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Tonya Meisenbach, una mujer estadounidense de 48 años, perdonó a su marido después de que la rociara con un líquido inflamable y le prendiera fuego accidentalmente. La mujer ha tendo que soportar un tratamiento reconstructivo, de 2,4 millones de euros, y está solo a la mitad del proceso de curación después del incidente.
El trágico accidente ocurrió en diciembre de 2018 cuando Tonya y su esposo, Donald, se relajaban en su jardín, preparándose para cocinar una barbacoa al aire libre. Desafortunadamente, mientras el hombre preparaba el fuego, la mujer se inclinó y el líquido para encendedor le salpicó el brazo, la cara y el cabello, lo que provocó que se incendiara.
Tonya, vecina de Atlanta (Georgia, EEUU) fue trasladada de inmediato al hospital, pero sus quemaduras eran tan graves que le indujeron un coma durante dos meses. En este intervalo de tiempo, los médicos le practicaron extensas cirugias reparadoras, incluido un injerto de piel en toda la cara, según publica 'The Sun'.
La mujer estuvo un total de seis meses ingresada en el hospital. Incluso cuando fue dada de alta, regresaba regularmente para someterse a cirugías. Su marido, Donald, estaba devastado por lo ocurrido y muy enfadado consigo mismo. Nunca se separó de su lado y le escribió un diario para que Tonya lo leyera una vez saliera del coma.
El hospital en el que se ingresaba Tonya le proporcionó algo más de dos millones de euros para afrontar el coste de sus cirugías, pero no pudo abonar más, y la mujer carecía de seguro. No obstante, para su fortuna, el personal médico solicitó asistencia estatal y logró asegurarle su financiación adicional. En total, las cirugías han costado más de 2,4 millones, pero el proceso solo va por la mitad.
"Estabamos preparando una barbacoa una semana antes de la Navidad de 2018. Se hizo tarde, por lo que decidí entrar y buscar la carne para hacer la cena. Cuando volví a salir, me acerqué para poner la carne en la parrilla. Mi esposo todavía estaba encendiendo el fuego, no me di cuenta. Entonces, los chorros del encendedor impactaron en mi pelo, mis brazos y mi ropa. Y todo se prendió como fósforo", ha señalado Tonya recientemente respecto al trágico suceso.
"Después de eso, estuve en el hospital durante seis meses. Durante los primeros dos meses, debido al dolor y al hecho de que tenía que operarme todas las semanas, me pusieron en coma inducido médicamente. Tuvieron que injertar piel en toda mi cara", ha añadido Tonya sobre el proceso de recuperación.
La mujer asegura que se pasó un mes tratando de orientarse. "Cuando me desperté, estuve tratando de orientarme trabajando con fisioterapeutas. Todos mis músculos se habían atrofiado. No podía caminar, ni tragar. Ni siquiera podía moverme en la cama", ha precisado.
Tonya agradece el apoyo de su marido, quien dice que todavía sigue enfadado por su acción accidental. La mujer todavía afronta su recuperación. "Todavía tengo un mínimo de 15 a 20 cirugías más por hacer. Si se quema más del 50% de su cuerpo, puede esperar tener entre 50 y 100 cirugías a lo largo de su vida. Yo me quemé más del 35%", ha comentado.
Tonya confía en volver a disfrutar de su gran pasión, el maquillaje, y sentarse cómodamente a hablar con sus seres queridos. "Estoy muy bendecida con las personas que me rodean, porque no podría sobrevivir sin ninguno de ellos", ha subrayado. "Creo que, una vez que has pasado por un trauma, lo primero que tienes que hacer es estar agradecido de que todavía estás aquí", ha concluido.