Comprar un décimo que está, supuestamente, premiado es ilegal
Qué puedes (y debes) hacer si sospechas que un sorteo o apuesta es fraudulento
Año tras año, la ilusión que despierta jugar a la Lotería en cualquiera de los sorteos realizados en España (más aún si es el de Navidad) va acompañada, inevitablemente, de la picaresca y del riesgo de ser víctimas de alguna estafa o fraude. Los timos vinculados a los décimos premiados no son una simple anécdota, sino que son reales: suplantaciones, reventas ilegales y ofertas de supuestos décimos ya agraciados son algunas de las propuestas que siguen generando quebraderos de cabeza... y más de un proceso judicial.
Un delito, no una oportunidad
La premisa es clara y rotunda, la acción de comprar un décimo que está, supuestamente, premiado es ilegal. Así lo estipula la legislación española, que contempla esta práctica como un posible delito de blanqueo de capitales, estafa o falsedad documental, dependiendo de las circunstancias.
El propio reglamento de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) afirma que «Se declara prohibida la reventa de los billetes con sobreprecio, castigándose la misma con arreglo a la legislación vigente en materia de contrabando y defraudación”, a esto hay que añadir que los únicos puntos autorizados para realizar una reventa, y como máximo con un sobreprecio del 20% del billete original, son los puntos de venta autorizados. Por tanto, cualquier reventa más allá de las administraciones no está permitido.
Por tanto, hay que tener en cuenta que un décimo solo es válido si es adquirido en un punto de venta autorizado. Si alguien te ofrece un boleto “ya premiado” a cambio de dinero, muy probablemente estés ante una estafa o, en el peor de los casos, ante una operación encubierta de blanqueo de dinero procedente de actividades ilícitas.
De hecho, el Código Penal tipifica como delito la simulación de contratos o documentos públicos, lo que se aplicaría si un décimo falsificado intenta hacerse pasar por uno premiado. En el mejor de los escenarios, el comprador perderá el dinero. En el peor, podría enfrentarse a imputaciones penales.
Cómo operan estas estafas
La Organización de Consumidores y Usuarios alerta desde hace años de diferentes modalidades de fraude asociadas a la Lotería. Una de las más frecuentes es el ofrecimiento de décimos “premiados” a través de plataformas de compraventa, redes sociales o mensajería instantánea. El estafador suele alegar que no puede cobrar el premio por motivos personales, como puede ser por residir en el extranjero, tener problemas fiscales, deudas, etc.) y ofrece el boleto a cambio de una cantidad inferior al premio prometido.
También se da el caso de correos o mensajes falsos que notifican premios inexistentes. Su plan es sencillo: para acceder al supuesto premio, la víctima debe pagar una serie de tasas, impuestos o costes administrativos que, en realidad, no existen y nunca recuperará.
FACUA, por su parte, advierte que estos fraudes se incrementan en épocas concretas, como las semanas previas al sorteo de Navidad o durante el verano, cuando algunos estafadores se hacen pasar por turistas que desean vender un décimo “ya premiado” antes de abandonar el país.
Claves para no caer en la trampa
Los expertos son contundentes: nunca compres un décimo fuera de los canales oficiales. SELAE recuerda que el único medio válido es adquirirlo en administraciones físicas o a través de su web oficial.
Estas son algunas señales de alerta que deben activar todas las alarmas:
- El vendedor ofrece el décimo premiado con urgencia, apelando a motivos personales.
- El precio es sensiblemente inferior al valor real del premio.
- No se entrega el resguardo físico, sino una foto o fotocopia del boleto.
- Se solicita el pago mediante métodos no rastreables (bizum, criptomonedas, tarjetas prepago).
Desde el punto de vista legal, incluso si el décimo fuera real, pero ha sido adquirido de manera irregular o ilícita, SELAE podría negarse a abonar el premio, como refleja la jurisprudencia en varios casos. La trazabilidad del décimo y su compra en canal autorizado es condición indispensable para su cobro.
¿Y si es un familiar o amigo quien te lo ofrece?
La única excepción podría ser la cesión entre personas de confianza siempre que se formalice adecuadamente, mediante un documento privado y, en caso de premio, se justifique ante Hacienda el origen del dinero. Aun así, no es lo mismo un regalo que una compraventa, y la línea entre ambas situaciones puede ser jurídicamente delicada.
Además, cabe recordar que los premios de la Lotería tributan a partir de los 40.000 euros, con un 20% de retención. Cualquier movimiento sospechoso puede derivar en una inspección por parte de la Agencia Tributaria.
En definitiva, la recomendación es categórica: huye de cualquier oferta de décimos premiados. Lo más probable es que sea un intento de fraude y, además, te expongas a consecuencias penales. La Lotería, como recuerda SELAE, es un juego basado en la suerte, no en atajos turbios.
Si sospechas que has sido víctima de una estafa relacionada con la Lotería, acude de inmediato a las autoridades y denuncia los hechos. Solo actuando con diligencia y precaución podrás protegerte frente a este tipo de fraudes que, lejos de desaparecer, evolucionan con las nuevas tecnologías.