Sin ayuda internacional y a la espera de inversiones: el panorama económico que afrontan los talibanes

  • El país depende en buena medida de la financiación internacional, pero organismos como el FMI han congelado la ayuda

  • Los talibanes buscan atraer a países como China para explotar materias primas como litio o cobre

  • El presidente del Banco Central Afgano augura un panorama de inflación, depreciación de la moneda y control de capitales

¿Qué horizonte económico afrontan los talibanes en Afganistán? De momento, uno en el que la ayuda financiera internacional seguirá siendo clave. "Acabamos de dejar atrás una era de guerra y destrucción y entramos en una nueva fase en la que el pueblo de Afganistán necesita la ayuda de otros países", ha pedido el portavoz internacional de los insurgentes, Suhail Shahin, en declaraciones a la cadena estatal china CGTV.

"Los países deberían venir y ayudarnos en salud, infraestructura, capacitación y varios otros sectores necesarios", ha agregado.

Según el Banco Mundial, la economía del país "está marcada por la fragilidad y dependencia de la ayuda [internacional]", que supuso un 22% de la renta nacional bruta en 2019 y casi un 50% hace 10 años. El contexto: un sector privado reducido y limitado por la inestabilidad política y la inseguridad, con la mayor parte del empleo (un 44%) concentrado en la agricultura de baja productividad.

"En el presupuesto de Afganistán, aproximadamente un 80% proviene de los organismos multilaterales como son Naciones Unidas y el Banco Mundial", explica José Miguel Calvillo, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Complutense de Madrid y experto en el asunto afgano. "Esta falsa estrategia de moderación que están llevando a cabo los talibanes va un poco en la línea de no perder esa cantidad de dinero", añade.

Sin embargo, el horizonte promete ser complejo para los insurgentes. El Fondo Monetario Internacional ya ha informado de que suspenderá su ayuda a Afganistán por la incertidumbre en el país.

"Como siempre, el FMI se guía por las opiniones de la comunidad internacional", dijo el miércoles un portavoz a la agencia AFP. "Actualmente, existe una falta de claridad dentro de la comunidad internacional con respecto al reconocimiento de un gobierno en Afganistán, como resultado de lo cual el país no puede acceder a los DEG (derechos especiales de giro, nota) u otros recursos del FMI", explicó.

El organismo debía pagar un tramo final de ayuda a Kabul de un programa aprobado el 6 de noviembre de 2020, por un monto total de 370 millones de dólares. Quedaban por pagar unos 105,6 millones del paquete de asistencia, concedido en el marco de la Facilidad de Crédito Extendida para hacer frente a los efectos de la pandemia.

China y las materias primas por explotar: hierro, cobre, litio

En la entrevista con el canal chino, el portavoz abrió las puertas de un país con muchas materias primas. "El mundo puede explorar nuestros recursos nacionales y naturales. Esta es una invitación general a todos los países que nos están ayudando en este delicado período de nuestra historia", ha explicado Shahin.

Por estos días, un informe de 2010 del Pentágono en el que participaron científicos del United States Geological Survey toma plena vigencia. Los expertos calculaban entonces que el país, uno de los más pobres del mundo, contaba con casi un billón de dólares (unos 850.000 millones de euros) en riqueza mineral, gracias a la enorme cantidad de hierro, cobre, litio y cobalto.

Mientras la mayoría de esos recursos permaneció prácticamente intacto y sin explotar por la violencia del conflicto, su precio internacional no ha hecho más que dispararse por la demanda provocada por la transición a la energía verde que representan, por ejemplo, los coches eléctricos. A diferencia de la Unión Europea o de Estados Unidos, China ya ha avanzado que espera tener "relaciones amistosas" con los talibanes.

"China es la potencia regional o mundial que está influyendo directamente en la legitimación del movimiento talibán, y lo está haciendo a cambio de dos cuestiones", dice Calvillo. "Una primera basada en términos de seguridad: tener estable la frontera afgana con china. Y en segundo lugar, una posición privilegiada en la explotación de los minerales. A cambio, Pekín va a legitimar el movimiento y seguramente centralizará una importante cantidad de ayuda financiera", añade.

El cultivo ilícito de opio y un panorama con inflación y pocas reservas internacionales

En tanto, el cultivo ilegal de opio aumentó en 2020 un 37% respecto a 2019 en el país, responsable de más del 80% a nivel global, según los cálculos de la ONU. Las estimaciones indican que los talibanes obtuvieron 460 millones de dólares de esta sustancia el año pasado, aunque también sacan ganancias con impuestos en las rutas que controlan. Los insurgentes han asegurado esta semana que no habrá más cultivo.

"La economía ilícita representa una parte importante de la producción, las exportaciones y el empleo, e incluye la producción de opio, el contrabando y la minería ilegal", apunta el Banco Mundial.

En este contexto, los talibanes tendrán que gobernar con pocas reservas, apenas un 0,1% o 0,2% del total, de acuerdo con los cálculos del presidente del Banco Central Afgano (DAB), Ajmal Ahmady. Las reservas "nunca estuvieron en peligro", señaló en Twitter el economista:

Además de los activos congelados, el diagnóstico del banquero incluye inflación, depreciación de la moneda y controles de capitales obligados. "Los talibanes han ganado militarmente, pero ahora tienen que gobernar. No es fácil", concluyó Ahmady.