Los 7 lagos más bonitos de España para visitar en invierno
Cuando caen las temperaturas, estos lagos se transforman en unos paisajes espectaculares
Desde Zamora a Huesca, estos son los lagos más bonitos para visitar durante los meses de invierno
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En España siempre es buen momento para descubrir algunos paisajes maravillosos, pero en invierno, muchos de estos lugares tienen un encanto aún más especial al tener sus lagos o lagunas heladas, lo que hace que se vuelva una estampa de lo más mágica y singular.
Cuando las temperaturas bajan y el agua se convierte en hielo, se pueden observar escenarios que parecen directamente sacados de cuentos de hadas. Para ello no hace falta volar hasta países nórdicos, en nuestro país podemos encontrar lagos espectaculares que merecen mucho la pena visitar en invierno.
Lago de Sanabria, Zamora
Situado en la provincia de Zamora, el Parque Natural del Lago de Sanabria alberga el mayor lago que tiene origen glaciar de la península ibérica. Cuando bajan las temperaturas en invierno, sus aguas pueden llegar a congelarse parcialmente lo que da lugar a un espectáculo visual inigualable.
El lago está rodeado de montañas y bosques de robles y es ideal para aquellas personas que buscan la tranquilidad en medio de la naturaleza. En la zona se pueden realizar varias rutas de senderismo que permiten disfrutar de sus paisajes nevados y también, de respirar aire puro.
Laguna Negra, Soria
Este es uno de los destinos más representativos de Castilla y León. Esta laguna se encuentra en el Parque Natural de la Sierra de Urbón. Lo que tiene de especial es que durante los meses de invierno, el hielo y la nieve cubren su superficie, lo que hace que se cree una atmósfera misteriosa que ha inspirado incluso alguna leyenda local.
Durante la ruta de acceso a la laguna ya se pueden disfrutar de vistas espectaculares, y simplemente observar el contraste que hay entre las paredes rocosas y el hielo blanco es algo espectacular que deja a sus visitantes con la boca abierta.
Lagos de Covadonga, Asturias
Se encuentran en el corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa, y si se visita esa zona son de visita obligada. El conjunto está formado por los lagos Enol y Ercina, que en invierno se suelen cubrir de nieve y hielo.
Aunque el acceso puede parecer desafiante durante la época de nevadas, el esfuerzo se ve recompensado por las vistas que tiene. Sus paisajes parecen sacados de postales invernales. Es un destino perfecto para aquellas personas que les encante la fotografía y la naturaleza.
Estany de Sant Maurici, Lleida
El Estany de Sant Maurici se convierte en un lugar muy especial cuando llega el invierno. Está situado en el Parque Nacional de Aigües Tortes y Lago de San Mauricio. Junto a las montañas nevadas que lo rodean y se reflejan en sus aguas congeladas se forma una escena de gran belleza.
Este lago es un punto de partida muy popular para numerosas rutas de senderismo que se hacen por la zona, y que permiten disfrutar de cascadas heladas y paisajes alpinos. Además, la icónica silueta que forman los Encantats, los dos picos gemelos, hacen que se añada un toque mágico al escenario.
Laguna de Gallocanta, Teruel y Zaragoza
La Laguna de Gallocanta es una de las lagunas salinas más grandes de Europa y se ha convertido en un refugio muy importante para aves migratorias. En invierno, las temperaturas de la zona suelen bajar mucho llegando a congelar su superficie, lo que hace que se cree una vista única del amplio paisaje blanco.
Para los amantes de la ornitología es un lugar perfecto, ya que van a encontrar en él un paraíso para poder observar grullas, que migran desde el norte de Europa y descansan en esta laguna. En el centro de visitantes se puede encontrar información bastante detallada sobre la fauna y las mejores épocas para avistar aves.
Lagunas de Ruidera, Castilla-La Mancha
Las Lagunas de Ruidera se encuentran repartidas entre las provincias de Ciudad Real y Albacete. Éstas forman un complejo de lagunas que estás interconectadas entre ellas por medio de cascadas y arroyos. Cuando la temperatura desciende lo suficiente, aunque no siempre es el caso, permite que todas las lagunas se puedan congelar y en algunas zonas de este paraje se crean paisajes invernales sorprendentes.
Este lugar es un destino encantador debido a la calma del agua y la belleza de las formaciones heladas que hacen que los visitantes se enamoren de él, además, se trata de un lugar con mucha historia, ya que se relaciona este lugar con las aventuras de Don Quijote en la obra de Cervantes.
Ibones del Pirineo Aragonés, Huesca
Los ibones son pequeños lagos que tienen un origen glaciar y que están situados a una gran altitud en los Pirineos. Éstos durante el invierno, quedan cubiertos de nieve y de hielo, y se transforman en paisajes de ensueño. Algunos de los ibones más espectaculares para visitar en invierno son el Ibón de Anayet, el cual está rodeado por un majestuoso circo glaciar, y también el Ibón de Respomuso, al que se accede por una ruta que brinda unas vistas panorámicas de las montañas nevadas.
El acceso a estos lagos requiere experiencia y también contar con un equipo adecuado, por lo que, si se quieren visitar, lo más recomendable es contratar a guías locales que puedan indicar correctamente el camino sin incidentes.