Pasos y requisitos para matricular un coche extranjero en España

Importar un vehículo extranjero es un caos de papeleo e impuestos
Importar un vehículo extranjero es un caos de papeleo e impuestosFreepik
  • Importar un coche desde el extranjero conlleva una serie de trámites e impuestos que cuyos trámites burocráticos conviene dejar en manos de una gestoría especializada.

  • El sobrecoste se puede ir a los 3.000 euros para vehículos de la Unión Europea y hasta 10.000 euros extra en el caso de Estados Unidos.

  • ¿Cómo saber si un coche está libre de cargas?

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Teniendo en cuenta la diferencia de precios que puede haber a la hora de comprar un vehículo si comparamos diferentes mercados, puede que estés pensando en comprar un vehículo en el extranjero. Si bien esto puede tener un beneficio aparente a la hora del tipo de cambio, también conlleva una serie de trámites, papeleo y pagos que puede que hagan que el resultado final no acabe siendo tan rentable como pensabas. Te contamos todos los pasos a seguir.

¿Renta comprar un coche extranjero?

Puede que no lo supieras hasta ahora, pero no todo es tan simple como comprar un vehículo extranjero, traerlo hasta nuestro territorio y circular con él. Hasta que tu vehículo no esté matriculado en nuestro país, no se considera que esté en situación legal, por lo que no podrás circular sin exponerte a ser sancionado.

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También hay una serie de tasas e impuestos que van a incrementar el coste que tiene la adquisición inicial de dicho vehículo extranjero, por lo que vas a tener que echar cuentas para saber si merece la pena o no el cálculo del precio final. Por ejemplo, para que te sirva como referencia, los costes de importar un coche desde Alemania, que sigue siendo uno de los grandes países en los que fijarse, ya que sus conductores cambian más habitualmente de coche y esto nos puede llevar a ver buenas ofertas a precios competitivos, puede suponer un coste adicional de 2.000 o 3.000 euros a la operación. Todo ello si no encontramos contratiempos y teniendo en cuenta que una operación extracomunitaria incrementa el total en hasta unos 10.000 euros en el caso de Estados Unidos (con la guerra arancelaria de Trump, se pueden disparar más los costes).

La lista de impuestos es la siguiente:

  • Impuesto de Matriculación o Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT): como sucede con los vehículos adquiridos en nuestro país, hay que pagar unas tasas iniciales a la Agencia Tributaria mediante el modelo 576. El precio de este primer pago se calcula según las emisiones de nuestro vehículo. Si emite menos de 120 g/km de CO2, no hay que pagar este impuesto.
  • Impuesto de circulación, también llamado Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM): se paga al Ayuntamiento donde estemos empadronados. La cuantía depende de datos como las cuotas de cada localidad y la potencia fiscal del vehículo.
  • Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP)
  • Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
  • Documento Único Administrativo: en casos de compras fuera de la Unión Europea hay que pagar los impuestos aduaneros. La Agencia Tributaria tiene un servicio de cita telefónica y de videollamada de Asistencia Digital (ADI) para ayudarte a cumplimentar y presentar la declaración de aduanas para la importación de tu vehículo.
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¿Cuáles son los trámites a realizar?

Si has decidido importar un vehículo, lo más recomendable es dejar todos los trámites en manos de una gestoría que se encargue de todo el papeleo, pero si decides ir por libre y hacer tú mismo los trámites, vas a tener que seguir una serie de pasos. En primer lugar, deberías conseguir el Certificado de Conformidad, que es un documento que certifica que un determinado vehículo cumple con los estándares marcados por la Unión Europea. Esto nos permite acreditar que el modelo en cuestión cumple con las normas europeas de seguridad y emisiones y deberías solicitarlo al fabricante o representante autorizado. Este documento es necesario tanto si el vehículo se importa a la Unión Europea desde un país no perteneciente a la misma, y por tanto debe ser legalizado para su circulación, como si el vehículo se vende dentro de la UE.

También, según podemos comprobar en la lista de requisitos de la Dirección General de Tráfico, tendrás que tener en tu poder algún documento que acredite la titularidad del vehículo, con estos posibles casos:

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  • Si se trata de venta entre particulares, contrato de compraventa con traducción oficial e Impuesto de Trasmisiones Patrimoniales.
  • Si el vehículo se adquiere a un compraventa de país distinto de España, se aportará factura en la que figure el número de IVA.
  • Si el vehículo se adquiere a un compraventa español, se aportará factura y documento expedido por Hacienda, justificativo de estar dado de alta en esa actividad durante el ejercicio correspondiente.

Cuando tengas esta documentación y hayas pagado los impuestos correspondientes, será el turno de presentar tu vehículo en una estación ITV autorizada para su revisión. Da igual si acababa de pasar revisión en el país de origen, que deberás hacer la ITV española. En parte, este trámite es necesario para realizar la homologación del vehículo y comprobar que todo está correcto para que circule por nuestras carreteras. Al realizar este trámite, la estación de revisión expedirá y te entregará la ficha ITV del vehículo en formato español.

Una vez pagados los impuestos y siempre que el vehículo haya pasado la ITV, podrás solicitar la matriculación del vehículo en la Jefatura Provincial de Tráfico. Aquí hay que aclarar que mientras dure todo el proceso y se produzca la matriculación definitiva, puedes solicitar a Tráfico unas matrículas verdes provisionales. De este modo podrás circular con tu vehículo durante 2 meses prorrogables mientras realizas todos los pasos. Será requisito imprescindible, tanto con placas verdes como con las blancas, que tengas tu vehículo asegurado en una compañía válida a nivel nacional.