Los viajes a España desde Estados Unidos, una pesadilla antes de Navidad

  • La realización de los PCR supone encontrar un laboratorio que garantice el resultado antes de las 72 horas del vuelo

  • En Estados Unidos los precios de la entrega rápida de resultados puede suponer el pago de 200 dólares por viajero

Desde que el gobierno español notificó el pasado 12 de noviembre que haría falta una PCR negativa a los pasajeros que quisieran entran al país, por vía marítima o aérea, en caso de provenir de sitios de riesgo por coronavirus, en Estados Unidos los ciudadanos españoles que contaban con pasar las navidades en casa entraron en pánico.

La razón no era la obligación de contar con un certificado que acredite estar libre de la enfermedad, ya que es algo que la gran mayoría de personas considera razonable, sino la posibilidad de encontrar un sitio que pueda proveer de la famosa prueba sanitaria en el plazo estipulado de 72 antes de la entrada en el país.

La pandemia en EEUU

Estados Unidos, que acaba de alcanzar los 300.000 fallecidos por COVID y tiene casi 16 millones de afectados, es uno de los países considerados de riesgo. De hecho, el pasado viernes, cuando la Autoridad de Medicamentos y Alimentos (FDA) anunciaba la aprobación de la vacuna de Pfizer y BioNTech, el país anunciaba cifras récord de la enfermedad: 3.309 muertos y 231.775 nuevos casos en un solo día, según datos del Centro gubernamental para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Sin embargo, en un país enorme como es Estados Unidos, la situación de la epidemia es muy diversa. En estos momentos los estados que muestran una situación más preocupante son Dakota del Norte y Rhode Island, con más de 11.500 casos el primero y 6.698 el segundo, y una media de casi 150 muertes por cada 100.000 habitantes ambos. Sin embargo, hay sitios como Vermont y Oregon, donde el ratio es de 898 y 2.215 casos, y 15 y 27 muertos por cada cien mil habitantes, respectivamente.

Normas de seguridad

No obstante, la situación general de este país hace pertinente seguir las medidas adoptadas por el gobierno español sobre la realización de los test PCR, que se suman a los controles ya realizados de forma habitual en los puntos de entrada del país, como la toma de temperatura y la entrega documental previa que hay que realizar según la normativa del Ministerio de Sanidad. Esta incluye un formulario de control sanitario, que se rellena de forma telemática, a través de un código QR en la web Spain Travel Health-SpTH, que se entrega ya al bajar del avión, en el aeropuerto o puerto español correspondiente.

A la señalización especial de los puntos de llegada, con carteles que avisan de la obligatoriedad de llevar mascarilla tanto dentro del avión como en los aeropuertos, se añaden los recordatorios por megafonía que, de forma casi apocalíptica, recuerdan la gravedad de la situación.

También el uso generalizado de las mascarillas se repite en los aeropuertos de conexión por la falta de viajes directos, debido a la eliminación de numerosos trayectos por disminución del tráfico aéreo que ha provocado la pandemia. En todos ellos, incluidos los españoles, se aconseja el lavado de manos y uso de gel desinfectante de forma regular, que se ve favorecido por la instalación de numerosos puntos para el uso del mismo a lo largo de todo el trayecto aeroportuario, tanto en los servicios como en los pasillos de todas las instalaciones.

Los PCR de la discordia

Pero la mayor dificultad para los pasajeros, sin duda, ha sido la consecución de los PCR en el tiempo solicitado. La realización de esta prueba de diagnóstico, cuyas siglas en inglés responden a la definición de Reacción en Cadena de la Polimerasa, permite detectar un fragmento del material genético de un patógeno, que en este caso determinará si una persona está infectada o no con coronavirus.

En Estados Unidos hay numerosas posibilidades de hacerse de esta prueba, incluso de forma gratuita, aunque la mayoría de las veces solicitan como requisito haber estado previamente en contacto con alguien infectado o con síntomas. Aún así la entrega de resultados puede demorarse entre siete y diez días y el plazo máximo de entrega de la prueba, para entrar en España son 72 horas.

Así que toca encontrar un laboratorio que garantice la entrega de resultados en el tiempo establecido y, como si del cuento Pesadilla antes de Navidad se tratara, entrar en un proceso complicado. De las nueve empresas consultadas (Right Time Urgent Care, ARC Laboratories, Labcorp, All Family Care, Medical Urgent Care, All Care, SamedayTesting, Travelers Medical y Passport Health), ninguna de ellas asegura la entrega de resultados dentro de los tres días previos a un viaje.

Proceso caro y complicado

En algunos casos nadie responde a las preguntas realizadas por mail y otros ni siquiera contestan al número de teléfono publicado en las webs respectivas. En otros, donde sí es posible hacerse el test, los resultados se retrasan más aún de lo que anuncian. Es lo que le ha ocurrido a Denis Marsicovetere, guatemalteco residente en Washington DC, que tras hacerse la prueba en un laboratorio que a priori aseguraba la entrega de resultados en 72 horas, los recibió tras cinco días de espera. “Fue un proceso difícil, tuve que llamar a numerosas empresas y, cuando por fin di con una que parecía que iba a funcionar, se retrasó con los plazos de entrega, así que tuve que volver a hacerme la prueba antes de viajar”, señaló.

La solución final ha pasado encontrar un laboratorio con garantías. Finalmente Pmcdx ha sido el sitio elegido, previo pago de 200 dólares por persona en caso de querer la entrega en 24 horas, 175 dólares si es en 48 horas y 150 dólares si es en 72 horas, lo que queda descartado porque hay que asumir el riesgo de algún retraso por inconveniente de última hora, como que el vuelo sea durante el fin de semana (en cuyo caso los laboratorios no trabajan) y el tiempo de antelación con el que hay que ir al aeropuerto.

Así, la decisión para una familia de cuatro miembros ha supuesto 800 dólares de gasto, pero no es algo cuestionable ya que a la importancia de hacerse la prueba diagnóstica para evitar el riesgo de transmisión de la enfermedad se suma el riesgo de la devolución al país de origen en caso de no aportar los resultados.

Una vez realizado el test, debe ser presentado en el mostrador de la línea aérea correspondiente antes del vuelo. En el caso de quien firma este artículo, el resultado no fue requerido a la hora de facturar las maletas aunque el personal de la compañía aérea sí advirtió de que el resultado de la prueba original sería requerida a la entrada del país, redactado en ingles o español, y en formato papel o electrónico.

Sin embargo, tras siete horas de trayecto en el vuelo Washington DC a Londres y tres horas de espera en un aeropuerto de Heathrow, con todas las tiendas abiertas y bastante tránsito de pasajeros, allí nadie solicitó el resultado de la prueba. Y lo más sorprendente aún es que, tras al llegar al aeropuerto de Barajas, en Madrid tampoco. Sí hubo que entregar el código QR requerido por el Ministerio de Sanidad y pasar por un detector de temperatura pero no el resultado de la prueba de los PCR, que es lo único que garantiza que no se importen casos de viajeros infectados con el virus. Un riesgo alto el que de esta amanera asume un país que ha pasado por una situación difícil durante esta pandemia y que se asoma a las celebraciones más familiares del año.