Una reportera del Washington Post demanda al periódico por dos millones de dólares

  • A Felicia Sonmez se le prohibió cubrir cualquier noticia relacionada con agresiones sexuales tras emitir una declaración detallada de la supuesta agresión que ella vivió como víctima

  • En su demanda afirma que como consecuencia ha sufrido pérdidas económicas, humillación, vergüenza, angustia mental y emocional

La periodista Felicia Sonmez, reportera de noticias de política del Washington Post, ha demandado al periódico y a algunos de sus editores más destacados. Los acusa de haber sido discriminada por prohibirle cubrir noticias relacionadas con agresiones sexuales, después de que ella manifestara públicamente haber sido víctima de acoso sexual.

Cuando Sonmez se entrevistó en mayo de 2018 con uno de los responsables del Washintgon Post para optar por un puesto como reportera, unos días antes el periódico Los Angeles Times ya había publicado en sus titulares la noticia del despido de un periodista de su equipo, Jon Kaiman, acusado de haber agredido sexualmente a Sonmen.

Beijing el punto de partida

La supuesta agresión sexual había tenido lugar un año antes en Beijing, China cuando Sonmez trabaja como corresponsal y Kaima ejercía la presidencia del Club de Corresponsales Extranjeros en China. Unas semanas después de que los dos periodistas salieran a tomar unas copas juntos, Sonmez decidió denunciar a Kaiman ante la asociación profesional de periodistas de Beijing alegando que había sido víctima de una agresión sexual, y que no había podido defenderse porque estaba “demasiado intoxicada” de alcohol. Sonmez decidió dar este paso porque supo en esos días que otra mujer estaba acusando al periodista en los mismos términos. Kaiman fue investigado por su periódico y su brillante carrera sufrió una caída en picado tras abandonar su puesto en Los Angeles Times.

Durante aquella entrevista de trabajo con el Washington Post, a Somnez le preguntaron por qué había decidido hablar públicamente de su agresión, a lo que ella trasladó su preocupación porque Kaiman pudira dañar a otras mujeres en el futuro. Sonmez fue finalmente contratada y entró a formar parte del equipo de la sección de noticias políticas de última hora para cubrir temas relacionados con la Casa Blanca, el Congreso, campañas electorales, etc.

Pocos días después de su incorporación, dada la cobertura mediática que la noticia de Kaiman estaba teniendo, la periodista decidió preparar una declaración pública, cuya redacción fue revisada por la dirección del Washington Post.

El aspirante a la Corte Suprema acusado de agresión sexual

En aquellos días, el movimiento #MeToo, ya consolidado y en pleno auge, salpicaba a celebridades del mundo del entretenimiento, a políticos y otras personalidades relacionadas con la justicia como sucedió con el caso del candidato a la Corte Suprema nominado por el expresidente Trump, Brett Kavanauhg, acusado de agresión sexual. La profesora universitaria Christine Blasey Ford denunció en los tribunales que había sido víctima del aspirante a formar parte de la institución judicial más importante de los Estados Unidos cuando estaban ambos eran estudiantes en la escuela secundaria en la década de los 80.

La historia de Kavanaugh fue una de las más importantes reseñadas por la prensa en 2018. Era un tema que estaba dentro del alcance de la cobertura de Sonmez como reportera, pero los editores del Washington Post no le permitieron cubrirlo por su condición de víctima de un delito sexual.

La primera prohibición del Washington Post

Según los responsables del periódico, y así consta en la demanda presentada por la reportera, uno de los editores del Washington Post argumentó que no lo creían conveniente porque sus acusaciones contra Kaiman eran "demasiado parecidas" a las de Blasey Ford contra Kavanaugh.

También sus jefes tuvieron en cuenta la primera reacción de Sonmez cuando se puso a trabajar sobre el caso de Kavanaugh, puesto que inicialmente se le hizo “difícil de leer” y “dio una vuelta a la manzana” para reponerse. Al regresar a la oficina, continuó haciendo su trabajo.

Sonmez llegó a escribir un primer artículo sobre el caso de Kavanaugh por el que fue incluso felicitada por una de las jefas del periódico. Sin embargo, el día que la reportera emitió su declaración púbica sobre su acusación contra el excompañero periodista de Beijing, sus editores decidieron cancelar su aparición en el canal de televisión nacional MSNBC donde estaba previsto que hablaría los detalles de su su artículo, según consta en la demanda.

“Ahora me siento frustrada e incómoda de estar en la sala de redacción, pero no puedo informar sobre esta historia ...”, escribió Sonmez en un correo electrónico a sus jefes. "Siento que he estado al margen de esta historia por lo que me sucedió en Beijing ... y estoy totalmente en desacuerdo con la decisión".

Pero después del caso Kavanaugh llegaron otras prohibiciones y a la reportera no se le permitió cubrir ninguna historia relacionada con agresiones sexuales. "Cada día que se le prohibió a la Sra. Sonmez escribir una historia fue un acto de discriminación y/o represalia", argumentan los abogados de la periodista en los documentos legales presentados.

La prohibición finalmente se levantó a principios de noviembre de 2018, tras lo cual Sonmez escribió alrededor de dos docenas de historias sobre temas relacionados con conducta sexual inapropiada, informan sus abogados.

