La Fundación que acoge a jóvenes del colectivo LGTBIQ+ que han tenido que huir de sus casas por el maltrato sufrido por sus padres
La Fundación Eddy acoge a jóvenes que han tenido que huir de sus hogares debido al maltrato de sus padres por ser del colectivo LGTBIQ+
El 40% del colectivo LGTBI ha sufrido algún acto de delito de odio en pleno siglo XXI
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La LGTBIfobia, la discriminación que acaba en agresiones verbales y físicas a personas homosexuales, bisexuales, transexuales, queers o intersexuales empieza en los hogares.
Cuatro de cada diez personas del colectivo LGTBIQ+ denuncian haber sufrido un delito de odio en los últimos cinco años. Hemos estado con ellos, en un lugar que pocos conocen: una casa de acogida para víctimas de LGTBIfobia. En este espacio hemos conocido a María y a Jaime que tienen poco más de 20 años y que han tenido que huir de sus casas al no ser aceptados por sus propios padres.
El 40% del colectivo LGTBI ha sufrido algún acto de delito de odio
La Fundación Eddy es la encargada de que estos jóvenes no se queden en la calle y les ofrece un hogar de acogida. María tiene 20 años y ha sufrido palizas y vejaciones por parte de sus padres que hasta la llegaron a echar de casa porque es lesbiana.
"No tengo el amor de madre, no tengo el amor de padre. De nadie", lamenta María entre lágrimas. Llora al recordar las palizas y el acoso sufrido. En este hogar de acogida recibe ayuda psicológica y laboral.
María José Orgaz, psicóloga de la Fundación Eddy, explica que estos jóvenes maltratados por sus padres sufren depresiones, angustia y estado de shock por el trato recibido por sus progenitores.
Jaime es otro ejemplo de joven que tuvo que huir de su casa y buscar un hogar de acogida en al Fundación Eddy. A sus 20 años lleva viviendo en este hogar de acogida tan solo una semana. Si hablaba con pluma, le reñían en su casa. "Me dijo que no se lo dijera a nadie. Cuando no tienes a nadie, tienes a tu madre. Y si no tienes a tu madre, directamente estás solo", comparte esta víctima.
Sentir el rechazo de sus madres los marca para siempre. En nueve años la Fundación Eddy ha acogido a más de 200 jóvenes. En 2023 hubo más de 2.000 denuncias por delitos de odio. De ellos 500 son por orientación sexual. Pero sólo se atreve a denunciar uno de cada diez.
A Ángeles casi la matan con 23 años. Marcó por completo su vida. "Pensaba que me iban a matar de verdad. Patadas, puñetazos, me pegaron con puños americanos. Me llegaron incluso a mear encima. Lesbiana de mierda te vamos a matar", cuenta. Hoy es abogada y lucha contra los delitos de odio.
El 40% del colectivo LGTBI ha sufrido algún acto de delito de odio en pleno siglo XXI.
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