Un hijo de los Turpin pide una sentencia más leve: "Me quitaron mi vida, ahora la estoy recuperando"

Informativos Telecinco 20/04/2019 08:30

El pasado mes de febrero, David Turpin, de 57 años de edad, y Louise Turpin, de 50 años, se declaraban culpables de 14 de los 88 cargos a los a los que se les acusaba, entre los que se incluye la tortura a 12 de sus 13 hijos, en lo que ya es conocida como la 'casa de los horrores' en Perris, California.

Meses después de esta declaración, dos de los hijos del matrimonio han ofrecido sus testimonios para mostrar cómo les afectaron las torturas a las que fueron sometidos. Ha sido el viernes 19 de abril cuando el tribunal encargado del caso ha escuchado públicamente los testimonios de los jóvenes. “Mis padres me quitaron toda mi vida, ahora la estoy recuperando”, revelaba una de sus hijas mientras lloraba delante de todos los presentes.

Medios de comunicación internacionales como el Daily Mail se han hecho eco de estas palabras. “Ahora estoy en la universidad y vivo de manera independiente. Me encanta salir con mis amigos y la vida es genial. Creo que todo sucede por una razón. La vida que me ha tocado pudo haber sido mala pero eso me ha hecho más fuerte.

He luchado para convertirme en la persona que soy”, confesaba uno de los hijos que estudia ahora para ser ingeniero de software. Además, el mismo joven aseguró que todavía tenía pesadillas en las que visualizaba a sus padres torturándole a él y a sus hermanos. Sin embargo, este testimonio choca con las palabras de cariño que ha tenido tener hacia sus progenitores: “Amo a mis padres y les he perdonado muchas de las cosas que nos hicieron”.

Por otro lado, también ha resultado bastante llamativa la intención que ha tenido la otra hija de la pareja. La joven ha querido dirigirse al tribunal para pedirle al juez encargado del caso que dictase una sentencia más leve ya que todo lo que habían hecho sus padres era “para protegerles”.

La liberación

El 14 de enero de 2018, los hermanos, de entre 2 y 29 años, quedaron liberados de sus padres después de que una de las menores, de 17, lograse escapar y avisar a la Policía. "Mis padres nos maltratan. Mis hermanas están encadenadas y hace un año que no me ducho", dijo a la Policía sobre el calvario en el que vivía con sus 12 hermanos.

Tras la llamada de la niña, la Policía pudo localizar la casa, liberar a sus 12 hermanos y detener a sus padres. Los niños vivían esclavizados, casi sin comida y sin asearse. Solo salían de sus habitaciones para ir al baño.

Los hermanos vivían aislados del mundo. No salían a la calle, ni se relacionaban con nadie. De hecho, no entendieron qué hacían los agentes en su casa cuando fueron a liberarles. Solo la niña más pequeña, de ahora tres años de edad, estaba sana cuando encontraron a los niños, según los fiscales.

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