Las supersticiones de los vascos a la hora de comprar Lotería de Navidad: locuras por un número soñado y otras manías

Las terminaciones 5, 7 y 13 las favoritas de los vascos para la Lotería de Navidad
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Bilbao“Una vez soñé con un número concreto y estaba convencida de que iba a salir premiado en la Lotería de aquel año, así que fui por mi ciudad, de administración en administración, buscándolo y nada". Finalmente, "supe que estaba a la venta en Santurtzi (Vizcaya) y fuimos hasta allí". 77 kilómetros de ida y otros 77 de vuelta, con las manos vacías, porque "cuando llegamos se había agotado".
Dispuesta, como estaba, a hacerse con ese décimo, esta vitoriana lo encontró en una administración de Sevilla y pidió que se lo enviaran, "nos salió caro con los gastos de envío y demás", la anécdota la narra Itziar, una joven que asegura no ser supersticiosa, pero que se dejó llevar por un “pálpito”.
Algo parecido nos relataba una bilbaína, a las puertas de la icónica administración Azkarreta de Bilbao, en su caso también la revelación ha venido en formato sueño: “Llevo varios días soñando que me va a tocar y que me va a tocar”, relata. Eso sí, esta vez el sueño es algo más críptico, porque “no sueño con el número, sino con que voy a ganar un millón de euros”. Así que esta mujer se ha acercado a Azkarreta para comprar un décimo “el que me den” y “a confiar en la suerte”. Habrá que esperar al próximo 22 de diciembre para saber el desenlace de esta historia.
Manías más frecuentes
Al margen de estas dos mujeres, la mayoría de los vascos que estos días se acercan a comprar un décimo de lotería se muestran más pragmáticos y aseguran no hacer concesiones a creencias irracionales: “Yo no tengo problemas con un número u otro”, “Cojo el que me da al ojo cuando llego a la ventanilla” “¿Supersticiones? No, no, qué va”.
Sin embargo, la historia cambia cuando quien habla es quien dispensa los décimos. Tras años haciéndolo, los loteros saben bien que son muchas las supersticiones, manías o, como quiera llamarse, que mueven a las personas a la hora de escoger los décimos. “Tenemos clientes que compran el mismo número desde hace 80 años”, señalan en la bilbaína Lotería la Cruz, donde tienen una lista de personas a las, por ejemplo, guardan con celo el ‘01097’, que coincide con el año de la fundación de esta administración del Casco Viejo con 118 años de historia.
Una de las terminaciones más cotizadas es, paradójicamente, el número 13 que “se suele asociar a la mala suerte, pero a pesar de eso, la gente lo quiere”: “No puedo ponerlo en ventanilla porque es que vuela”. Las terminaciones en 5 y 7 destacan como otras de las favoritas entre los vascos, “sin embargo, el 2 es una de las que menos vendemos”.
Los loteros saben que hasta la ventanilla llega desde quien prefiere que sean ellos los que elijan el número al azar, a quienes lo llevan muy bien pensado, "bien porque es el que cogen siempre, porque han soñado la numeración o porque coincide con alguna fecha importante".
Y hasta aquí las manías, más o menos, confesables de los vascos a la hora de comprar décimos para la Lotería de Navidad. Por cierto, que el desenlace de la historia con la que arrancábamos estas líneas, la de Itziar, que un buen día soñó con un número y pensó que podía ser el del 'Gordo' acabó sin premio, pero no le quitó las ganas de seguir soñando: "Hay que intentarlo, si no fijo que no te toca".

