No hablar demasiado y otros 9 consejos de los monjes Shaolin para vivir sin estrés

Informativos Telecinco 20/05/2016 17:42

Los monjes del templo de Shaolin en China son conocidos en todo el mundo por su gran sabiduría y espiritualidad. Cualidades que provocan que sean de las personas más felices del planeta. Entre los numerosos principios que siguen, uno de los más importantes es el de la no violencia o Áhimsa, aunque hay muchos más que son de gran interés.

Desde el portal venezolano Noticias 24 han recopilado los 10 consejos más importantes que te llevaran por la senda de la rectitud, esquivando el estrés de la vida moderna y prolongando tu juventud.

1. No comer demasiado:

La cantidad de comida que ingieras durante la semana es uno de los factores que influye también en la actitud y el bienestar diario. Y es que aparte de ser pieza fundamental que contribuye al aspecto físico, los monjes recomiendan siempre quedarse con un poco de hambre, ya que comer en exceso daña el bazo.

2. No pensar demasiado

La reflexión y la relajación es uno de las acciones que más caracteriza a los monjes Shaolín, pero como en todo, el exceso puede ser pejudicial. Por ello, es bueno, para alma y cuerpo, moderar los pensamientos, ya que su abuso quita energía y provoca un aumento del proceso de envejecimiento.

3. No hablar demasiado

Como el popular refrán castellano, "por la boca, muere el pez", hay que saber cuando es peligroso hablar de forma desconsiderada y a borbotones. Por este motivo, los monjes defienden la premisa de: antes que hablar y no hacer nada, tomar decisiones y actuar para llevarlas a cabo.

4. Ocuparse de los asuntos sin prisa

Los monjes Shaolín, como las madres, aconsejan una de las frases más sabias del planeta: "Es preferible hacer algo tarde y bien, que pronto y mal". Y es que no hay que tener prisa en realizar las tareas de cada día. El objetivo debe ser no pensar en todo momento en el tiempo, ya que de esa forma no se vivirá ni se disfrutará nunca del momento.

5. No irritarse ni molestarse

La clave de una vida sana y saludable es no alterarte con los sobresaltos y sopresas negativas que ocurren a lo largo del día. Hay que pensar que con tiempo y esfuerzo todo tiene solución. Y es que cuando estamos inmersosos en un ritmo de vida estresante, no nos damos cuenta de lo que nos incomoda e irrita son necedades comparado con los verdaderos problemas de la vida. Además alterarnos, afecta al hígado y a los intestinos.

6. Hacer pequeños descansos en el trabajo

Las personas no somos máquinas y todo el esfuerzo merece una recompensa. Por este motivo los monjes defienden que se hagan pausas de 10 minutos después de cada 40 minutos de trabajo, ya que cuando se está demasiado concentrado en algo, mantener el cuerpo en tensión perjudica a la vista y la paz interior.

7. Ser humilde cuando se sea feliz

El secreto de la felicidad no es intentar estar alegre siempre, sino controlar las emociones tanto cuando se está bien como se está mal. Por ello, no hay que creerse el rey del mundo cuando las cosas marchan fenomenal, ni hay que pensar que eres un torpe y un inútil cuando estás tocando fondo. Debes tener la suficiente seguridad en ti mismo para no autosabotarte para ser feliz, ya que si pierdes el control, perjudicará no sólo a ti mismo y a tus pulmones, sino a la gente que te rodea y te aprecia.

8. Dedicar tiempo al ejercicio

La liberación del hombre moderno es conseguir poner el blanco la mente, poder alejarte de los problemas y volar libre encima de ellos, siendo una de las formas más fáciles de conseguirlo el ejercicio. El deporte y el esfuerzo físico no sólo producen esa sensación de relax, sino reactivar a las personas que meditan excesivamente, dejando de lado la somnolencia y la apatía.

9. Encontrar tiempo para la meditación

Es necesario para el buen desarrollo de una vida plena y sin estrés conseguir romper con la monotonía del día a día. El trabajo es importante, pero no puede ser el pilar de tu vida, ya que llega a crear una corriente de crispación e irritación que salta de la vida profesional a la personal. Por este motivo es esencial encontrar tiempo para la meditación y la reflexión, dejando volar la imaginación para conseguir que la mente conecte con el cuerpo. Una combinación que juntas, consiguen que la persona llegue a un estado completo de paz interior.

10. Estudiar kung-fu

Puede sonar muy exótico y al leerlo te produzca risa, pero el kung-fu, que dista mucho de la violencia, es una de las herramientas que puede mejorar tu vida exponencialmente. Esta disciplina busca lograr el equilibrio y la armonia entre cuerpo y mente, un estado que a día de hoy, y más con el ritmo de vida tan frenético que llevamos, es difícil de conseguir.