Las protestas raciales dejan un reguero de muertos, heridos y detenidos en EEUU

  • Al menos 15 personas han muerto y cerca de 3.000 han sido arrestadas durante las protestas

  • La mayoría de los fallecidos y detenidos son afroamericanos

  • Los reporteros también son golpeados y arrestados durante las retransmisiones en directo

Estados Unidos se encuentra en una encrucijada desde que comenzaron las manifestaciones clamando justicia por el presunto asesinato del afroamericano George Floyd.

Marchas pacíficas, enfrentamientos entre manifestantes y autoridades policiales, infiltrados provocadores, robos, saqueos, incendios, destrozos urbanos en multitud de ciudades, toques de queda, gases lacrimógenos, pelotas de goma, cócteles molotov, atropellos, tropas de la Guardia Nacional invadiendo las calles... Gritos y pancartas: "Sin justicia no habrá paz", "Dijo que no podía respirar", "Decid su nombre: George Floyd"…

Es el crudo escenario en el que se encuentra inmerso Estados Unidos desde que el pasado 26 de mayo, en Minneapolis (Minnesota), el oficial de policía Derek Chauvin, durante más de ocho agonizantes minutos presionó el cuello de Floyd, ya inmovilizado en el suelo, provocando la muerte por asfixia del afroamericano de 46 años de edad.

El sospechoso, que se encontraba en su coche en el momento de la detención y no puso resistencia alguna, supuestamente había comprado un paquete de cigarrillos con un billete falso de 20 dólares en una tienda de comestibles.

Desde entonces y como consecuencia de la ola de protestas que se extiende por más de 40 estados del país, se han registrado al menos 15 personas muertas, cientos de heridos, y cerca de 5.000 han sido detenidas.

Entre los asesinados durante las protestas contra el racismo, la mayoría son afroamericanos, además de algunos policías y también algunos reporteros que estaban cubriendo las manifestaciones. El caso más famoso es la detención de un reportero de la CNN en el estado de demócrata de Minnesota. Su gobernador terminó pidiendo disculpas a la cadena de televisión y a sus empleados. Estas son algunas de las víctimas que se conocen hasta ahora:

Louisville, Kentucky

En Louisville, la ciudad más grande del estado de Kentucky, un hombre de raza negra, llamado David McAtee, de 53 años, propietario de un restaurante, perdió la vida el lunes tras recibir varios disparos de un policía que intentaba dispersar a una gran multitud en un aparcamiento, según ha declarado el oficial.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, ha manifestado en un comunicado que “el Departamento de Policía y la Guardia Nacional de Metro de Louisville fueron enviados para dispersar a los manifestantes cuando los agentes fueron disparados por lo que el fuego fue devuelto”, provocando la muerte de McAtee.

El alcalde de Louisville, Greg Fischer, por su parte, ha declarado que los oficiales involucrados en el incidente, no activaron sus cámaras corporales cuando ocurrió el tiroteo. El jefe de policía ya ha sido despedido.

McTee estaba desarmado en el momento del incidente y era conocido en su comunidad por ofrecer comidas gratis a los oficiales de policía que eran asiduos de su negocio.

Pero las protestas en Louisville no se han centrado sólo en el presunto asesinato de Floyd, sino también en la muerte de Breonna Taylor, una mujer negra asesinada en su casa de Louisville el pasado mes de marzo. La joven de 26 años, Técnico Médico de Emergencias, recibió ocho disparos de detectives de narcóticos que derribaron la puerta de su casa cuando fueron a entregar una orden de allanamiento. En el interior no se encontraron drogas.

Indianápolis, Indiana

En medio de los disturbios desatados en Indianápolis, la capital del estado de Indiana, dos personas fueron asesinadas el pasado fin de semana entre las que se encontraba el ex jugador de fútbol americano de la Universidad de Indiana, Chris Beaty, de 38 años.

Beaty era conocido entre los amigos como "Sr. Indianápolis”, además de ser considerado un destacado hombre de negocios de varios clubes nocturnos.

Las circunstancias del tiroteo no están claras de momento aunque al parecer, el hombre fue abatido cerca de su apartamento. Esa misma noche, otro chico de 18 años recibió un disparo mortal cuando estallaron las protestas en la ciudad.

Davenport, Iowa

Los detalles de la muerte de Italia Kelly, una joven de 22 años que recibió un disparo en la espalda, tampoco no se han esclarecido del todo.

Se sabe hasta ahora es que Kelly y una amiga se disponían a abandonar la protesta cerca de un centro comercial en Davenport, Iowa, cuando la situación en las calles se volvió más violenta: “Mi hija Italia fue asesinada mientras se subía al auto para salir de lo que debería haber sido una manifestación pacífica. Estamos tratando de recaudar dinero para cubrir los servicios funerarios”, ha lamentado su madre Sharon Kelly.

St. Louis, Misuri

La noche del martes se tornó violenta en St. Luis, una importante ciudad del estado de Misuri, a lo largo del río Mississippi donde, después de una protesta que comenzó de manera pacífica, se podían observar numerosas tiendas quemadas y saqueadas, además de rondar algunas personas tirando piedras a los oficiales. Cuatro policías dispararon sus armas.

David Dron, un capitán de policía retirado, de 77 años, que sirvió durante 38 años, fue asesinado a tiros por saqueadores en la casa de empeño de un amigo a la que acudió ex oficial respondiendo a una alarma, según dijeron las autoridades de St. Louis.

"Durante toda la noche, hicimos 25 arrestos por varios cargos. Y luego hubo 55 negocios que fueron robados y tenían daños a la propiedad", declaró el jefe de policía, John Hayden.

