La madre de Malén Ortiz, fuera de España, sorprendida con la búsqueda de su hija

La Guardia Civil ha finalizado en la isla de Mallorca (Baleares) la nueva búsqueda de Malén Ortiz, la menor de 15 años de Calviá que desapareció hace nueve años cerca del municipio de Son Ferrer, cuando se dirigía a casa de su novio. Los agentes del Instituto Armado han realizado durante el lunes y el martes, con perros adiestrados y una excavadora, tareas de rastreo en una finca cerca del lugar de la desaparición a partir de nuevos datos obtenidos recientemente y ha recopilado nuevas pruebas en este terreno. Hay un principal sospechoso. La operación ha sorprendido a la propia madre de la adolescente, Natalia, que se encuentra fuera de España.

Así lo ha podido saber este miércoles Informativos Telecinco. Natalia, al parecer, no tenía ni idea de que se iba realizar esta búsqueda, la ha pillado totalmente por sorpresa. Están siendo días muy dificiles para ella. Los expertos destacan que la operación puede que no haya tenido mucha consistencia, pero no hay que tener una seguridad del 100% para llevarla a cabo, porque pocas veces se tiene. Si es un resultado negativo y no se realiza, quién asegura que no podría haber sido positivo.

El padre de la menor, Alejandro Ortiz, mostró poca confianza en estas nuevas indagaciones, asegurando que "si encontraran ahora algo, probaría que la investigación no se había hecho bien" años antes. No obstante, fuentes cercanas al caso piden prudencia, ya que los investigadores implicados en esta búsqueda se han desplazado únicamente con este cometido desde Madrid. Estas tareas se han centrado en seguir el hilo de uno de los principales sospechosos, un hombre de 70 años afincado en la isla que se desempeñó durante mucho tiempo como representante de artistas de Hollywood y que presentaba problemas de salud mental.

El principal sospechoso del caso, un antiguo representante de artistas de Hollywood

Los agentes del Instituto Armado han realizado tareas de rastreo en una finca que frecuentaba este hombre, ubicada en Sa Porrassa, a solo un kilómetro de donde se vio por última vez a Malén Ortiz. Este varón, de nacionalidad española, recogen medios locales como 'Última hora', estuvo residiendo en Los Ángeles (EEUU) y ya residía en nuestro país en 2013, cuando estaba arruinado.

Estuvo viviendo en la zona de Peguera y solía acudir a la finca de Sa Porrassa a diario para guardar objetos (el dueño se lo permitía). Poco después de la desaparición de la adolescente, fue denunciado por insultar a unas chicas y las autoridades le interrogaron en dos ocasiones, pero nunca fue imputado por falta de pruebas. Al parecer, le detectaron trastorno de doble personalidad y muchos vecinos sospecharon de él entonces. Ante la situación, se mudó a Málaga y acabó ingresado en un centro psiquiátrico. El hombre ya habría fallecido. Un confidente habría facilitado nuevos detalles de su actividad en la zona y eso motivó la reapertura de la búsqueda de la adolescente.

La desaparición de Malén Ortiz en la isla de Mallorca hace nueve años

Según varios informes, este hombre buscaba "chicas en monopatín" para un supuesto desfile de modelos en la Rambla de Palma. Se manejan varias líneas de investigación, a pesar de esta información. Por ahora solo se han recopilado varias pruebas, como objetos, ropa y huesos de animales. La finca de Sa Porrassa en la que han trabajado los agentes era un antiguo picadero de caballos, pero no hay más detalles sobre la investigación. La búsqueda, por ahora, ha concluido sin éxito. La adolescente continúa desaparecida.

Malén Zoe Ortiz desapareció la tarde del de diciembre de 2013. La menor salió del instituto y fue a su casa, en Calviá, pero sus padres no estaban. Por ello, decidió ir a casa de su novio a comer. Se subió a un autobús y se apeó en la rotonda de Pirates, en Magaluf. Una vez allí, su intención fue dirigirse hasta la vivienda de su pareja, en Son Ferrer. Un trayecto que, a pie, son unos 40 minutos. Al parecer, varias cámaras de vigilancia tendrían que haber grabado a la adolescente con monopatín, pero en una de ellas ya no aparecía, tras pasar por delante del vivero de Sa Porrassa. En 20 minutos no había ya rastro de ella.