Sandra Bermejo: una llamada anónima responde a la petición de ayuda y da pistas

Sandra Bermejo desapareció hace más de tres semanas y su paradero sigue siendo un misterio. Desde SOS Desaparecidos pidieron a las personas que estuvieron en el Cabo de Peñas el día de su desaparición, que aportaran fotografías y todo tipo de información relevante que pudieran haber visto. Al parecer, este llamamiento ha surtido efecto y la organización ha recibido una llamada anónima que ha aportado nuevas pistas sobre el caso de Sandra Bermejo.

La joven madrileña de 32 años lleva desapareció el 8 de noviembre en Cabo de Peñas, Asturias, y aunque se saben pocas cosas sobre lo ocurrido, la Policía tiene sus hipótesis y poco a poco se van conociendo más datos sobre la desaparición de Sandra.

La principal hipótesis ha sido hasta ahora que no existen indicios de criminalidad en el caso ni tampoco otras personas implicadas en la desaparición. A pesar de los criterio de las autoridades, la familia, altamente preocupada, descarta la desaparición voluntaria de la joven ya que alegan que era una persona que se conocía muy bien la zona además de calificarla como una persona alegre y sociable con los demás.

La llamada anónima que ha aportado datos "fiables" sobre la desaparición

Tras su petición de ayuda, SOS Desaparecidos ha recibido una llamada telefónica anónima que ha aportado nuevas pistas sobre la desaparecida. Se trata de una persona que estuvo en la zona del Cabo de Peñas el mismo día que desapareció Sandra, y los investigadores han dado por buena y fiable la intervención de este testigo ya que ha sido capaz de describir a la perfección cómo iba vestida la joven el día que desaparición. Esta información no se había hecho pública en ningún otro momento y solo pueden saberla las personas que la vieron, según informa El Caso.

El presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, ha explicado que la joven fue vista en el Cabo de Peñas "en un punto concreto y a una hora concreta, iba sola y paseaba por un camino por donde se podía caminar" , información que confirma que la mujer estuvo en aquel lugar, aunque se sigue desconociendo lo que pudo haberle pasado después.

Joaquín Amills cree que los investigadores encargados de la desaparición de Sandra apostaron desde un primer momento pues las primeras hipótesis apuntaban al suicidio o a un accidente. Cuando encontraron su coche con todas sus pertenencias dentro, los investigadores le dijeron a su familia que se lo podían llevar pero no contemplaron la posibilidad de desaparición forzada, teoría apoyada por la familia de la joven.

Los investigadores planean a otra persona implicada en la desaparición

A pesar de que la Policía descartaba la implicación de otras personas externas, los investigadores empiezan a decantarse, después de tres semanas sin pistas, por la hipótesis de que alguien más formó parte de lo sucedido.

El día de su desaparición, Sandra canceló dos citas que tenía programadas y por la noche tenía que haber acudido al teatro pero ya no lo hizo. La nevera de su casa estaba llena y tenía ropa preparada para poner una lavadora, motivos que descartaron el suicidio o la desaparición voluntaria.

Por otro lado, se investigó una posible caída accidental por el acantilado pero su cuerpo no ha aparecido.

Después de todas las hipótesis, se empezó a pensar en la desaparición involuntaria y se investiga la posibilidad de que se haya subido a un coche de un desconocido.