía que vive en Brooklyn a la que se refiere Nadler, es la más grande del mundo; y este distrito es también el más poblado de Nueva York, con 2,6 millones de habitantes. De sus numerosos barrios, sólo en el de Williamsburg reside una comunidad de más de 80.000 judíos. En el distrito de Queen, también afectado por las restricciones del coronavirus, conviven 2,4 millones de personas.

El lanzamiento de mapa “on line” para distinguir las zonas con rebrote

El gobernador demócrata Cuomo, que considera que la causa de los rebrotes se debe a la falta de uso de mascarillas, explicó en una rueda de prensa que un total de 20 códigos postales de "zonas calientes", incluidos en partes de los condados de Brooklyn, Queens y Orange y Rockland, tienen una tasa de positividad colectiva del 5,5%, superando cinco veces la tasa estatal: "Si miras esos grupos y esos códigos postales, se ve que hay una superposición con las grandes comunidades judías ortodoxas", dijo el gobernador del estado el martes que comenzaron las protestas.

La ciudad de Nueva York lanzó el jueves un mapa “online” para que la población pueda identificar qué zonas están sujetas a las nuevas restricciones para contener el rebrote del Covid-19, con tres niveles de cierre (rojo, naranja y amarillo), en el intento de evitar dentro de dos semanas una segunda ola de contagio. Las áreas naranjas, al igual que las rojas han tenido que cerrar también sus colegios, mientras que las zonas amarillas tienen restricciones un poco menos estrictas.

El alcalde de la ciudad ha declarado por su parte que la gente tiene derecho a protestar pero que debe hacerlo de forma pacífica: "Se trata de proteger la vida de todos. Se trata de todos los neoyorquinos. Dentro de estas áreas hay muchos tipos de personas", ha señalado De Blasio.

Multas de hasta 15.000 por incumplimiento de las restricciones

"El Departamento de Policía de Nueva York no tolerará que las personas hagan daño a otros. No tolerará los asaltos, los daños a la propiedad, el inicio de incendios. Todo eso es inaceptable", dijo, para advertir después que “quienes violen las normas sobre reuniones masivas podrían recibir una multa de hasta 15.000 dólares por día”. “La sanción por no cubrirse la cara o mantener el distanciamiento social pueden ser de 1.000 dólares por día”, aclaró.

La reacción de cuatro judíos ortodoxos que representan las áreas afectadas por el cierre, quedó reflejada en un comunicado en el que exponen que están “consternados por las palabras y acciones del gobernador Cuomo: "Él ha elegido perseguir un cierre científico y constitucionalmente cuestionable de nuestras comunidades". Los líderes religiosos judíos ortodoxos también se han quejado porque no fueron consultados antes de que el gobernador anunciara las nuevas medidas.

La comunidad católica también en contra del alcalde y el gobernador

La indignación por las restricciones del coronavirus no llegan sólo de parte de la comunidad judía ortodoxa. La Diócesis Católica Romana de Brooklyn, que tiene 1.5 millones de fieles, y 210 iglesias en Brooklyn y Queens, también dijo le había cogido por sorpresa el anuncio del gobernador.

El obispo Nicholas DiMarzio, de Brooklyn, condenó las nuevas restricciones como "indignantes" en un comunicado el martes por la noche: “Nos oponemos fervientemente a que se nos diga que reduzcamos aún más la capacidad, porque nos hemos adherido estrictamente a los protocolos Covid-19 y las medidas de seguridad han estado funcionando”, dijo. "La seguridad de los feligreses es primordial para la Diócesis de Brooklyn, pero la libertad religiosa de nuestros feligreses está siendo atacada injustamente".

“Es indignante que después de incurrir en un gran gasto para implementar todos los protocolos de seguridad, nuestras parroquias se vean obligadas a reducir la capacidad a un máximo de 10 personas en la zona roja y 25 personas en la zona naranja”, agregó. “Un rango de capacidad de 10 a 25 personas es una falta de respeto a los católicos y al clero, quienes han seguido las reglas”.

En respuesta a la sensibilidad de los creyentes religiosos, el gobernador ha dicho: “No me interesa si son judíos, católicos, musulmanes… Este no es un asunto de observación religiosa”.

"Queremos ser respetuosos, pero quiero ser muy claro: cuando el Departamento de Policía de Nueva York emite una instrucción, la gente debe seguir la instrucción", sentenció Cuomo.

Aún así, la Diócesis de Brooklyn y organizaciones judías ortodoxas han presentado demandas por separado contra las medidas tomadas el Gobierno de Nueva York.