La víctima fue encontrada muerta en la acera frente a la tienda saqueada. La policía no ha revelado los detalles que provocaron el tiroteo, y nadie ha sido arrestado de momento.

En el intento de encontrar alguna pista, la compañía de servicio público de lucha contra el crimen, St. Louis Regional Crimestoppers, ofrece una recompensa de hasta 10.000 dólares (8.820.000 euros) por información que conduzca al arresto de la persona o las personas responsables.

Oakland, California

Otro agente federal, Dave Patrick Underwood, de 53 años, que estaba de guardia en el Edificio Federal y Palacio de Justicia durante una protesta en Oakland, California, perdió la vida cuando alguien disparó desde un coche. Su compañero, también recibió un tiro resultando herido.

El FBI dice que Underwood fue asesinado por una persona no identificada. El jefe de policía interino de Oakland cree que este, fue probablemente un ataque dirigido deliberadamente a oficiales uniformados.

Mientras tanto, el gobernador Gavin Newsom, quien habla de las protestas que siguieron a la muerte de Floyd como un ejemplo de personas "legítimamente indignadas por la forma en que se permite que persista el racismo sistémico", dijo sobre el asesinato de Underwood que "nadie debe apresurarse a relacionar este acto atroz con las protestas"

No obstante, muchos concluyen una evidente relación al haber aparecido pintada la entrada principal del Palacio de Justicia, con graffitis con mensajes en contra de la policía.

“Mi hermano, Dave Patrick Underwood, un oficial federal, fue asesinado el 29 de mayo mientras estaba de servicio durante los disturbios. Esta violencia debe acabar”, ha pedido su hermana. De momento nadie ha sido arrestado.

Underwood era hermano de Angela Underwood Jacobs, recientemente candidata republicana para ocupar un puesto vacante en el Congreso de los Estados Unidos al norte de Los Ángeles.

Reporteros atacados, heridos y detenidos en directo

Las protestas en Estados Unidos también han desencadenado una serie de ataques a reporteros, fotógrafos y operadores de cámara que han cubierto las protestas contra el abuso policial racista.

Hasta el momento se han registrado al menos 70 incidentes de ataques por parte de la policía y de manifestantes a profesionales de la comunicación. Han sido víctimas de disparos con bolas de goma y bolas de pimienta, expuestos a gases lacrimógenos, golpeados, amenazados e intimidados, e incluso sus coches han sido destrozados mientras estaban haciendo su trabajo.

En Minneapolis, Linda Tirado, fotógrafa independiente, ha perdido la visión en un ojo tras recibir el impacto de lo que ella cree que fue una bola de goma, descargada por uno de los agentes de la policía, mientras ella disparaba el objetivo de su cámara para captar las protestas.

La reportera de la CBS, Briana Whitney, fue atacada en directo mientras un manifestante se apropiaba de su micrófono, en Phoenix, Arizona.

En medio de los disturbios en Minneapolis, en el momento en el que realizaba una conexión en directo, un reportero fue detenido por la policía a pesar de haberse identificado, mostrar las credenciales y haber propuesto cambiar su ubicación para no interferir en el trabajo policial. Aún así, terminó esposado y arrestado, al igual que otros dos miembros del equipo.

“El periodista de CNN, Omar Jiménez, que es negro y latino, y su equipo fueron arrestados por agentes esta mañana temprano en Minneapolis. No muy lejos, el periodista de CNN Josh Campbell, que es blanco, dice que fue "tratado de manera muy diferente", tuiteó la CNN.

Otro arresto de un afroamericano con la técnica de la rodilla es captado por las cámaras

El uso de la técnica de arresto de estrangulamiento y otras maniobras en el cuello, como la que acabó con la vida de George Floyd, se han tratado de erradicar, o al menos de limitar, en muchos departamentos de policía de Estados Unidos.

Sin embargo, hay agentes que quebrantan la norma aun cuando el método no está autorizado en su jurisdicción, como se ha podido comprobar en Compton, en el condado de Los Ángeles (California), gracias a la grabación de un ciudadano.

En el video, que ha provocado enorme indignación, se puede observar el violento arresto de un hombre afroamericano, Dalvin Price, tumbado en el suelo boca abajo, mientras dos agentes lo sujetan.

“¡Estoy en el suelo!”, grita el sospechoso justo antes de que un tercer agente se acerque a su lado y golpee al detenido con la rodilla hasta en cinco ocasiones. No es el único oficial que le pega. Otro compañero, también se ensaña con el arrestado, que pasa de supuesto malhechor a víctima en cuestión de segundos.

Afortunadamente, en esta ocasión, no hubo ninguna muerte que lamentar: “Fui golpeado por razones que no tenían sentido. Si me hubieran arrestado y hubieran hecho lo que tenían que hacer, las cosas habrían ido bien", ha declarado Price.

La alcaldesa de Compton, Aja Brown, dijo que estaba profundamente conmocionada: "No toleraremos la violación intencional de los derechos en nuestra comunidad por parte de nadie, incluidas las fuerzas del orden", dijo.

El sheriff Alex Villanueva, quien confirmó que se estaba llevando a cabo una investigación sobre el uso de la fuerza, dijo que las imágenes fueron capturadas durante el arresto de un sospechoso que se creía que pertenecía a un grupo de saqueos en una farmacia”, hechos que el detenido niega.

"Creo que debemos entender el contexto más amplio de lo que sucedió en esa escena en Compton”, ha declarado Villanueva, aunque considera que este, “es un buen ejemplo de por qué necesitamos una cámara de vigilancia integrada en el uniforme de los oficiales. Nos hubiera dado una perspectiva diferente y todo el conflicto de principio a fin”.

El sheriff también ha criticado a la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles por recortar los fondos del departamento, que según dijo, dañará el programa de cámaras corporales.