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El entrenador del Sheriff Tiraspol, Yuri Vernydub, consiguió que su equipo ganase el pasado mes de septiembre un encuentro de la Liga de Campeones frente al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu (1-2). Ahora, a sus 56 años, Vernydub se encuentra alistado en el Ejército ucraniano para defender a su país y luchar contra la invasión rusa dirigida por el presidente Vladimir Putin. Precisamente, este pasado fin de semana, uno de los jugadores más importantes del club de Chamartín, Luka Modric, que vivió la guerra siendo un niño, hizo un llamamiento a la paz.
Uno de los propios jugadores del Sheriff, el peruano Gustavo Dulanto, ha sido el encargado de confirmar la noticia. "Que Dios proteja a mi director técnico, Yuri, que se fue para Ucrania", escribió el futbolista.
En la imagen se puede observar al técnico ucraniano (en el centro) acompañado de dos compatriotas, también vestidos con el equipamiento militar de las Fuerzas Armadas nacionales.
Yuri Vernydub fue nominado como el mejor entrenador de la Liga de Moldavia en 2020, ganó la primera Liga de la historia del club en 2021 y ostenta el estatus de ser el único técnico que ha logrado clasificar a un conjunto moldavo para una fase de grupos de la máxima competición continental.
El asistente del entrenador del Dinamo Moscú, el ucraniano Andriy Voronin, ha abandonado el club de fútbol, coincidiendo con la guerra que Rusia inició la semana pasada contra su país de origen, según ha informado la institución deportiva rusa.
Voronin, de 42 años, ha formado parte del equipo técnico de Sandro Schwartz desde octubre de 2020. El exjugador, que pasó por clubes como el Borussia Mönchengladbach, el Liverpool o el Bayer Leverkusen, también defendió la camiseta del Dinamo entre 2010 y 2014.
"Ya no puedo trabajar en el país que está bombardeando mi patria. Salimos de Moscú antes de que estuviera completamente bloqueado. No pudimos aterrizar en Dusseldorf, así que volamos vía Ámsterdam. Mi padre, mi suegra, mi esposa y mis hijos están aquí ahora. Hace días que no me encuentro bien, estoy muy mal. Es como una película de terror. Apenas me quedan palabras", afirmó Voronin en una entrevista al diario alemán Bild.
"Tengo amigos en Járkov, en Kiev y en mi ciudad natal de Odesa. Recibo mensajes cada cinco minutos. Es difícil de soportar. Sólo quiero ayudar con dinero o lo que sea. No sé si debería decirlo pero, si estuviera en Ucrania ahora mismo, probablemente tendría un arma en la mano", concluyó.