Causas de las muertes de niños por el estreptococo A: una nueva cepa, la covid o las sobreinfecciones

El estreptococo del grupo A (streptococcus pyogenes) ha sido la causa de la muerte de al menos quince niños en diferentes países desde septiembre. Los científicos tienen algunas hipótesis sobre qué puede estar pasando. Sólo los datos de Reino Unido permiten ver que la situación está siendo anómala. Fueron cinco los niños muertos en todo 2015 y en sólo unos meses ya van nueve este año. La incidencia de infecciones por estreptococo A en menores de cuatro años era de 0,5 casos por cien mil niños antes de la pandemia y ahora es de 2,3.

En otros países, como sucede en España, no hay una estadística que permita ver si la incidencia o la gravedad son mayores este año. Sanidad ha dado la alerta para que los médicos identifiquen y reporten casos. La Comunidad de Madrid ha sido la primera en responder comunicando la muerte de dos niños.

A falta de tener más datos, los profesionales médicos cuentan que “la sensación en la actualidad es que existe un aumento relativamente importante, tanto de incidencia como de gravedad” de las infecciones por estreptococo A, según ha explicado a SMC España Jesús Saavedra, pediatra del Hospital Gregorio Marañón de Madrid que coordina la red de estudio de este tipo de infecciones invasivas Proyecto PedGAS-net.

Primera hipótesis: una nueva cepa de la bacteria

Esta red nacional de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) se creó precisamente para recabar información sobre este tipo de casos y es probable que en unas semanas tenga datos para precisar cuál es la situación en España. Además, mediante la colaboración con el Centro Nacional de Microbiología se intenta identificar cuál es la cepa de esta bacteria que circula en la actualidad y se podrá saber si es más virulenta que las de otros años.

La aparición de una cepa del estreptococo A que dé lugar a casos más graves es sólo una de las hipótesis que barajan los científicos. En este momento ni siquiera Reino Unido, donde las investigaciones están más avanzadas, ha identificado la cepa actual. Por eso se barajan otras posibles causas, que más que de forma aislada, podrían haber formado entre todas un caldo de cultivo para el incremento de infecciones graves por estreptococo A.

Segunda hipótesis: el fin de la pandemia

Una de estas explicaciones apunta a la covid, en concreto a las medidas de distanciamiento social que hayan podido reducir la inmunidad frente a este patógeno entre la población, al igual que ha sucedido contras bacterias y virus.

Los datos de Reino Unido son los que mejor reflejan cómo las infecciones por estreptococo A se redujeron en 2020, durante los meses de restricciones más duras a causa de la covid-19, y ahora se han incrementado, multiplicando los niveles de incicencia media de años anteriores. Los CDC de Estados Unidos, la principal agencia para enfermedades infecciosas, también ha abierto una investigación, al igual que Francia o Canadá.

En los años anteriores a la covid-19 tanto en España como en Reino Unido se detectó un incremento notable de casos de escarlatina y de infecciones invasivas por estreptococo A. Los hospitales británicos registraron cómo se batían récords históricos de manera muy seguida en 2014, 2016 y 2017. Esa tendencia se detuvo con la pandemia y ahora parce estar resurgiendo. Es pronto para saber con cuánta fuerza.

Tercera hipótesis: sobreinfección tras la gripe o el VRS

Otra de las causas posibles apunta al pico de casos de bronquiolitis y gripe registrados en España, Reino Unido y otros países. Los casos de estreptococo A que han llevado a dar la alerta en varios países pueden ser sobreinfecciones bacterianas tras una infección previa por el virus VRS o por los de la gripe.

Algunos estudios afianzan de manera indirecta esta idea. Dos investigaciones canadienses, una de 2011 y otra de 2020, mostró que el riesgo de sufrir una infección por otras bacterias como el meningococo o el neumococo se multiplicaban después de un contagio por VRS o gripe.

La combinación de causas

Hace unos días explicaba en NIUS este fenómeno Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), para explicar no el caso concreto del estreptococo A, sino el incremento actual del uso de antibiócos por diferentes infecciones bacterianas después de contagios por un virus.

"Nuestro cuerpo tiene dos mecanismos de defensa, la continua inoculación de virus o contacto con virus y la continua lucha de estar preparado para que no penetre. Si eso, no lo hemos tenido en estos dos años estamos más indefensos, y no solo para los virus sino también para las bacterias", comenta el experto.

Las restricciones necesarias en lo peor de la covid-19 pueden haber reducido la inmunidad entre la población a ciertos patógenos y a eso se añade el fenómeno de la reinfección por virus y bacterias, que, a su vez, tiene dos causas, "una causa física, que el virus haga reducir las defensas locales y así dejen paso libre a la bacteria. Y una causa citoquímica, las sustancias que se producen de esa lucha contra el virus pueden hacer daño a la célula y reduzcan sus defensas y puedan penetrar más fácilmente".

Cómo proteger a los niños

Tanto la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido como la Asociación Española de Pediatría han recordado estos días las medidas de prevención fundamentales. Es importante llamar a la calma. La inmensa mayoría de las infecciones por estreptococo A son leves.

Muchas veces no llegan a causar ninguna enfermedad, en algunos da lugar a cuadros leves de faringitis o amigdalitis. Sólo en casos muy contados se puede dar una escarlatina o a una infección invasiva. Y de esa minoría de cuadros, sólo algunos pueden llegar a comprometer la vida del paciente. En cualquier caso conviene saber cómo actual en determinados casos.

  • Acudir al médico en caso de fiebre persistente durante más de tres días, sobre todo si es difícil hacer que descienda la temperatura con medicación.
  • También si el niño tiene una somnolencia llamativa o dolor muscular intenso.
  • O si tiene erupciones extensas y muy rojas.
  • No mandar a los niños al colegio si tienen estos síntomas. Esperar a que lleven tomando el antibiótico al menos 24 horas en caso de faringitis bacteriana.
  • A la hora de sospechar de una infección por estreptococo, tener en cuenta que las faringitis producidas por esta bacteria cursan con frecuencia sin mocos ni tos.
  • Tener al día el calendario vacunal de los menores, incluyendo la varicela y la gripe. 

En los centros de salud, los pediatras pueden decidir hacer un test de garganta a los menores para detectar la presencia de esta bacteria si lo consideran oportuno.

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