Seattle: nace la comuna CHAZ

  • Los activistas han declarado en las inmediaciones a las dependencias policiales la “Zona Autónoma de Capitol Hill” o CHAZ

  • Un rapero se pasea con una AK-47 patrullando las barricadas

Desde que George Floyd fue asesinado el pasado 25 de mayo, las protestas contra la violencia policial hacia los afroamericanos en Estados Unidos persisten, aunque en los últimos días, en algunos estados se han visto reducidas con menor número de asistentes y menos actos vandálicos. En algunas localidades, las autoridades han dado incluso muestras de solidaridad hacia la causa de los manifestantes que se han concentrado de manera pacífica.

Sin embargo, en Seattle, la capital del estado de Washington, la situación ha quedado fuera del control de la policía en el área que rodea al Capitolio. El lunes se cumplirá una semana desde que la policía abandonara la comisaría del centro de la ciudad vandalizada por los graves disturbios causados en las noches anteriores.

Fue en ese momento cuando los manifestantes decidieron montar barricadas en torno al capitolio. Cortaron las carreteras, blindaron las calles y en una zona que abarca seis avenidas se han "hecho fuertes". La “Zona Autónoma de Capitol Hill”, también conocida como CHAZ (por sus siglas en inglés) se ha convertido en el símbolo de resistencia contra la violencia policial.

Menos policía y más dinero para la comunidad vulnerable

"Este espacio es propiedad de la gente de Seattle", se puede leer en una de las pancartas ubicadas en la nueva frontera del CHAZ, donde se han instalado algunas tiendas de campaña y un monumento en homenaje a George Floyd.

Cientos de personas que se concentran cada día, realizan lecturas de poesía, escuchan música, cantan, proyectan películas; hay protector solar, agua y comida vegana gratis; un puesto de perritos calientes (no gratis), desinfectante de manos para todos. Incluso hay espacio para un "huerto urbano". En ausencia de la ley, ha surgido una comuna.

"Nos vemos obligados a construir nuevas parcelas porque la gente nos da muchas plantas", ha dicho Marcus Henderson, un activista que trabajaba en los jardines. Es más, piden dinero para los afroamericanos, para que puedan vivir una "vida digna". La voluntad son 10 dólares.

En las entradas a la misma, se pueden observar hombres armados, denominados "voluntarios para la seguridad". No quieren policías armados, aunque su espacio ya se controla con armas. "Expulsar a la fuerza policial es el primer paso hacia un futuro diferente y no violento", declaraba un manifestante a la revista Insider a principios de semana.

El liderazgo de CHAZ, es casi completamente negro y está explorando formas de evitar que el espacio se "agote". Entre ellas, hay debate sobre si cambiar el nombre de la comuna de CHAZ a CHOP, porque "en realidad", dicen, "no queremos iniciar un proceso de secesión".

Seattle, un campo de batalla

Antes de que la improvisada comunidad al más clásico estilo hippy - aunque con máscaras faciales y vestimenta nada setentera-, se apropiara del CHAZ, los enfrentamientos entre manifestantes y policía habían convertido a Seattle en un campo de batalla. Coches quemados, negocios saqueados y ataques a las autoridades con piedras, que como contrapartida utilizaron gases lacrimógenos y gas pimienta, así como granadas y bolas para ahuyentar a los civiles.

Tanto la ciudad de Seattle, como el estado, son demócratas. Y hacía décadas que no se vivía un enfrentamiento entre las autoridades del mismo partido. Por un lado, el gobernador Jay Inslee pidiendo contundencia a la policía y, por otro la alcaldesa de la ciudad, también demócrata Jenny Durkan suspendiendo la utilización de gas lacrimógeno un mes. Todo en un ambiente extraño, en el que el propio gobernador dijo desconocer que existía una zona fuera de la ley en Seattle.

La alcaldesa, por su parte, ha pedido disculpas a los manifestantes. "En una noche no se arreglan cientos de años de racismo sistémico", asegura.

#blacklivesmatter demanda a la ciudad

En este ambiente, en el que también se vive el post- coronavirus y sus consecuencias devastadoras para el empleo con medio millón de empleos destruidos, la ciudad se enfrenta a demandas millonarias. El despacho de abogados Seattle Perkins Coie, la Unión Americana de Libertades Civiles y la Facultad de Derecho de la Universidad de Seattle presentaron una demanda contra la ciudad en nombre de “Black Lives Matter” (el movimiento surgido en 2013 en las redes sociales como consecuencia de las muertes de afroamericanos a manos de policía estadounidense, y que ahora ha cobrado fuerza con el asesinato de Floyd en Minneapolis, Minnesota, quien murió a manos de un policía blanco).