Segunda prohibición

Pasado cerca de un año, en agosto de 2019, la revista Reason publicó un largo artículo sobre el Kaiman, donde era calificado como uno de los hombres menos famosos que había sido derribado por el movimiento #MeToo, relatando las consecuencias que había tenido en su vida. Sonmez, por su parte, a través de Twitter pidió a la revista que revisara la publicación por las “inexactitudes” reportadas.

Y de nuevo el Washington Post volvió a vetar a la periodista de política, limitando el contenido de sus coberturas con respecto a temas de acoso y agresión sexual, previa supuesta solicitud de que eliminara el hilo de conversaciones que ella había publicado en Twitter en torno a Kaiman. También el reconocido periódico reprochó a su redactora que tratara de ser la “estrella” de su propia agresión sexual.

Suspendida temporalmente de empleo por el periódico

Unos meses después, en enero de 2020 Somnez comenzó a recibir amenazas de muerte tras de compartir en Twitter una noticia sobre las acusaciones de violación contra la estrella de la NBA, Kobe Bryant, poco después de su accidentada muerte en un helicóptero. Como consecuencia, Sonmez fue por un breve tiempo suspendida de empleo aunque no de sueldo.

Algunos editores mostraron su rechazo públicamente, al tiempo que la periodista pidió en repetidas ocasiones a sus jefes que le brindaran protección mientras le trasladaba a un hotel para tratar de mantenerse a salvo.

Cuando se le negó la posibilidad de escribir sobre las acusaciones de acoso sexual por parte de la exasistente personal de Joe Biden en el Senado en la década de los 90, Tara Reade, contra el líder demócrata entonces aspirante a la Casa Blanca, Sonmez volvió a escribir a sus jefes del periódico, diciendo: “Es simplemente discriminatorio que el Post prohíba a uno de sus reporteros cubrir la agresión sexual debido a su identidad como superviviente de agresión sexual que se ha presentado públicamente”.

"Solo quiero hacer mi trabajo", continuó. “He demostrado que puedo escribir con claridad, rapidez y autoridad sobre este tema; en todo caso, creo que mi experiencia me da una mejor comprensión de los matices, sensibilidades y responsabilidades en la cobertura de agresión sexual”.

Como resultado de la prohibición de cobertura, “Sonmez tuvo que explicar con frecuencia a los editores y colegas que no podía cubrir historias porque es víctima de una agresión sexual”, exponen los abogados de la periodista. También Sonmez dijo en privado a sus editores que la prohibición estaba dañando su salud y les suplicó que la levantaran, pero estos desestimaron sus peticiones.

La situación llegó a un punto crítico cuando en marzo de 2021, la reportera reveló públicamente el daño que le habían causado las acciones de los editores del periódico. La presión a la que el propio periódico fue sometido en las redes sociales donde calificaban su gestión como discriminatoria, la dirección del Washington Post levantó la prohibición.

“Pérdidas económicas, humillación, vergüenza, angustia”

La demanda interpuesta ante el Tribunal de Columbia contra el Washington Post y contra cinco editores de alto nivel de del periódico, entre los que se encuentra un exeditor que se jubiló en febrero, expone que, debido a las prohibiciones de cobertura, “a la Sra. Sonmez se le negó la oportunidad de cubrir muchas historias que eran de interés periodístico y recibieron una atención generalizada que habría llevado a una mayor exposición y avance profesional". También sufrió “pérdidas económicas, humillación, vergüenza, angustia mental y emocional, así como la privación de sus derechos a la igualdad de oportunidades laborales”, expone la demanda.

Sonmez, que encuentra bajo tratamiento de terapeutas y psiquiatras, también desarrolló un dolor severo en la mandíbula por rechinar los dientes debido al estrés, "habiendo tenido que someterse a dos intervenciones para aliviar el dolor”, aseguran sus abogados.

La perspectiva del Washington Post

En un de los artículos publicados por el propio El Washington Post en el que aborda el polémico caso de su reportera Sonmez, expone que el tema “giraba en torno a posibles conflictos de intereses, que se han complicado en la era de las redes sociales por los periodistas que a veces ofrecen comentarios públicos sobre los temas que cubren”. El periódico considera que “los tweets de Sonmez detallaban sus conflictos y críticas a los editores de Post”, además del “persistente acoso y trolling que recibió en línea cuando publicó sobre su experiencia”.

“Las organizaciones de noticias tradicionales –continúa exponiendo el Washington Post-, normalmente desalientan a sus periodistas de involucrarse personalmente en los temas que cubren o al menos de expresar opiniones directas sobre ellos en foros públicos, considerando que ambos comprometen la equidad en la información”. Sin embargo, “es inusual, si no inaudito, que a un reportero se le prohíba escribir sobre un tema con el que está familiarizado personalmente o que involucra los antecedentes del reportero”, reconoce el periódico. “Las organizaciones de noticias generalmente valoran estas experiencias en el sentido de que pueden ofrecer a los lectores o espectadores una perspectiva o una perspectiva especial”.

2 millones de dólares

Como era de esperar, todo este asunto a lo largo del último año y medio ha tensado considerablemente el ambiente en la redacción del Washington Post. Más de 300 trabajadores del periódico firmaron una carta en apoyo de Somnez después de su suspensión en enero de 2020.

La periodista ha solicitado un juicio con jurado bajo la Ley de Derechos Humanos del Distrito de Columbia, que prohíbe la discriminación en el lugar de trabajo sobre la base de su condición de víctima de agresión sexual. Espera ser recompensada por daños y perjuicios con una indemnización de 2 millones de dólares.