La 'guardería de los horrores' de Torrejón, Madrid: la denunciante asegura que desde que entró “siempre había malos tratos”
La joven que denunció los malos tratos ha acudido a ‘Código 10’ para explicar lo que se vivía en la ‘guardería de los horrores’
“Llegaban asustados y llorando, y todo el que no comía terminaba comiendo”, explica
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Los padres no pueden estar más agradecidos a Nicole, la becaria de 17 años que destapó el asunto de los malos tratos en la guardería privada ‘Cascanueces’ de Torrejón de Ardoz, gracias a ella sus hijos ahora están a salvo de los golpes y vejaciones continuos a los que eran sometidos.
La joven ha acudido a ‘Código 10’ para explicar lo que se vivía en la ‘guardería de los horrores’ y destapar una realidad que ha dejado helados a medio país.
Asegura que “desde que yo entré siempre era así”, no era un caso aislado el vídeo que se hizo viral la semana pasada en el que una trabajadora del centro obliga a comer bajo amenazas y golpes a un bebé de año y medio. Todo esto ante la mirada de varias trabajadoras más que ni se inmutan por el vejatorio trato que estaba recibiendo en pequeño.
A Nicole, becaria en prácticas en la guardería, una vez que le pasaron en vídeo no dudó en denunciarlo, tenía la prueba que confirmaba lo que estaban viviendo esos niños.
“Llegaban asustados y llorando, y todo el que no comía terminaba comiendo”, explica en el programa.
“No me enseñaron nada, pasaban de nosotras”
Pero las malas formas parece que eran con todos, Nicole afirma que las personas responsables de formar a la becaria no le hacían caso y la dejaban sola: “No me enseñaron nada, pasaban de nosotras”.
A la salida de la jornada la joven comentaba con otras de sus compañeras que lo que sucedía en ese lugar no era normal: “Cuando salíamos hablábamos de que los compañeros no eran normales”.
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Las trabajadoras están inicialmente investigadas por la supuesta comisión de delitos de trato degradante, maltrato de obra y, subsidiariamente, de maltrato habitual.
Esta imputación es inicial y podría verse modificada según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial.
La magistrada ha acordado la obligación de que las cuatro investigadas acudan a firmar a la sede judicial los días uno de cada mes, así como la prohibición de desempeñar cualquier actividad laboral, retribuida o no, relacionada con menores.
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