"Casi todas las noches, el Departamento de Policía de Seattle (SPD) ha usado indiscriminadamente fuerza excesiva contra manifestantes, observadores legales, periodistas y personal médico", dice la demanda, que alega que, hasta el lunes 8 de junio, agentes de policía recurrieron a los gases lacrimógenos a pesar de una moratoria de 30 días, privando a los manifestantes de sus derechos de la Primera Enmienda y la Cuarta Enmienda, al someter a la multitud a una fuerza excesiva.

“Con excepciones limitadas, estos manifestantes han sido abrumadoramente pacíficos. Pero casi todas las noches, las tácticas de aplicación de la ley de la ciudad para disuadir estas protestas han aumentado en severidad”, recoge la demanda.

La instancia solicita reducir los fondos de la policía para gastar más en salud y otros servicios comunitarios, mejores políticas disciplinarias para la policía y la retirada de los cargos penales contra todos los manifestantes.

Un día después de la presentación de la demanda, la alcaldesa de la ciudad cerraba las comisarías de la zona y ordenaba la retirada de las fuerzas de seguridad. La responsable de la policía y del dispositivo utilizado durante las violentas manifestaciones, Carmen Best, de disculpó: "Sé que la seguridad fue destruida por muchos, por las imágenes, el sonido y el gas, más adecuados de una zona de guerra, y por eso, lo siento", añadiendo que "los manifestantes lo han solicitado, quieren que las calles estén abiertas para marchas pacíficas, y vamos a facilitarles esa oportunidad".

Fue entonces cuando el Departamento de Policía de Seattle retiró las barricadas del exterior de la zona que custodiaba sus dependencias policiales , las abandonaron y los manifestantes, ocuparon el terreno.

Guerra de Tuits entre el presidente, y el gobernador y la alcaldesa de Seattle

Por su parte, Donald Trump, quien en medio de las protestas se ha proclamado el presidente de la “ley y el orden”, ha dicho en Twitter: “Los terroristas domésticos se han apoderado de Seattle, dirigida por demócratas radicales de izquierda, por supuesto. ¡LEY Y ORDEN!", considerando que el gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, estaba "haciendo el tonto".

"Recupere su ciudad AHORA. Si no lo haces, lo haré yo", escribió el mandatario el jueves. “Esto no es un juego. Estos terribles anarquistas deben ser detenidos cuanto antes. ¡Moveos!”, recalcó mientras amenazaba con utilizar al Ejército para sofocar las protestas.

La alcaldesa de Seattle, la misma que había permitido disparar con gas pimienta a los manifestantes, defendió el derecho a la protesta "pacífica" para advertir al presidente de que la ciudad no aceptará el despliegue del Ejército para detener las manifestaciones. "No sólo no es bienvenido, sino que podría ser ilegal. Haz que todos estemos a salvo. Vuelve a tu búnker", añadió.

El rapero Raz Simone se pasea por el CHAZ armado con una AK-47

Mientras el presidente, la alcaldesa, el gobernador y la jefe de policía de Seattle se enfrentan a una cruzada en las redes sociales, en la nueva comuna, donde supuestamente reina la paz, parece que no todo es amor… El rapero y activista Raz Simone, se pasea por la “Zona Autónoma de Capitol Hill” con una AK-47 y una pistola, para patrullar las barricadas.

En un video publicado en las redes, Simone, quien ha sido señalado por algunos medios de comunicación como el “señor de la guerra”, fue grabado mientras presuntamente agredía a otra persona por pintar un graffiti en el CHAZ. "Somos la policía de esta comunidad ahora", se escucha a una persona en la grabación.

Ante el reguero de comentarios por los usuarios de las redes sociales, en su cuenta de Twitter, con cerca de 22.0000 seguidores, dijo el cantante afroamericano: "Fue un gran diálogo negro y hombres disculpándose entre sí, abandonando el orgullo. Todos nos abrazamos, lo gritamos y fue hermoso". El rapero de 30 años, en un video de YouTube, insta a otros manifestantes armados a proteger el área, aunque niega haberse hecho cargo del CHAZ.

En el improvisado CHAZ, aseguran al diario Mynortwest que "ellos no prohiben las armas en la comuna". De hecho, las llevan porque se sienten "amenazados por grupos locales de supremacistas blancos. Estamos utilizando nuestro derecho y portando armas". En las entradas a la comuna hay personas armadas que supervisan por seguridad.