La Fiscalía investiga casos de torturas y abusos sexuales en el hospital de una cárcel en el sur de Rusia
La cárcel de Saratov está a 850 kilómetros al sureste de Moscú
Una ONG rusa ha hecho públicas las imágenes y anuncia tener más
Sospechan que fueron grabadas para chantajear a los reclusos
La Fiscalía rusa ha iniciado una investigación por una serie de casos de torturas y abusos sexuales cometidos en el hospital de la cárcel de la ciudad de Saratov, a unos 850 kilómetros al sureste de Moscú, después de que se filtrasen imágenes de estos delitos de los que fueron víctimas los presos.
Por el momento, el jefe del sistema penitenciario de Rusia, Alexander Kalashnikov, ha cesado al responsables del pabellón hospitalario del penal, así como al resto del personal que trabajaba en las instalaciones.
Organizaciones y activistas por los Derechos Humanos han señalado que las imágenes que se han hecho públicas ponen de relieve las "sorprendentes" condiciones a las que tienen que hacer frente los reclusos en los centros penitenciarios rusos.
"Infiernos en la Tierra"
Vladimir Osechkin, destacado activista ruso y fundador de la ONG Gulagu.net, ha explicado que estos "infiernos en la Tierra" confirman las "torturas sistemáticas" que sufre a diario la población reclusa en Rusia.
En total, afirma Osechkin, se han obtenido, a través de una filtración desde dentro del sistema penitenciario, más de un millar de archivos de vídeo en los que se confirma cómo el personal de prisiones da rienda suelta a este tipo de abusos.
"El video desmiente a los repugnantes que niegan e imitan el trabajo de los activistas por los Derechos Humanos en Rusia y ayudan a las fuerzas de seguridad a encubrir la tortura sistemática en Rusia", ha escrito Osechkin en Facebook.
A su vez, Osechkin ha revelado que disponen de más imágenes procedentes de otros centros situados en la región siberiana de Irkutsk, y en Vladimir, ya cerca de Moscú. En el caso del penal de Saratov, detalla, algunos de los vídeos muestran cómo cuatro hombres son agredidos sexualmente en un pabellón para pacientes con tuberculosis.
Osechkin ha especulado con la posibilidad de que estos vídeos se hayan hecho en nombre de los servicios de Inteligencia ruso y del sistema penitenciario con el fin de chantajear a los presos, o bien de que sean parte de a un acuerdo alcanzado entre los responsables de estos delitos y enemigos de las víctimas.
